Columnas de Opinión: Estudiantes migrantes
Columnas de Opinión: Estudiantes migrantes En la Región de Coquimbo, 174 mil estudiantes componen el sistema escolar en 2024.
Entre ellos, cerca de un 5% son extranjeros (más de 8 mil niños y adolescentes), y un 3% accede a la educación mediante el Identificador Provisorio Escolar (IPE). una herramienta que, aunque temporal, tiene un efecto inmediato: permite a niños, niñas y adolescentes migrantes integrarse a la sala de clases, acceder a textos, alimentación, seguro escolar y. en definitiva, al derecho fundamental de educarse. Pareciera una cifra menor, pero detrás de ese porcentaje hay miles de historias de resiliencia, esfuerzo y esperanza. Porque para un niño migrante, el aula no es solo un espacio de aprendizaje académico, sino también un refugio, una posibilidad de inclusión y un puente hacia una vida con dignidad. El Ministerio de Educación ha hecho avances importantes, especialmente al permitir que menores sin RUN puedan estudiar, rendir exámenes y hasta postular a la universidad gracias al IPE. La educación pública, especialmente en comunas como Coquimbo y sectores como Tierras Blancas, ha demostrado estar a la altura, no solo en cobertura. sino también en humanidad. Son las escuelas del SLEP Puerto Cordillera, con sus docentes, asistentes y directivos, las que muchas veces contienen y acompañan sin distinción a quienes llegan con otra bandera en su historia familiar. Pero esta columna no busca celebrar lo obvio que un niño tenga derecho a educarse en Chilesino advertir sobre lo que aún no resolvemos. Porque si bien el IPE abre la puerta, también instala una espera.
Su carácter provisorio puede transformarse en una trampa si no existe una política migratoria clara, con enfoque de niñez y derechos.. Un 3% accede a la educación mediante el Identificador Provisorio Escolar (IPE), una herramienta que, aunque temporal, tiene un efecto inmediato: permite a niños, niñas y adolescentes migrantes integrarse a la sala de clases, acceder a textos, alimentación, seguro escolar y, en definitiva, al derecho fundamental de educarse.