Autor: Andrea Cox Jefa social territorial de Hogar de Cristo en Antofagasta
Columnas de Opinión: ¿Hemos logrado un cambio real?
Columnas de Opinión: ¿ Hemos logrado un cambio real? OAndrea Cox Jefa social territorial de Hogar de Cristo en AntofagastaE: 19 de octubre de 1944, mientras Santiago dormía, el padre Alberto Hurtado tuvo una epifanía. Al encontrara un hombre enfermo y tiritando de fríoenunzaguán, no vio a un necesitado más, sino a Cristo mismo. Decidió entonces quevagaban por una ofrecer un hogara esos Cristos anónimosciudad sumida en la pobreza. Curiosamente, fue Antofagasta la primera en acoger esta misión fuera de la capital, abriendo su filial en 1957,5 años después de la temprana muerte de Al berto Hurtado, el notable fundador del Hogar de Cristo. Hoy, esa pobreza “a pa“En la región, más pet” tuberculosa, parece haber quedado en el pasado.
En 1952, cuando murió Alberto Hurtado alos 51 años, la esperanza de vida para los hombres era de 50 años; hoy es de 79 parade 10 mil adultos mayores -un 11,3% -son á dependientes y necesitan ayuda”. ellosydes2paraellas. ¿Podemos decir entoncesque la disminución de la pobreza esun objetivo cumplido? Para nada. Las nuevas vulnerabilidades sociales se han vuelto cada vezmás complejas y diversas. En nuestra región, tenemos una deuda profunda con las personas en situación de calle que deambulan por nuestra ciudad y con los adultos mayores que viven en completo abandono en las zonas periléricas. Enla región de Antofagasta, más de 10 mil adultos mayores un11,3% -son dependientes y necesitan ayuda constante. En la macrozonanorte, que abarca Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama, vivir en zonas periféricas puedeser un verdadero infierno. Para algunos, llegara un hospital puedeto-mar hasta 484,9 minutos, más tiempo que muchos vuelos internacionales. Por eso hemos transformado nuestras residencias en una red de servicios de cuidado domiciliario, más personalizada. Laidea es transitar hacia programas que ofrezcan atención domiciliaria y ambulatoria, instalados en las comunidades. Así, la desatención, el aislamiento fisico, la depresión yla soledad no amenazarán la vida de esos 200 mil mayores que hoy viven bajola línea de la pobreza en Chile.
Las más de 900 personas en situación de calle en Antofagasta, muchas de las cuales pasan sus últimos días viviendo abandonados en la periferia, son otro tema al que el Hogar de Cristose ha dedicado con ahínco desde su creación. Lo vemos en Antofagasta: desde 2020, más de 25 personas en situación decalle han muerto en la región.
Sería notable contar en Antofagasta con el programa Vivienda Primero, que en cinco años ha logrado sacar de la calle acasiun millar de hombres y mujeres mayores de 50 años con larga experiencia en esa situación. Es una iniciativa social que genera cambios notables: en salud, vinculación familiar, empleo. Dignidad, en definitiva. Al cumplir 80 años, surge una pregunta: ¿ Hemos logrado un cambio real? La diversidad y complejidad de las pobrezas actuales no dejan espacio para la complacencia. Desafían al mundo privado, a las organizaciones de la sociedad civil y al Estado a atreverse con nuevas soluciones que se adaptena los tiempos presentes.
Hogar de Cristo se la juega por eso, pero para hacerlo necesita de loschilenos de corazón generoso, esos con los que Alberto Hurtado fundó lo que para muchos es el milagro cotidiano que lo elevó alosaltares.. Columna