Gobernador tiene razón: el centralismo no puede seguir poniendo en jaque a la región
Gobernador tiene razón: el centralismo no puede seguir poniendo en jaque a la región OPINIÓN Juan Manuel Fuenzalida Diputado Las recientes emergencias que hemos vivido en la Región de Coquimbo, con una alerta de tsunami y fuertes lluvias, han puesto en evidencia una vez más un problema estructural y recurrente en nuestro país: el excesivo centralismo. Comparto plenamente la profunda molestia y el agudo análisis de nuestro gobernador regional, Cristóbal Juliá, quien ha alzado la voz para exigir soluciones reales y no más promesas incumplidas. No podemos seguir siendo espectadores de nuestras propias emergencias. La experiencia de la alerta de tsunami fue, como bien señaló el gobernador, una muestra clara de cómo la toma de decisiones desde Santiago paraliza a nuestras autoridades locales. Esperar más de 12 horas para que se diera de baja una alarma, dejando a miles de personas imposibilitadas de volver a sus hogares, no es aceptable. La falta de agilidad se debe a que, mientras nuestras autoridades regionales tienen la opinión, las decisiones finales se toman a nivel nacional. Esto generó un retraso incomprensible, influenciado por decisiones que no consideran la realidad local de una región extensa como la nuestra. El problema no se detuvo ahí. Durante las fuertes lluvias, vimos un nuevo ejemplo de esta desconexión.
La decisión de suspender clases de manera parcial, solo en algunas comunas y escuelas, mientras se hacía un llamado general a no salir de casa, es un discurso ambivalente y confuso que genera más incertidumbre que seguridad. Es una medida centralista que ignora las particularidades de cada territorio dentro de nuestra región.
El gobernador Juliá ha sido claro y valiente al emplazar al Presidente Boric a cumplir su promesa de campaña de eliminar la figura de los delegados presidenciales y darles autonomía a los gobernadores regionales No se trata de estar en contra de nadie, sino de defender a nuestra gente. El centralismo nos convierte en un país "feudalista", donde las autoridades locales se transforman en meros espectadores. Es hora de que el poder de decisión regrese a donde debe estar: en la gente y en las autoridades que ellos mismos eligen. Como diputado tengo claro que la ciudadanía quiere que las decisiones que los afectan se tomen en s región y no en Santiago. Comparto la mirada del Gobernador y seguiremos alzando la voz por mayor descentralización. El Presidente Boric, en su momento, prometió una agenda de descentralización y más poder para las regiones, sin embargo, los hechos demuestran lo contrario. Esta doble moral política de este Gobierno es inaceptable y representa una traición a la confianza que los chilenos..