Autor: por SOLEDAD HORMAZÁBAL
COLUMNAS DE OPINIÓN: Pagar la cuenta
COLUMNAS DE OPINIÓN: Pagar la cuenta PUNTO DE VISTA Pagar la cuenta Pagar la cuenta --por SOLEDAD HORMAZÁBAL-n 2019 se proyectaba que el precio de la energía iba a bajar por lo que se decidió, dado el contexto político y social que vivíamos y para evitar un alza de 9,2% de las cuentas, crear un mecanismo transitorio para adelantar esas futuras reducciones en los precios. En otras palabras, los clientes regulados (los hogares) acumularían una deuda con las empresas suministradoras de electricidad que saldarían cuando se materializara la baja en los precios. En simple, cuando llegara el momento derebajar las tarifas, éstas se mantendrían y así iríamos reponiéndole los ingresos que las empresas eléctricas dejaron de percibir. No era una mala idea. Pero la pandemia y la guerra en Ucrania llevaron a que los precios de la energía subieran en lugar de disminuir como se esperaba. En 2022, para evitar nuevas alzas, se dictó otra ley que repetía el mecanismo deestabilización "transitorio" delas tarifas. Desgraciadamente, los precios reales siguieron aumentando, a lo que se sumoóel retraso en la publicación de decretos. Así, la deuda de los hogares con las empresas eléctricas se siguió acumulando.
Enla práctica, los precios de la energíaeléctrica paralos clientes regulados están congelados desde 2019 y a la fecha la deuda con las suministradoras= que corresponde a lo que dejamos de pagar en estos cuatro añosalcanza los US$6.000 millones, lo que equivale a aproximadamente el 2% del PIB. La última ley en la materia, de 2024, determina que las tarifas retornen gradualmentea sus costos reales, con loquese deja de generar nueva deuda. Además, seestablece un mecanismo para que los usuarios paguen la deuda acumulada y se crea un subsidio transitorio para los hogares más vulnerables. los hogares más vulnerables. Fue así como, a grandes rasgos, las Cuentas de la luz subirán 57% en promedio durante los próximos meses, presionando la inflación y reduciendo el ingreso disponible delos hogares. La situación es sin duda muy compleja, por esto, actualmente se discute la posibilidad de ampliar el subsidiorecién creado con la dificultad de encontrar una fuente de financiamiento para esto. Sin embargo, resulta preocupante que se alcen voces que acusan abuso y piden que las empresas suministradorasasuman un costo, en circunstancias que estamos hablando de una industria regulada. No pagar a las empresas eléctricas todo lo adeudado es un camino inaceptable. Somos un país serio que paga sus deudas y no podemos perder este atributo, menos tamos en un proceso de transición energética que requerirá de grandes inversiones en el sector. Demás está decir que un país queno paga completamente sus deudas es riesgoso para invertir, con lo quese exigirán mayores retornos a las inversiones o éstas simplemente nose materializarán. En otras palabras, la cuenta la pagaremos de todas formas. Nonos olvidemos que la efectividad y las consecuencias de las políticas públicas dependen críticamente delas expectativas queel sector privado tengasobrelas futuras políticas quese implementen. En este sentido, sino se da una solución razonable a esta situación se arriesga perder credibilidad, lo que hipotecaría la capacidad de implementar políticas públicas eficaces a futuro. No perdamos nuestra seriedad y responsabilidad, ya que los costos pueden ser múltiples y persistentes. iesiesIntegrante del centro de estudios Horizontal..