El rol del Estado en la cultura
El rol del Estado en la cultura Por la existencia de políticas transversales El rol del Estado en la cultura por Constanza Symmes Co11 “La cultura solo adquiere su verdadera dimensión y senUdo, en el proceso de pleno desarrollo de una determinada sociedad, cuando es asumida como el espacio natural de la libertad, en el que se acoge la imaginación y la creatividad de cada una y cada uno de los ciudadanos y, sobre todo, se valora y se fomenta su aporte participativo en la producción de los bienes culturales materiales e inmateriales que la identifican”(l) Claudio Di Girólamo Qué constituye propiamente “lo ¿ cultural” y por qué debe ser un ámbito de interés de la acción pública?; ¿ qué aspectos de la vida concierne?por qué no ha logrado penetrar el corazón político, constituyéndose en una dimensión indispensable y transversal de la gestión pública? Siendo uno de los ejes más relevantes entrelos entrelos asuntosen conún, la cultura continúa siendo una esfera que no ha logrado inscribirse inscribirse como irrenunciableen el “sentido común” común” de la acción estatal.
Dos grandes flujos flujos han marcado -en lo sustantivoel debate acerca de la política pública en cultura desde desde la segunda mirad del sigloXX, ellos son: el problema del acceso a la cultura y las artes o -democratización de la cultura-y, unasegunda, unasegunda, definida por la democraciacultural, que pone el acento en la diversidad de los bienes y prácticas culturales existentesy la necesidad de ser reconocidos yvisibilizados. Cuando en 1948 Francia inauguraba su Ministerio deCultura -modelo ministerial por excelenciaAndré Malrauz, primer ministro ministro de esta cartera, declaraba un propósito propósito que en su momento fue revolucionario. revolucionario.
Se trataba de “hacer accesible las obras imprescindibles de la humanidad (aquellas obras del “genio humano”) al mayor nú alero alero de personas(2). Esto significó la apertura de los museos y otros espacios culturales a capas de la sociedad que hasta ese momento habían estado privadas de su disfrute. En Chile, el paradigma del acceso o “derecho “derecho a la cultura” signó principalmente el énfasis de las politicas culturales del período 1990-2010.
Con ello, se buscó dar respuesta, en cierta medida, a los Informes Carretón (1991) e Ivelic (1997) y su lapidario “Chileestá “Chileestá en deuda con la cultura”, aunque avocándose avocándose prioritariamente a reactivar la capa de los artistas y gestores.
Hoy sabemos que, para para asegurar ese acceso, es necesario nutrir y mantener el ecosistema completo: desde los creadores y artistas, mediadores, galeristas, coleccionistas; las bibliotecas, teatros, museos museos y otras infraestructuras culturales, reguIando las condiciones económicas de los artistas y cultores y cauteLando la efectiva participación delaciudadaniacultural, tanto en la toma dedecisiones, como en laco-creación laco-creación de espacios para el despliegue de sus inquietudes inquietudes o preferencias culturales.
Cultura en sentido amplio Importante es recordar que la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales, celebrada celebrada en Guadalajara, México, el año 1982, marca un punto de inflexión en la definición de lo que comprende la cultura. Señala que ésta “(... ) puede considerarse actualmente como el conjunto de rasgos distintivos, espirituales espirituales y materiales, intelectuales y afectivos afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social.
Ella engloba, además de las artes artes y las letras, los modos de vida, los derechos derechos fundamentales al ser humano, los sistemasde sistemasde valores, las tradiciones y las creencias creencias y que la cultura da al hombre la capacidad capacidad de reflexionar sobre si mismo. Ç.) A través de ella el hombre(s) se expresa, toma conciencia de si mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden”. A esta declaración le debemos un salto cualitativo en la comprensión de lo cultural, cultural, y tina ampliación de su contorno.
Todo Juan Harding, La ueca largo Cóleo sobre tela), 2007 aquello que relatamos, los cuentos con que nos hacían dormirlos ahuelos, las recetas de cocina que preparamos -como una partitura partitura del paladarlas colecciones de estampillas estampillas o de fanzines, los talleres de danza afro, el canto a lo poeta, las expresiones culturales culturales locales, el oniralismo, la oralitura, el arte coniunitario, las festividades, la carpintería de ribera, la trilla, las arpilleras, los volantines, volantines, los cabildos culturales(4), los bailes tradicionales, tradicionales, las lenguas y los saberes.
