Autor: Daniela Rivera, Guillermo Donoso y María Molinos Centro de Derecho y Gestión de Aguas UC
Crisis hídrica I
Sequía, impacto, preocupaión, pánico, lluvia, apatía, sequía... Esasson las fases del denoinado ciclo hidro-ilógico, que se reitera, una y otra vez, en muchos itios. En Chile hoy estamos en la fase de preocupación, ad portas de entrar al pánico, producto delo que ya se ha catalogado como una hipersequía”, por su magnitud extensión. Trece años han transurrido, alo menos, desde que esa situación comenzara a dar sus primeros indicios. ¿Qué hemos hecho desde entonces? “Inercia” podría se na expresión que describe el esenario. Peor aún, en las grandes iudades el consumo diario de gua por persona aumentó un 14% en los últimos seis años, llegando a un promedio de 170 litros/persona/día, muy por encima del promedio OCDE. Esta ruta y forma de actuación es insostenible.
Debemos dejar sólo d preocuparnos y, de una vez, “ocuparnos” de una de las peores crisis que vive el país, qu nos afecta (o afectará) a todas todos, y frente a la cual no podemos seguir pasivos, esperand la próxima lluvia (ojalá), la cual probablemente tendrá el efect e borrar, cual magia, la consternación, el interés y la urgenia.
Las acciones y ajustes requeridos son varios (institucionales, normativos, culturales, políticos), pero todos tienen un sustrato común: nuestra relaión con el agua debe cambiar, so exige el esfuerzo y volunta e actores públicos, privados, e la academia, de la socieda n su conjunto. No sigamo ando vueltas en un círculo vi loso; activémonos por el agua,