Editorial: Enfermedades cardiovasculares
EDITORIALLas enfermedades cardiovasculares son la causa de casi un tercio de las defunciones en nuestro país. Cada año en el mundo fallecen poco más de 17 millones de personas debido a enfermedades cerebro o cardiovasculares, lo que habla de la importancia quetienela atención oportuna de las causas de estos males. Arica y Parinacota no es la excepciónm de hecho el año pasado se presentó un aumento en la mortalidad por este tipo de enfermedades, subiendo de 147 a 149,2 defunciones por cada 100 mil habitantes.
El principal riesgo de la enfermedad cardiovascular es que usualmente no presenta síntomas y que los hábitos cada vez más sedentarios de las personas, así como la mala alimentación y estimulantes adquieren relevancia en las causas de esas patologías. Las enfermedades al corazón y al sistema circu-latorio se han convertido en trastornos silenciosos pero claramente mortales.
Más de 70% delos casos de ECVs son atribuibles a factores de riesgo modificables: Entre los factoresESLas enfermedades al corazón y al sistema circulatorio se han convertido en trastornos silenciosos pero claramente mortales”. de riesgo incluidos en este estudio están el tabaquismo, consumo de alcohol, calidad de la dieta, activi dad física, excreción urinaria de sodio, hipertensión, diabetes, colesterolno-HDL, obesidad abdomi-nal, nivel educacional, de-presión, fuerza de presión y la contaminación, entre otros. Es necesario crear conciencia sobre las enfermecardiovasculares, dades sus causas, efectos y prevención. Los médicos destacan tres aspectos fundamentales para cuidar este órgano: una alimentación sana, realizar actividad física adecuada y llevar una vida que controle el estrés y la presión arterial. Cada uno de estos puntos plantea desafíos en t minos de salud y en políticas que ayuden a promover la vida sana. El Estado aprobó hace unosaños la legislación de control y rotulación de alimentos, poniendo especial atención en el sodio y la venta de alimentos saludables en los colegios. Pero también en el hogar, los padres tienen una gran lasi allíno bor por cumplir y mejoran las conductas alimenticias, los avances serán escasos.. EDITORIAL