Autor: carlos peña
Columnas de Opinión: Marcel versus el gobierno
MIRADA CONSTITUCIONAL Columnas de Opinión: Marcel versus el gobierno MIRADA CONSTITUCIONALresto del gabinete, eincluso el presidente, nosonenton-ces rencillas políticas, es decir, discrepancias relativas a. cómo hacer frente a las asperezas cotidianas que posee el quehacer gubernamental, sino quese trata de dos formas de concebir el fondo de la tarea de gobiernoy la verdadera índole del quehacer político.
Mientras el ministro Marcel, vale la pena reiterarlo, cree que hay variables indóciles a la voluntad quesise transgredenel resultado es peorque el que se pretende evitar, hay otra parte del gabinete que piensa que las variables económicas deben subordinarse a la voluntad mayoritaria, una parte que piensa, en el fondo, que el saber económico de ministros como Marcel es un pretexto para no hacer política democrática.
Todo el gobierno ha estadoatravesado por esa tensión subterránea y los últimos incidentes (el delos bonos a los vocales, la gratuidad en educación o el tema del crecimiento) no hacen más que confirmar queella es la clave de las vicisitudes del gobierno que transita entre el deseo de la simple voluntad y la racionalidad técnica que sabe que en este mundo la simple voluntad no basta y que carente de contención racional puede causar estropicios.
Cuando el ministro Marcel se sumó al gobierno del Frente Amplio-abandonandoel Banco Centrales probable que lo haya hecho creyendo que su saber podía remediar la ignorancia económica de la nueva generación, Evidentemente se equivocó porque -lo sabe ahora-no era la ignorancia elproblemasino algo peor y más radical: la convicción que anima a la generación enel poder según la cual la voluntad guía al mundo y dibuja la realidad. El ministro de Hacienda ha hecho noticia esta semana por la flagrante discrepancia que ha mantenido con otros miembros del gabinete.
Mientras él afirma que las noticias acerca del crecimiento son más bien malas o decepcionantes, la ministra Vallejoo la ministra Jara se esmeran por describir la misma situación como un logro en la tarea de normalizar el país que es lo que, aunque no se reconozca ha acabado sustituyendo -para qué engañarsela inicial agenda transformadora. ¿Qué se esconde detrás de esas discrepancias? Lo que subyace en ellas no es una cuestión menor, o simples diferencias de modales a la hora de hacer frente a un hecho incómodo, sino quese trata de dos formas de concebir la acción política.
Mientras para el ministro Marcel la realidad es independiente de la voluntad, y es necesario reconocer sus bordes y sus lí'mites, como única forma decambiarla, para la ministra Vallejo o Jara, e incluso también para el presidente, de lo quese trata es de modificar la realidad, mover, como se dijo tantas veces en la campaña, el límite de lo posible.
Ya se ha olvidado; pero enelorigen dela fuerza política hoy gobernante, el Frente Amplio, se encuentra la idea de que durante las últimas tres décadas la técnica y el saber de los expertos (en una palabra, “de los economistas”) había desplazado o usurpado o sustituido ala voluntad popular, a la voluntad del pueblo.
De esta manera, en Chile habría existido una democracia de élites, dominada por los técnicos o los llamados technopols (personas que poseen saber técnico y redes políticas) que habría explicado la pervi'vencia del modelo neoliberal al que se ha intentado, sin éxito hasta ahora, alojar en una tumba. Las diferencias entonces entreel ministro Marcel y el.