PICASSO 1906: El año de la gran transformación
PICASSO 1906: El año de la gran transformación H asta ahora, el año 1906 en la evolución creativa de Pablo Picasso se consideraba un tiempo de extensión de su período rosa y/o se veía como una introducción de "Las Señoritas de Avignon" (1907). Pero tal vez nunca antes se reconoció como un tiempo radicalmente significativo. La realidad, al parecer, es otra. Las recientes investigaciones lo plantean al afirmar que fue un año único al proyectar las bases de la modernidad.
El Museo Reina Sofía de Madrid expone esos innovadores cambios en su obra, su mirada y cruces de las artes y las culturas en una "atractiva e inteligente muestra", destacan medios y la crítica, con la que culminan las celebraciones del Año Picasso. Con más de 100 obras provenientes de los principales museos picassianos, como el de París, se presenta al artista malagueño cuando tenía solo 25 años, en 1906, y con sus criterios estéticos ya claros. Él decide dejar a un lado el simbolismo melancólico de fines del siglo XIX y busca refundar la experiencia artística. Y lo hace rodeado de poetas, artistas y coleccionistas que sintonizaban con sus ideas.
Hoy los expertos plantean que "Las Señoritas de Avignon" fue, entonces, solo un punto de llegada, luego de un complejo proceso creativo en 1906, que desarrolló en París, en Gósol y luego de nuevo en París". Tiempo y cuerpo Las experimentaciones de Picasso se abrieron, entonces, a otros lenguajes y al cruce cultural.
El artista malagueño unió su fascinación por el arte primitivo con el románico, la mitología clásica, la historia del arte. "Durante ese año fue la primera aportación de Picasso a la noción plena de arte moderno", subraya el curador de la exposición en el Reina Sofía, uno de los mayores expertos picassianos de la actualidad, Eugenio Carmona. Pero en ello los orígenes de Picasso son esenciales para entender su sensibilidad, los cruces y quiebres de su nuevo lenguaje. Picasso nació en la histórica ciudad de Málaga, en el sur de España, ubicada frente a África, rodeado de arquitectura y arte de los etruscos, griegos y romanos. La cultura de su padre --quien lo obligaba a estudiar historia del arte antes de pensar en cualquier ruptura-lo impulsó en su revisión exhaustiva de la historia del arte. Sus estadas luego en París y Barcelona fueron claves.
Una de las figuras que más influyeron en él fue la escritora, poeta y dramaturga estadounidense Gertrude Stein, pionera en la literatura modernista y decisiva en su definición como artista: en su interés por la "fotografía homoerótica y en la etnológica", afirma el curador español.
Su pasión por la historia del arte volvió con fuerza en 1906 a través de diálogos que estableció en sus obras con El Greco, Corot y Cézanne. "Picasso prácticamente se apropió también del arte antiguo a través del uso de referentes culturales primigenios, primitivistas, griegos, etruscos, también de Mesopotamia, la Polinesia y África". En 1906 ya conocía l'art nègre, antes de su famosa visita al Trocadero, en 1907. La muestra exhibe las obras de Picasso junto a piezas de diferentes períodos culturales semejantes a las que él pudo haber visto. Esos diálogos buscan hacer entender los procesos que desarrolló ese año. Las 120 piezas de la muestra dibujan juntas ese trayecto. Obras reveladoras La primera parte de la muestra está dedicada al tema del desnudo.
En 1906 hizo 450 desnudos y se concentró en dibujos sobre papel y en óleos de grandes formatos. "Aparece en su obra la idea del cuerpo representado, un concepto que le sirvió para desarrollar su propia poética en la que relaciona cuerpo y cultura", señalan en el museo. La pintura "Dibujo sentado", de 1905, "sintetiza la trayectoria de Picasso en el desnudo hasta 1905 y devela su inicio en el diálogo entre figura y fondo", precisa el curador. En tanto, los 15 grabados de "Suite de los saltimbanquis", realizados entre 1904 y 1906, muestran su mirada del cuerpo femenino en la intimidad y otros temas de la iconografía picassiana. Los desnudos de niños anuncian la transformación que se avecina. "Hay allí un particular diálogo con Cézanne y El Greco, y se percibe su interés por lo primitivo y arcaico", comenta el experto.
