Autor: Rodrigo Contreras Vergara
La promesa que Eric De Bisschop no pudo cumplir
La promesa que Eric De Bisschop no pudo cumplir Rodrigo Contreras Vergara Esta historia son varias historias. Es el relato de una travesía imposible. O puede ser la estampa de un explorador apasionado. Pero también es una historia de amor.
Un cóctel que el documentalista Patricio González olfateó hace 10 años ay que estar un poco loco para querer viajar de Constitución a la Polinesia en una balsa, buscando demostrar que hubo contactos precolombinos entre navegantes de Tahití y culturas de Chile central. Como Robert Scott y Roald Amundsen cuando emprendieron su loca carrera por conquistar el Polo Sur. También hay locura en el amor. Enloquecen los niños y no van a enloquecer los adultos. No es que Eric De Bisschop estuviera loco. Tampoco Scott y Amundsen. Es solo que el espíritu aventurero del ser humano, siempre de la mano del tiempo que se expande inexorable, tiene una cuota de exageración adrenalínica que nos impulsa a intentar lo que parece imposible. Y como en toda aventura, a veces se gana y a veces se pierde. Eric De Bisschop perdió. Aunque eso no está claro. Por algo Patricio González ha estado 10 años tras el rastro de la expedición de De Bisschop. Una historia que tiene un capítulo importante en la costa maulina, más precisamente en los astilleros de Constitución. Digamos entonces que Patricio González Colville, el hombre del clima, de hecho, agroclimatólogo de la Universidad de Talca, es también un avezado documentalista. Bajo esa veta, se interesó en la historia de Eric De Bisschop, un francés aventurero empecinado en demostrar la teoría de la presencia polinésica en las costas chilenas antes de los españoles. Fue en ese empeño, a 250 millas del archipiélago de Juan Fernández, que una tormenta hace naufragar la balsa en que viajaba junto a otros cuatro tripulantes, el 26 de mayo de 1957. Ese año María Correa vivía tranquila en su fundo en Curicó. Pero antes que María y Eric se conocieran debió pasar un tiempo, aunque no mucho. no mucho. De Bisschop y sus asistentes fueron rescatados por la fragata Baquedano y trasladados a Valparaíso. Completaban la lista de tripulantes los también franceses Michel Brun y Alain Brun, el tahitiano Francis Cowan y el chileno Juan Bugueño, nacido en Puerto Montt. De Bisschop no pudo terminar la travesía y comprobar "in situ" su teoría. Su balsa, llamada "Tahiti Nui", estaba hecha de bambú. En Chile el naufragio fue noticia de portada. Los sobrevivientes se alojaron en el Hotel Crillón de Santiago. De Bisschop, como buen aventurero, no quedó conforme con el fracaso y comenzó a idear una segunda parte. Quería, a como diera lugar, hacer el viaje de regreso a la Polinesia. Los María Correa viuda de Irarrázaval y Eric De Bisschop en el Fundo Molino Viejo en agosto de 1957. inconvenientes, en todo caso, no eran pocos. Dos de los tripulantes, presionados por sus familiares, optaron por abandonar el proyecto y regresar a sus países. Fue el caso de Michel Brun y Francis Cowan.
En su reemplazo se incorporaron Jean Pellissier, un oceanógrafo francés de 25 años que estaba haciendo una estadía de investigación en Valparaíso, y Juan Fischer, también de 25 años, recién egresado de la carrera de Ingeniería en Minas de la Universidad de Chile. Así, se suman a Alain Brun y Bugueño, quienes decidieron quedarse, además, claro, de Eric, el capitán de la expedición. La mayoría eran jóvenes que no pasaban de los 30 años. Brun tenía 27 y Bugueño, 29. De Bisschop era el mayor con 66 años. Solucionado el tema de la tripulación, quizás el más sencillo, quedaba por definir cómo construirían la balsa. Dada la repercusión de la noticia, la historia llegó a oídos de los astilleros de Constitución, de larga y reconocida tradición construyendo naves, quienes se ofrecieron, gratuitamente, para emprender esta tarea. El capitán acepta y les entrega un plano hecho a mano con las especificaciones técnicas. El documental que prepara Patricio González justamente narra el segundo intento de De Bisschop, periplo que partiría en Constitución y llegaría, vía El Callao, a Tahití. En tierras maulinas, De Bisschop conoce a María Correa, viuda de Irarrázaval, dueña del fundo Molino Viejo.
