Autor: ISIDORA ALCALDE EGAÑA
Activismo necesario
Señor Director: Los últimos meses se ha profundizado el debate sobre la supuesta dicotomía entre la protección de nuestro medio ambiente y el desarrollo de proyectos económicos. En una carta reciente se habla de “activismo ambiental” como algo dañino para la sociedad y lo cierto es que, gracias a ese activismo, Chile hoy es líder en el mundo en energías renovables. En 2014, en vez de construir hidroeléctricas y destruir la Patagonia, el activismo ambiental permitió empujar nuevas formas para reemplazar así las energías fósiles. Junto a diversos actores y un rol más activo del Estado se ha generado empleo y se ha disminuido la contaminación directa, rebajando radicalmente la huella de carbono del sector eléctrico. Una sociedad civil empoderada es fundamental para la democracia, y tildar a las organizaciones medioambientales como antiprogreso es una falacia que trae profundas consecuencias. Líderes de la ultraderecha como Trump, Orbán o Erdogan han insistido en debilitarlas, pero en Chile no lo podemos permitir. Somos uno de los países más vulnerables a la crisis climática y es gracias a ese activismo que podemos de futuro