Isabella Panes: El peso de ser la primera carabinera trans
Isabella Panes: El peso de ser la primera carabinera trans Ije Ije em V. Quiroz prensa@latribuna.ci Jsabella Jsabella Panes tiene 32 años. Ingresó a Carabineros en 2021, luego de tres intentos intentos frustrados, para cumplir su sueño. “Desde niña quería usar ese uniforme, pero el de mujer”, relata.
Solo un año después, en junio de 2022, la institución la presentó como emblema de la diversidad durante el Día del Orgullo, lo que implicó la visibilización visibilización de su caso en portadas portadas de diarios, entrevistas y patrullas decoradas con los colores LGBTIQ+. Pero tras la ceremonia y los aplausos, vino el silencio. UN l)ESEO PERSISTENTE Nacida bajo el nombre de Raúl, en la comuna de Laja, Isabella supo desde temprana temprana edad que no encajaba en la identidad que le fue asignada asignada al nacer. Sus padres, una dueña de casa y un jardinero, la dejaron ser en la intimidad del hogar, lejos de la realidad exterior. “Solo en mi casa podía ser quien era. En la calle tenía que disfrazarme de alguien más”, recuerda Panes. Al cumplir 18 años, la familia se trasladó a Santiago, donde Isabella comenzó su transición transición de género. Tratamientos hormonales, cirugías, un cambio cambio registral y años de trabajo como promotora y estudiante de Medicina Veterinaria marcaron marcaron su adultez. En el fondo, sin embargo, persistía un deseo: ser carabinera. EL SÍMBOLO INSTITUCIONAL Su paso por la Escuela de Carabineros fue seguido de cerca por los altos mandos. En plena crisis de legitimidad tras el estallido social, la figura de Panes se transformó en una oportunidad para renovar la imagen institucional. “Marcamos un hito y un cambio de paradigma”, afirmó afirmó en ese entonces el general director Ricardo Yáñez, mientras mientras Isabella aparecía en portadas portadas declarando no haberse sentido discriminada. “Me tratan tratan como una más”, afirmaba. Sin embargo, nunca fue destinada destinada a funciones operativas. Su lugar quedó restringido a labores administrativas, tras un escritorio. El uniforme que soñó usar en la calle solo lo vistió vistió en actos simbólicos, junto a altas autoridades de Gobierno. EL DESGASTE SILENCIOSO La elevada exposición mediática se convirtió, poco a poco, en aislamiento. Isabella Isabella relata que sus compañeros cuestionaban su preparación, su manejo de las normas internas internas e, incluso, su presencia en algunas capacitaciones. Una capitana, asegura, fue tajante: “No posees las herramientas para enseñar procedimientos.
No estás preparada”. A esa negativa se sumaron prolongadas licencias médicas por motivos de salud mental o por procedimientos quirúrgicos, quirúrgicos, que obligaron a la carabinera carabinera a ausentarse 182 días en 2023 y 132 en 202. Fue entonces cuando comenzaron a circular sospechas sobre un supuesto “trato preferencial”. En paralelo, Isabella comenzó comenzó a ser blanco de burlas y tratos tratos discriminatorios en redes sociales. Un video de TikTok publicado en 202u, recuerda, la ridiculizaba por ser trans y carabinera, lo que la llevó a presentar una demanda civil en contra de los responsables.
Además, la Dirección de Previsión de Carabineros de Chile (Dipreca) negó la cobertura cobertura de las cirugías vinculadas a su transición, lo que motivó la presentación de un fallido recurso de protección en contra contra de la entidad. Como resultado, resultado, en noviembre de ese año, su sueldo ascendía apenas a $12u. 125. UNA LLAMADA ANTE EL ABISMO El 22 de enero de 2025, Isabella Isabella tocó fondo. Había ingerido seis antidepresivos y, mientras hacían efecto, decidió llamar al Fono *ll1 de Prevención del Suicidio. Desdc el suelo de su casa, relata que le dijo a la operadora: “Tengo problemas laborales. Soy carabinera”. Aunque una ambulancia logró salvarle la vida, su confianza confianza en la institución ya estaba estaba rota. Poco después, Panes relata relata que fue sancionada por no saludar a una superior mientras mientras se encontraba con licencia licencia médica. Recibió ocho días de arresto. Respondió con una denuncia por acoso. “No mc asignaban tareas. Me llamaban la artista. Me sentía humillada”, asegura. La investigación no logró corroborar corroborar sus acusaciones contra la institución, por lo que fue cerrada sin reparaciones. EN SOLEDAD En la actualidad, Isabella Panes espera que la Corte Suprema resuelva su apelación en contra de Dipreca. Su caso ha expuesto el desequilibrio entre el provecho obtenido por la institución a partir de su visibilidad mediática y el acompañamiento acompañamiento real que recibió. “Nunca recibí el apoyo que necesitaba”, concluye, recordando recordando que la niña que soñaba con usar el uniforme hoy lo mira con distancia. Su historia comenzo como un símbolo de inclusión institucional y, con el tiempo, se transformó en un testimonio de abandono, disputas judiciales y un episodio crítico de salud mental. Isabella Panes: El peso de ser la primera carabinera trans.