CARAS Y CARÁTULAS
CARAS Y CARÁTULAS CARAS Y CARÁTULAS_ Por_ Antonio Voland Alisú, Yadak, Pululosz y más Las formas del agua pueblonuevonetlabel Una convocatoria a 8 mujeres en la música electrónica desde todas sus ramificaciones tiene resultados tan diversos diversos como los que se exhiben en «frecuenciAzul», del sello Pueblo Nuevo.
El azul en su título y en la carátula del disco es una representación del agua que domina toda la obra, a través de sus muchas formas: las ondas del océano, el mundo subacuático, la lluvia tenue, la tormenta desatada y la explosión del géiser, entre otras imágenes.
En la escucha dedicada podemos identificar una carga abundante de gestos y planos musicales, junto con los materiales materiales sonoros que se utilizan y que salen a la superficie a través pequeños detalles, de pronto inadvertidos.
Las compositoras, productoras, improvisadoras y experimentadoras experimentadoras aquí son: Alisú (((Bahía misteriosa»), el nombre con mayor trayectoria en la electrónica experimental de este elenco; además de Yadak (Visión blanca») y Valentina Maza (Sky»), que vuelven a una propuesta ambient; la contrabajista Amanda Irarrázabal (cElectriza») y un colla ge de sonido y ruido; junto a Valentina Villarroet («Geofonías VIII»), con otro sorprendente paisaje sonoro. La serie se completa con las jóvenes productoras Darlavida ((Efecto mariposa»), Groovestastik (»Naturica») y Pululosz (Quick sand»), que imprimen más pulso e intensidad a la música. Roberta Lazo Armar y desarmar roberta_lazo_valenzuela Son dos lugares que ella conoció en su vida de más de una década en Europa, en ciudades como Friburgo, Linz, Viena y Oslo.
Hija del artista visual y músico Félix Lazo, desde el sonido, la compositora y también artista visual Roberta Lazo, define una observación acerca de los tiempos en que el Cambio Climático nos sorprende cada vez con algo nuevo. nuevo. Su cuarto disco es «Paisajes interrumpidos», editado en vinilo por el sello Aula Records y con una cubierta elaborada por ella misma, desde la visualidad y la materialidad.
Sus partituras utilizan el sonido de la flauta (la noruega Hanne Jones Rekdal en la obra «Deshielo invernal») y del clarinete bajo (la austríaca Anna Koch en «Verde degradado»). degradado»). Son dos intérpretes que Lazo escogió, porque cada una está conectada con ese paisaje alterado de la Naturaleza: una cascada noruega que ya no se conqela conqela como antes, y un bosque austríaco cuyos árboles y animales manifiestan gran estrés ante las olas de calor. Sin una intención crítica, la compositora plantea aquí estas reflexiones personales. Para representarlas, Lazo escribe cuatro movimientos en que los instrumentos se tocan por partes, armando o desarmando sus componentes como esos mismos lugares en transformación.
Paulina Pérez Ni poder ni espada paulinaperez. musica “Progreso sistemático”, “vida práctica”, “cajero automático”, “botellas de plástico”. Son imágenes que aparecen en la canción que cierra el disco «Trama», el nuevo y sorprendente sorprendente trabajo de esta cantautora. Ese tema es «Trama», que en realidad son varias canciones en una. Con guitarras eléctricas misteriosas, métricas irregulares, pulsos ternarios ternarios de bombo y saxofones que se desbordan, ella termina desarmando el poema «Dame la mano», de Gabriela Mistral, que habitualmente se canta como un vals. Aquí no. En su nueva búsqueda, Paulina Pérez pone en discusión la idea acerca de la canción. Así ocurre en «Trama», que tiene pequeños movimientos cuyos límites son difusos.
Ese desmantelamiento circula también en varios momentos de esta obra, donde siempre hay una poesía profunda (como en la musicalización de «Todo es ronda», también de Mistral), Mistral), y siempre hay una raíz folclórica que convive con las innovaciones sónicas (como en la cueca sicodélica «El amor y el dolor»). Desde el rock progresivo, el folk, la experimentación experimentación y el canto libre, surge otro tipo de canción de protesta, persistente y actual. Ella habla del agobio, el hastío y el sinsentido, del abuso de poder, del uso excesivo de la fuerza y de la destrucción de los recursos naturales.
“No tengo poder ni espada, pero tengo mi guitarra”, canta en «Decimal». Cristián Aros Fuego de trompeta cr1 stianarosmusic El día en que este trompetista apareció en las filas del ensamble dirigido por el célebre arreglador estadounidense estadounidense Jim McNeely en 10 conciertos en Thelonious el año pasado, un nombre nuevo para el jazz chileno tuvo su iniciación en las grandes ligas.
Venido de San Pablo, en la región de Los Lagos, Aros asoma como un valor que se incorpora incorpora a la tribu de los trompetistas locales, siempre con muy pocos exponentes pero al mismo tiempo con grandes leyendas: desde el Huaso Aránguiz a Cristián Cuturrufo. Cristián Aros se estrena como líder con «Ester», un homenaje sentido a una segunda madre que partió muy pronto para él.
Musicalmente escarba en la tradición del hard bop de los 50 y toda la pléyade de trompetistas que incendiaron la ciudad de Nueva York con su música, habitualmente grabando para el sello Blue Note, desde Clifford Brown, Kenny Dorham y Booker Little a Donald Byrd, Lee Morgan y Freddie Hubbard.
Aros conduce uno de estos quintetos clásicos, con trompeta, saxo tenor, piano, contrabajo y batería, pero también se da el gusto de tocar mano a mano con otros trompetistas de esa misma tribu a la que ha sido llamado: Sebastián Jordán y Mauricio Castillo.
NOMBRES PROPIOS_ Donan Chávez (1 970-2024) Las recientes visitas al país de Cristián Vogel y Nicolás Jaar, dos personalidades chilenas de la música electrónica a nivel mundial que construyeron construyeron sus obras desde Londres y Nueva York, respectivamente, nos recuerdan la inesperada muerte de Donan Chávez este verano, producto de dos infartos. Tenía 53 años.
Nacido en Valparaíso, fue parte parte de esa comunidad de productores, productores, gestores y DJs que impulsaron la electrónica de baile en nuestro medio a fines de los años 90, sin contar con el roce de primera mano con las corrientes y esferas que sí tuvieron tanto Vogel como Jaar, o como Ricardo Villalobos Villalobos en Alemania, o como Luciano en Suiza.
Donan Chávez contribuyó a delinear esa cultura dance local, tanto como DJ residente en el club La Feria durante doce años yen las versiones locales de la Love Parade, como en sus tres temporadas en el club Macarena, de Barcelona, junto con sus cuantiosos trabajos de distinto alcance para sellos de Alemania, Inglaterra, Inglaterra, Italia, Francia, España y Países Bajos. l.