Y subraya que "Picasso erotizó los cuerpos masculinos y desdibujó los cuerpos femeninos". "Mujer peinándose", de 1906, es clave: junto con anticipar el expresionismo abstracto (en la parte inferior del cuadro), la figura mezcla las referencias a la mitología y a Venus con el rostro de máscara relacionado con lo primitivo. La pintura "El harem" (que puede tal vez unirse a las críticas actuales sobre su polémica relación con las mujeres) es esencial, pero a su vez controvertida.
Para algunos historiadores estaría inspirada en el "Baño turco", de Ingres, considerada un precedente de "Las Señoritas de Avignon". "Pero lo que hizo Picasso ahí fue incluir el diseño arabesco de Ingres, y el lenguaje plástico es distinto al de las `Señoritas... '", precisa.
Vernáculo, la poética del cuerpo Hay todo un capítulo que transita por los ocho meses en que Picasso vivió en Gósol, una plácida y bucólica localidad de los Pirineos en donde añadió a su obra el elemento vernáculo del lugar. Aparecen en su obra los aldeanos como en "Mujer de los panes". Pero también en ese momento se estaba acercando a nuevos valores plásticos. Algunos de esos paisajes sugieren "un temprano acercamiento a formas cúbicas, y otras figuras aluden a formas entre figurativas y abstractas. Ensaya la representación del rostro como máscaras", afirma Carmona. Un ícono del desnudo femenino disruptivo es su pintura "Fernande", 1906, dedicado a su pareja entre 1904 y 1912, con quien tuvo una compleja y atormentada relación. Fernande, cuyo verdadero nombre era Amelie Lang, le daba clases de francés a los amigos de ambos. Era también muy cercana a Gertrude Stein y a Apollinaire. Pablo Picasso experimentó con su rostro también en ese cuadro donde incorpora lo vernáculo con el pañuelo y el efecto máscara en el rostro. Y hay más: en las esculturas inspiradas en ella se internó en la desmaterialización de la forma.
La síntesis de lo primitivo, en 1906, se reúne en "Busto de una mujer joven". "Los ojos del rostro citan el arte egipcio, el pelo devela huellas de la forma de representar a Venus en el arte griego", describe la investigación. Pero el museo destaca "Desnudo con manos juntas ". "Es la obra que marca el inicio más explícito de Pablo Picasso hacia el arte moderno. Se concentra allí el gran giro picassiano. Prima la poética del cuerpo. La compenetración de forma y figura anticipan el cubismo", sostiene la investigación.
Y agrega que "se hace patente la lectura de Cézanne como referente en la concatenación de morfologías que estructuran la figura en círculo, un eclipse y un ovoide". Picasso sitúa el espacio en cualquier lugar más allá del tiempo. Un especial "Retrato de Gertrude Stein" ha sido objeto de muchas lecturas. Lo empezó en el poblado de Gósol en la primavera de 1906. Y conlleva un salto cualitativo para la historia del arte: implicó la inscripción de un rostro máscara, afirma el curador Eugenio Carmona.
El retrato reúne dos citas de estilos: uno con matices cercano a la pintura de fin del siglo XIX y otro primitivista. "Pablo Picasso --subraya la provocadora investigación-anticipó conceptualmente ahí la ruptura con la unidad del cuadro según la tradición de las Bellas Artes". CULMINAN CELEBRACIONES Con provocadora muestra en Madrid PICASSO 1906: El año de la gran transformación CECILIA VALDÉS URRUTIA "Mujer con pañuelo. Fernande", 1906. Picasso pintó en Gósol, ubicado en los Pirineos, a su pareja de entonces y le dibujó el pañuelo de la cultura vernácula del lugar. Trabajó, además, el efecto de máscara en el rostro de su nuevo lenguaje. Fernande era muy cercana a Apollinaire y a Gertrude Stein. SUCESIÓN PICASSO/MUSEO REINA SOFÍA La exposición exhibe obras de Picasso de 1906 junto a creaciones de distintos períodos que le influyen, como el primitivismo, lo africano, las culturas clásicas, El Greco, Cézanne. SUCESIÓN PICASSO "Dos hermanos", 1906. Picasso hizo 450 desnudos ese año. Surgió la idea de los cuerpos representados. SUCESIÓN PICASSO La última gran exposición aniversario sobre Picasso provoca, al plantear que el año clave en su apertura a la modernidad fue 1906, antes de "Las Señoritas de Avignon", de 1907. El museo Reina Sofía lo expone "con inteligencia y novedad". En 1906 ya conocía l'art nègre. Y cruza en su obra elementos de culturas diversas..