La urgencia de las energías renovables
La urgencia de las energías renovables La transición hacia el cero neto es crucial para limitar el calentamiento global. La energía solar emerge como una solución clave, escalable y eficiente, con un impacto significativo en ciudades como Santiago.
Sin embargo, alcanzar este objetivo requiere acción inmediata, inversión y políticas públicas claras. pata pata limitar el calentamiento global a 1,5C por encima de los niveles preindustriales, las emisiones globales globales de gases de efecto invernadero deben reducirse en un 45% para 2030 y alcanzar el cero neto para 2050, según el último informe de la ONU. Este desafío monumental monumental requiere transitar hacia un modelo energético basado en fuentes renovables, siendo la energía solar uno de los pilares fundamentales de esta transformación. El Head Business Developer de Terralink, Martín Benegas, destaca que la energía solar no sólo es una solución viable, sino también escalable. “Un terreno con 15 mil hectáreas de paneles solares equivale al doble de la superficie de Manhattan y puede abastecer la demanda energética de millones dehogaresyempresas”, asegura. Este tipo de proyectos, aunque complejos, representan una de las herramientas más efectivas para disminuir las emisiones de carbono en sectores clave como la generación generación eléctrica y el transporte. Mientras otras energías renovables, como la eólica o la hidroeléctrica, dependen de condiciones climáticas específicas, la solar ofrece una ventaja única: la autonomía directa de cada usuario. “Si tu sistema está correctamente dimensionado, puedes generar el 100% de tu energía durante las horas de sol”, explica Benegas. “Esta tecnología tecnología avanza rápidamente, reduciendo costos año tras año”, indica.
Datos recientes muestran que el costo de la energía solar ha disminuido en un 89% desde 2010, según laAgencia Internacional de Energías Renovables (IRENA). En países con altos niveles de radiación solar como Chile, esta tecnología es especialmente especialmente eficiente. En Santiago, por ejemplo, donde la contaminación atmosférica es una preocupación persistente, la energía solarpodría contribuir significativamente a mejorar la calidad del aire, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.
Santiago y el desafío de la transición energética Santiago, conocida por su problemática nube de smog debido a su baja ventilación, es un ejemplo emblemático de los desafíos urbanos en la transición hacia el cero neto. “Es un cambio que no ocurrirá de la noche a la mañana, pero cada proyecto de energía limpia es un grano de arena que contribuye al objetivo”, enfatiza el ejecutivo. Según un estudio del Ministerio de Energía, para este año Chile alcanzará una capacidad capacidad instalada de energías renovables equivalente equivalente al 7Q% de su matriz energética. La energía solar, que ya representa el 20% de esta capacidad, seguirá jugando un papel fundamental, especialmente en regiones como Atacama, donde se encuentran algunas algunas de las plantas solares más grandes del mundo. La iniciativa Net Zero Coalition, impulsada impulsada por las Naciones Unidas, reúne a gobiemos, empresas y organizaciones para trabajar en soluciones innovadoras y escalables que permitan alcanzar el cero neto. Este esfuerzo incluye la transición a energías renovables, la electrificación del transporte, la eficiencia energética y la reforestación. Sin embargo, alcanzar este objetivo requiere requiere una acción colectiva e inmediata. Según la ONU, actualmente 139 países, que representan el 83% de las emisiones globales, han adoptado compromisos para alcanzar el cero neto. No obstante, para que estos compromisos sean efectivos, deben ir acompañados de políticas públicas públicas claras y de una inversión sostenida en tecnologías limpias. El cambio climático es el desafío definitorio de nuestro tiempo, pero con tecnologías como la solar, es posible enfrentar esta crisis con soluciones concretas y accesibles.
“Estamos en un punto clave: prácticamente prácticamente as años de 2030 para disminuir las emisiones, y a 25 años para llegar al cero neto, que, si bien parece un largo tiempo, es nada para todo el trabajo que hay que hacer”, sostiene Benegas. “La transición hacia el cero neto no sólo es posible, sino imprescindible”, puntualiza. puntualiza. O.