Autor: Claudio Martínez Cerda
Formación cívica patrimonial
Formación cívica patrimonial OpiniónAraíz de la conmemoración de dos de los más grandesterremotos de la historia de la humanidad, ocurridosen nuestra región de Ñuble; uno, el más devastador en vidas y endestrucción física (Chillán 1939), y el otro, en Cobquecura, el 2010, de una intensidad que lo ubica entre los top ten de los terremotos en toda historia de la humanidad, surge la necesidad de reflexionar sobre el valor patrimonial de estas tragedias.
Porque el patrimonio está construido sobre la base de la historia de la humanidad, y ésta se compone de tragedias y de hechos notables, comopuede ser una obra de arte, un obraarquitectónica, una tradición, unacostumbre o simplemente una vivencia extraordinaria. perlas sobre dicho territorio. Estosvalores no siempre son visibles, suelenadquirir valor cuando el bien patrimo-nial se destruye o desaparece, en ese momento ya tardío, nos damos cuentaque era parte de nuestra identidad. Los dos megaterremotos de Chillán y Cobquecura, qué duda cabe, son parte denuestro patrimonio y por ello preservar sumemoria es un ejercicio que contribuyede muy buena manera a la formación cívico patrimonial.
Este concepto, el de formación cívico patrimonial, es necesario extenderlo de manera transversal a toda la comunidad, en todos los estamentos, públicos y privados, porque el patrimonioy sus valores nos pertenecen a todos, sonparte de una identidad transversal, el que muchas veces por falta de valoración opercepción comprensiva, se destruye y se lleva parte de nuestras vivencias.
Comoconstruir este espacio para que estaformación cívico patrimonial permee a la sociedad por la cual transitamosa diario, en medio de la jungla de las redes sociales, de la inmediatez queconsumimos como si fuera una droga y no nos permite mirar con serenidadhacia el pasado para construir un futurocon identidad y sentido de pertenencia. Es el gran desafío de nuestros tiempos, Por ello hace bien conmemorar estosdos megaeventos ocurridos en mesesconsecutivos aunque con una diferencia de 71 años en nuestra región. Estas conmemoraciones son parte de lo quedenominamos formación cívica patrimonial.
Esta formación transita desdeel conocimiento de la historia de un territorio, hasta la comprensión profunda de los valores que tienen los productos que la propia historia va arrojando comodejar atrás las miradas cortoplacistas, para trasformar la conservación y puesta en valor del patrimonio, en una inversión social, cultural y también económica, a través del turismo principalmente y del consumo y comercialización de productos patrimoniales.
Por tanto la formación cívico patrimo-nial debe orientarse finalmente a que lacomunidad, desde los más altos niveleshasta los más cotidianos, perciba que lacombinación virtuosa entre patrimonio, cultura, identidad y desarrollo económicoes posible, a través de un proceso que nece-sariamente comienza con el conocimientoy comprensión de qué es el patrimonio. Y a partir de ello, cómo rentabilizarlo enbeneficio de los habitantes del territorio que conviven a diario con él, sin tener muchas veces clara conciencia de ello.
Por ello, la denominación de formación cívica patrimonial, en la cual la conme-moración de los terremotos de 1939 y 2010se vinculan con el futuro, cobra sentido en la preservación y recuperación de lamorfología de Cobquecura a través desu zona típica, así como debiera serlo la conservación de la nueva morfologíaurbana y arquitectónica que emerge en Chillán a partir de 1939. En ambos casosel gran protagonista es el patrimonio.. Opinión