Autor: José Sandoval Díaz
Columnas de Opinión: Censo 2024: Ñuble y su envejecimiento
Columnas de Opinión: Censo 2024: Ñuble y su envejecimiento Director del Centro de Estudios Ñuble UBB El Censo 2024 confirma el sostenido envejecimiento demográfico que atraviesa Ñuble. La población aumentó de 419.249 personas en 1992 a 512.289 en 2024, pero la transformación más significativa no está en el número total de habitantes, sino en su estructura etaria.
En 1992, el 30,4% de la población tenía entre 0 y 14 años; en 2024, ese grupo representa solo el 17%. En cambio, la proporción de personas de 65 años o más se duplicó, pasando de 7,3% a 16,6%. Esta tendencia se refleja con claridad en el índice de envejecimiento, que mide la cantidad de personas de 65 años y más por cada 100 menores de 15 años. Ñuble pasó de un índice de 24% en 1992 a 97,6% en 2024. Es decir, hoy existe prácticamente una persona mayor por cada menor de 15 años, lo que modifica profundamente la configuración sociodemográfica. El aumento de la población mayor no solo conlleva desafíos sanitarios o previsionales. Uno de los fenómenos más relevantes y muchas veces invisibilizados es la soledad no deseada: la experiencia subjetiva de falta de vínculos sociales significativos, que puede ocurrir incluso en contextos donde existen interacciones. En personas mayores, esta vivencia tiene impactos importantes en su salud física, mental y calidad de vida, incrementando el riesgo de enfermedades crónicas, deterioro cognitivo y síntomas depresivos.
El crecimiento en el número de hogares censados de 100.230 en 1992 a 190.402 en 2024 y de viviendas particulares de 102.856 a 234.845 también sugiere un aumento de los hogares unipersonales, especialmente en personas mayores que envejecen solas. Este dato refuerza la necesidad de políticas que promuevan redes de apoyo, servicios de cuidado domiciliario y estrategias comunitarias de acompañamiento. Frente a este escenario, se requiere con urgencia una política regional alineada con el enfoque de envejecimiento saludable propuesto por la OMS.
Este paradigma plantea que todas las personas deben tener la posibilidad de desarrollar y mantener su capacidad funcional aquello que les permite ser y hacer lo que valoran en entornos que favorezcan su autonomía y participación. Esto no se reduce al acceso a salud, sino que incluye vivienda, transporte, espacios públicos seguros, acceso a tecnología y vida cultural.
Asimismo, Ñuble debe avanzar decididamente hacia el principio del envejecimiento en el lugar, es decir, permitir que las personas mayores permanezcan en sus entornos habituales barrios, localidades o comunidades con el soporte necesario, evitando desplazamientos forzados a ciudades o instituciones. Este enfoque requiere inversión sostenida, especialmente en comunas rurales e intermedias, donde las brechas de acceso y conectividad son más pronunciadas. Ñuble está envejeciendo, y lo está haciendo mayoritariamente en sus territorios de origen. Sin embargo, en muchos casos, este proceso ocurre en condiciones de soledad no deseada. El Censo 2024 no solo entrega cifras: nos interpela a repensar el territorio, los sistemas de cuidado, la cohesión social y el rol de las personas mayores como actores sociales. El futuro regional se construye hoy, en cómo respondemos con dignidad, equidad y compromiso colectivo a esta transformación demográfica ineludible. Opinión. Opinión