Autor: Daniela Sugg Herrera, académica e investigadora adjunta Facultad de Administración y Economía UDP; Dra. Elena Jarpa, reumatóloga; Gonzalo Tobar, presidente de la Red Chilena de Pacientes Reumáticos; Dr. Juan Luis Castro, senadordela República; Francisco Chahuán, senadordela República; Paulina Núñez, presidenta de la Agrupación Chilena de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACTECCU); Bernardino Fuentes, presidente de la Fundación Crohn Colitis Ulcerosa, Carlos Quintana
Ley Ricarte Soto
La Ley Ricarte Sotose ha convertidoen un soporte fundamental en nuestro sistema de salud para garantizar el acceso a tratamientos de alto costo a miles de chilenos, pero actualmente enfrenta una preocupante parálisis que requiere una solución inmediata.
Desde 2022 se proyectaba un nuevo decreto con la incorporación de nuevas opciones de tratamiento y casi 24 meses después el decreto permanece en Contraloría, mientras miles de familias y pacientes aguardan respuestas que no llegan.
Este estancamiento abarca delos plazos proyectados y, actualmente, amenaza la credibilidad de una política pública ejemplaren transparencia y toma de decisiones por su postergamiento y atraso, sin visibilidad desu implementaciónen los plazoscomprometidos por el Presidente de la República en la Cuenta Pública de este año. Si bien el Gobierno anunció la incorporación denuevasterapias, esto resulta insuficiente ante la magnitud del retraso acumulado.
La institucionalidad que distingue aestaley deberespetarse: losprocesos y plazos no son meras formalidades, sino garantías para quienes dependen de estos tratamientos y la confianza hacia nuestras instituciones que velan por lasalud y bienestar de nuestro pais Urgeretomarel compromisocon esta política pública pionera. Los pacientes no pueden seguir esperando mientras los procedimientos se estancan en trámites administrativos.