La promesa que Eric De Bisschop no pudo cumplir Patricio González Colville ha investigado durante 10 años, en archivos de Chile, Perú y Erancia, los dispersos documentos fotográficos, fílmicos y escritos sobre las frustradas travesías de Eric De Bisschop. Por ejemplo, leyó las bitácoras sobre el viaje que escribieron Michel Brun (Le Destin Tragique du Tahiti-Nui". Francia 1959); Jean Pellissier ("5 Hommes Sur un Radeau". Francia, 1959); Eric de Bisschop ("Cap a L"Est. Premiére Expédition du Tahiti-Nui". Francia, 1957); y Bengt Danielsson ("Tahiti-Nui". Buenos Aires 1961). También realizó una extensa entrevista de 4 horas a Juan Bugueño, el chileno que participó de las dos travesías. Pero la exclusividad del documental, advierte el realizador, radica en que pudo acceder a una bitácora de viaje inédita del "Tahiti Nui II" que permaneció por 65 años guardada. En ella se relata, con cruda realidad y a veces violencia, las discusiones sobre los culpables que los llevaron a ese peligro extremo para sus vidas". en Curicó. González no adelanta mucho, pero dice que María fue mecenas y secretaria de la expedición. Y no solo eso. María y Eric se enamoraron. Un amor maduro, avivado seguramente por el ímpetu aventurero del francés. Un amor de tertulias en el fundo de María y, tal vez, caminatas por el borde del río Maule. Todo en medio de los preparativos del viaje. Una muy buena historia para contar. La construcción de la balsa se inició en septiembre de 1957 y estuvo lista en enero de 1958.
Se bautizó como "Tahiti Nui 11". Los armadores de Constitución, explica Patricio González, "le advirtieron a De Bisschop que la balsa, por el tipo de maderas que se usaron, ciprés y eucaliptus, no era apta para un viaje tan largo". De Bisschop no hizo caso. Partió igual a la aventura. Antes, le prometió a María que completada la travesía, después de los vítores y reconocimientos, regresaría al Maule para casarse. Lo tenían todo planeado. El matrimonio se realizaría en la iglesia de Constitución en una boda fastuosa, para luego irse a vivir a una hacienda que ella tenía en Lontué.
La balsa construida en los astilleros maulinos zarpa desde Constitución el 15 de febrero de 1958, lleganPatricio González Colville con los dos únicos navegantes vivos: Juan Bugueño a la izquierda y Jean Pellissier a la derecha, en Constitución marzo de 2017. Bitácora inédita sobre la trágica travesía de la Balsa Tahiti-Nui IT. El dibujo de la derecha es un esquema hecho por Eric De Bisschop para confeccionar un bote de salvataje, con las pocas maderas sobrantes del naufragio. do a El Callao 40 días después. En Perú le advierten nuevamente, con la línea de flotación de la balsa muy hundida, que la embarcación no soportaría los más de 7 mil kilómetros que separan El Callao de Tahití. Que hay moluscos que se adhieren a la madera provocando que ésta absorba más agua, lo que, progresivamente, irá lastrando la balsa. No hay caso. De Bisschop no entiende razones. La "Tahiti Nui II" zarpó desde El Callao el domingo 13 de abril. De ahí en adelante las cosas solo empeorarían.
En julio, tras cuatro meses de viaje, en medio del Océano Pacífico, incomunicados, sin comida y poca agua, la balsa se hunde, quedando sus cinco tripulantes a la deriva sobre una endeble estructura que se hace inmanejable. De Bisschop había enfermado de gravedad debido a una pulmonía. Su lugar lo toma Alan Brun. González relata que la situación era extrema. "Hay recriminaciones, llantos, miedo a morir en la soledad, ahogados o en las fauces de tiburones". Divisan un carguero japonés que podía ser su salvación. Pero, sin bengalas que pudieran advertir de su presencia, la nave no los ve y pasa de largo. La desesperación es total. Mezclan la poca agua que les queda con agua de mar.
Patricio González reconoce en éstas y otras situaciones los ingredientes perfectos para un guion cinematográfico. "Hay aventura, drama, comedia, épica, deseo, ambición e inclusive amor", acota con evidente entusiasmo, haciendo referencia por supuesto a la historia de Eric y María.
Lamentablemente -para la pareja de enamorados, no para el guion que gana en intensidad dramáticaEric De Bisschop finalmente muere cuando los restos de la balsa navegaban a la deriva en el atolón de Rakahanga, polinesia inglesa. Una semana después los cuatro sobrevivientes son rescatados y llevados a Tahití por el crucero francés "Lotus". El cuerpo del capitán Eric De Bisschop fue sepultado en Tahití en septiembre de 1958. No pudo cumplir la promesa que le hizo a María. Q) plir la promesa que le hizo a María. Q) Avance y estreno El documental, calcula Patricio González, está filmado en un 70%. Lo inició el 2016. Las últimas tomas espera realizarlas entre 2024 y 2025, teniendo fecha de estreno para octubre de 2025 en Constitución y Talca. Posteriormente lo presentará en Santiago y Valparaíso. sentará en Santiago y Valparaíso. sentará en Santiago y Valparaíso.. - - -