Todas estas prácticas cultu rales y patrimoniales, entre muchas otras que ofrecen los territorios, j territorios, j unto a todo un repertorio de otras experiencias, experiencias, practicadas en la apreciación y el goce de obras, en las distintas vertientes de las artes, conforman la cultura. Interesar Generar las condiciones idóneas para que el encuentro entre la ciudadaniayuncatálogo amplio y diverso de obras culturales se produzca produzca constituye un propósito básico y un desafío permanente.
Propiciar que capas transversales de la población se interesen en observar, asistir, asistir, crear o experimentar con distintos lenguajes, lenguajes, formatos, artísticos y/o culturales, requiere de la producción de condiciones sociales: tiempo libre, accesibilidad, acciones acciones dedifusión y -lo quees relevanteque la vida cultural posea legitimidad en la sociedad. sociedad.
Esto significa, que sus beneficios en la cohesión social, calidad de vida, desarrollo humano, lucha contra la violencia de género, género, salud mental, entre otros, sean reconocidosy reconocidosy promovidos al más alto nivel de la gestión pública, yde manera articuladae intersectorial. intersectorial. A saber: cultura/seguridad pública, cultura/salud, pública, cultura/salud, arteyciencia, cultura/ medioambiente, entre otros. La calidad de la experiencia cultural depende depende de su integración a la vida cotidiana de las personas, en la ciudad, en los barrios y no como una excepcionalidad. Es lo que ocurre en el caso de los pueblos originarios, donde la cultura no se encuentra afuera de su diario vivir.
Asegurar la participación cultural Junto con promover, desde el Estado, la democratización democratización del accesoa toda la población a un repertorio de obras consideradas como relevantes, rantizando que puedan estar al alcance y ser conocidas y familiarizadas por el conjunto de la población, se requiere ofrecer ofrecer condiciones para desplegar -a la manera de cada unolos derechos culturales.
Esto implica poner a disposición espacios espacios para el desarrollodelos intereses cultura cultura les que cada persona pueda portar, como como también la valorización de “otras” acervos acervos conformados por prácticas culturales -igualmente valiosaspero invisibilizadas y menos dotadas de notoriedad y reconocimiento, reconocimiento, comosonlaseulrurascomunirarias y territoriales, El robustecimiento del capital cultural, pasa por la existencia de políticas culturales transversales, interconectadas, la habilitación habilitación del espacio público -con accesibilidad desde el punto de vista físico y de los contenidoscontenidosy el financiamiento asegurado y permanente permanente de infraestructura cultural a escala nacional y regional, como de centros culturales culturales de proximidad, en todas las comunas del país.
Pero también, y de manera considerable, considerable, por la inclusión de la diversidad de expresiones y formas culturales a la “canasta col rural”, incluyendo desde la asistencia -o lo que realizamos como público o espectadorhasta aquello que realizamos, en todas sus versiones y escalas, como creadores.
Deesta manera habremosganado un paso más en la batalla cultural, haciendo efectiva la ampliación del horizonte de expectación. a la quecada ser humano tienederecho. 1, DiGirólamo, Claudio, 200S, Los cabildosculturales. una experiencia chilena de ejerdciodeciudadanis culturala travésde la participación social, Univeaidadde Gerona Uli) 2.
Cirnoriginal “reiidre aceesaibles les wuv rscapItales de lhumanité su plusgrand nombre possible de rrançais et favoriserlacréation deaoruvres dart es de lesprit”. Extracto del discurso de André Malraux, en la presentad ón del presupuestodel Ministerio de cultura rmitcéssn. eelconso, el27de octubre de 1966,1. Esta manera de nmnbrar al “ser humano” esreHejodel lenguajedelosañosttO, sirdeclinacióndegénero. 4. uno de los espacios tns evocados por losactores del sector culsu ml. con gran nosta lgis, son los Cabildos culto rules. Promovidos desde la División de culturaen los años9O se constituyeron en la miximacxpresiónde parsidpaeión ciudadanaquehayaexperimentadoel sector cultural desdelavuelta a lademocracia. Académica e investigadora enasuntosculturales, Doctora en sociolopla cori EHESSde ParIs, r 1 fr Á.