Editorial: Una clave para el sitio patrimonial
Editorial: Una clave para el sitio patrimonial 0 1 devastador incendio que esta semana afectó al Barrio Puerto de Valparaíso, en pleno Sitio Patrimonio Mundial de la Unesco, derivó en un angustioso llamado dela alcaldesa de Valparaíso, Camila Nieto, de parlamentarios oficialistas, como Luis Cuello, y de la directora de la Corporación Municipal de Administración del Sitio Patrimonio Mundial, Macarena Carroza, para que el Estado asuma, de una vez por todas, las responsabilidades que suscribió con la Unesco para la recuperación del patrimonio porteño, en 2003.
“Lo que necesitamos son las lucas, es la inversión que tiene que venir a nuestra comuna”, dijoNieto, en un tono que muestra la impotencia de la autoridad municipal ante un problema que sobrepasa cualquier gestión local de recursos.
“Es urgente adoptar una política seria de recuperación de Valparaíso”, propuso Cuello, como si la coalición que gobierna el país hace tres años y tiene las herramientas para aplicar dicha estrategia fuera totalmente ajena al diputado del PC.
Es verdad que el Estado de Chile está en deuda con el compromiso que firmó con los porteños al momento de impulsar la candidatura del casco histórico de la ciudad como Sitio Patrimonio Mundial, pero su incapacidad es el resultado de una desidia imperdonable que alcanza a todos los gobiernos de los últimos veinte años. Una dificultad hasta ahora insalvable, como explica Macarena Carroza, es que el 87% de las propiedades del casco histórico patrimonial son privadas. Apostar por la expropiación, a contrapelo de lo que suponen algunas voces, es un camino estéril e inconducente.
Antes de ello, el Gobierno debe apostar a la recuperación de los espacios públicos, a la rehabilitación de los inmuebles bajo propiedad estatal que se encuentran en estado de ruina y a la revitalización del sector con el diseño de un plan de acción que incluya a vecinos, comerciantes, empresas y especialistas en patrimonio, junto a un programa de subsidios patrimoniales bien diseñado para incentivar la acción de los privados.
Sin embargo, lo primero es que este y los gobiernos que vengan deben asumir, es consciencia sobre la necesidad de acordar nuevas reglas urbanas para la zona, unas que dejen de ver al casco histórico de Valparaíso como una postal linda de ver, pero no para vivir. Editorial. La falta de resultados en la rehabilitación patrimonial de Valparaíso da cuenta de una desidia imperdonable que alcanza a todos los gobiernos de los últimos veinte años. Editorial