Khristopher Ogass: Conseguir producciones estables
Khristopher Ogass: Conseguir producciones estables Hace más de diez años, cuando el avellano europeo recién despegaba en Chile, concentrado en las regiones del Maule y La Araucanía, Khristopher Ogass decidió hacer su tesis de Agronomía en esta especie, en la Universidad de la Frontera, ya que vio que era un rubro con potencial para crecer.
Luego, lo ha seguido investigando en sus tesis de magíster y doctorado en la Universidad de Talca, lo que ha desarrollado a la par con sus asesorías entre las regiones de Ñuble y Los Ríos, con alrededor de 25 productores, con quienes se ha enfocado sobre todo en lograr niveles de productividad que sean estables en el tiempo.
“Algo claro y evidente a través de estos años es que ha aumentado la productividad por hectárea en todas las zonas de producción, que es algo bueno, pero el desafío hoy es evitar la alternancia en la producción, atenuar el añerismo”, plantea.
Pese a que algunos investigadores aseguran que el añerismo no existe en los avellanos, pues las caídas en las producciones se deben a aspectos climáticos y de manejo, Khristopher Ogass insiste en que es una característica de esta especie y que cada vez se vuelve más relevante aprender a manejarlo.
“El día en que los precios no estén tan buenos van a sobrevivir los que produzcan más y que sean estables en el tiempo, por lo que conseguir producciones estables es clave para que esto sea un negocio sostenible en el tiempo”, asegura.
Para buscar la estabilidad de las cosechas, considera que es muy importante podar y mantener un equilibrio entre los brotes vegeta tivos y los reproductivos del avellano, y solucionar las diferentes problemáticas de los suelos para apuntar a una buena nutrición de las plantas.
“No sabemos realmente cuánto demanda la planta por tonelada de fruta y ahí hay una variabilidad importante en los criterios de los asesores para establecer los programas de fertilización, por lo que es primordial generar datos e investigación nacional que esté enfocada en las condiciones climáticas y producciones locales”, plantea Khristopher Ogass.
E n e s a l í n e a, considera una ventaja la cultura frutícola que existe entre los productores chilenos, ya que se trata al avellano como una especie frutal y no silvestre, lo que se suma a condiciones climáticas muy favorables, por lo que cree que va a seguir creciendo en superficie y que otro de los desafíos es controlar las plagas y enfermedades que se han ido intensificando.
“Hoy nos enfrentamos a la presión de plagas y enfermedades que ya no son como antes, cuando con una aplicación bastaba, dado también porque en algunas zonas ha pasado a ser un monocultivo y eso hace que la presión crezca, por lo que los programas fitosanitarios están siendo más intensivos Las restricciones de productos son cada vez mayores en todos los frutales y hay un trabajo importante de contar con nuevas alternativas para sostener los manejos fitosanitarios”, señala.. Khristopher Ogass.