Autor: IGNACIO SÁNCHEZ D.
Cartas: Un nuevo cardenal para Chile
Cartas: Un nuevo cardenal para Chile En el día de ayer, en una fría tarde de Roma, un grupo de chilenosasistimos a la ceremonia en que monseñor Fernando Chomali fuecreado cardenal por el Papa Francisco en el Consistorio realizado enla Basílica Vaticana de la Plaza San Pedro. Estarpresentes y acompañarlo ha sido una oportuni-dad muy especial, pero representa también uncompromiso. En nuestros más de 200 años como repúbli-ca independiente, solo habíamos tenido ochocardenales.
Monseñor Chomali es, entonces, elnoveno cardenal de nuestra Iglesia, desde quemonseñor José María Caro fuera creado por elPapa Pío XII, en el Consistorio de mayo demonia son, en consecuencia, muy bajas, y agradezco profundamen-te haber tenido precisamente esa oportunidad. Sin embargo, tam-bién creo que para quienes nos sentimos parte de la IglesiaCatólica haber sido testigos de este acontecimiento involucraademás una gran responsabilidad. El término cardenal deriva del latín cardo o bisagra, lo cual sugiereel crucial papel de apoyo y compañía en la fe que desempeñan, cola-borando y apoyando al Papa en el gobierno de la Iglesia. Los prime-ros cardenales fueron creados en el siglo XII.
Sin duda, la principalmisión del colegio cardenalicio es elegir al Sumo Pontífice; sin embar-go, también está dentro de sus funciones aconsejar y acompañar alPapa, presidir organismos de la Curia Romana y participar en congre-gaciones, consejos y otros órganos de administración de la SantaSede. Así también, muchos cardenales gobiernan arquidiócesis rele-vantes, como es la nuestra de Santiago. Son todas ellas responsabili-dades de la mayor complejidad y en su cumplimiento se requiere elejercicio de numerosas virtudes. Monseñor Chomali, nieto de inmigrantes provenientes de Palestina, estudió en la Alianza Francesa y en el Instituto Nacional. Ingenierocivil de la UC, ingresó al Seminario Pontificio Mayor y fue ordenadosacerdote el año 1991. Estudió Licenciatura en Teología Moral y unDoctorado en Teología en Roma, junto con un Magíster en Bioéticaen el Instituto Juan Pablo II. Fue profesor de Bioética en la Escuelade Medicina de nuestra universidad, además de realizar docencia enÉtica en la Escuela de Ingeniería y en la Facultad de Teología. En elaño 2006, fue designado obispo auxiliar de Santiago por el PapaBenedicto XVI.
Luego, en 2011, fue nombrado arzobispo de Concep-ción, en donde realizó una notable labor pastoral, destacando supreocupación por los más pobres y la implementación de innovadorasiniciativas que mostraron a una Iglesia presente en las necesidadesacuciantes de la población. La feligresía le respondió apoyando conentusiasmo y lealtad a su pastor. En octubre del año pasado, el Papa Francisco lo nombró arzobispode Santiago y en esa condición me ha correspondido trabajarcon él, al asumir como Gran Canciller de nuestra universidad.
Susprimeras reacciones al momento de la designación fueron: “Aceptoeste nuevo encargo pastoral con humildad y la convicción de queJesucristo es el centro de la historia y que predicarlo a ÉL a tiempo ya destiempo es el mejor servicio que le podemos hacer a la sociedad”. Desde entonces, hemos visto a un arzobispo activo, preocupado deproclamar el evangelio y de expresar la voz de la Iglesia frente a lasdiferentes temáticas públicas. Desde que se conoció la noticia de su creación cardenalicia, monse-ñor Chomali ha manifestado su gratitud al Papa, expresando que esteera un reconocimiento para la Iglesia en Chile. Ayer manifestó: “elmejor servicio que puedo prestar es anunciar el Evangelio”. Esa señalde humildad y sencillez nos compromete a todos quienes somos partede ese pueblo. Como testigo de la ceremonia de su creación cardena-licia el día de ayer, también tomo conciencia de la responsabilidad deapoyarlo y acompañarlo en el ejercicio de las inmensas tareas pasto-rales que ha asumido. La ceremonia ayer en Roma fue sencilla, solemne y emotiva, con lapresencia de una gran mayoría de los cardenales de la Iglesia. Acom-pañamos a monseñor Chomali sus familiares directos, obispos, sacer-dotes y religiosas, representantes del Gobierno, de la UniversidadCatólica, de organizaciones de Iglesia, de la cultura, de parroquias yun gran grupo de amigos.
El Papa Francisco hizo un llamado a estosnuevos cardenales a “caminar detrás del Señor”, y recalcó que susprincipales tareas eran “el anuncio de la palabra y la oración”. Mani-festamos la alegría de tener un nuevo cardenal para nuestro país. Elsigno de una Iglesia viva, que se renueva y crece en la fe, con lamirada de entregar una palabra de esperanza a la sociedad. Rector, Pontificia Universidad Católica de Chile. 1946. Las probabilidades de estar presentes en esa solemne cere-