Emociones y conducta alimentaria
Emociones y conducta alimentaria COLUMNA setéricocorcadomutreony Diales Universidad de Las Amércias, Sede Concepción Emociones y conducta alimentaria La conducta alimentaria de las personas está influenciada por diversos factores que pueden alterar sus hábitos en cuanto a la selección, preparación y cantidad de alimentos consumidos. El concepto de discordancia evolutiva dela dieta destaca cómo el sentido dela alimentación ha cambiado: antes era una cuestión de supervivencia y hoy en día se asocia más conel placer y lo social. Esta evolución ha afectado en las personas la capacidad para interpretar correctamente las señales fisiológicas de hambre y saciedad. La búsqueda de gocea través delos alimentos aumenta la sensibilidad al sistema de recompensa del cerebro, lo que Puedellevar a repetir conductas alimentarias de riesgo y contribuir al exceso de peso y otros trastornos alimentarios. Las emociones han tomado un papel crucial en los hábitos alimentarios.
Diversos estudios indican que los alimentos afectan el control de las emociones y viceversa, destacando el concepto del "comedor emocional". Esta persona es quien consume comida en exceso, especialmente rica en azúcares y grasas, como respuesta a sentimientos negativos como ira, aburrimiento, angustia o estrés, recibiendo a través deeste acto un alivio que puede provocar dependencia. En este contexto, el rol del nutricionista es esencial para identificar las emociones que influyenenla ingesta alimentaria y promover estrategias para recuperar un enfoque consciente de ella. Este implica prestar atención plena al acto de comer, lo cual ayuda a que el cerebro procese correctamente las señales de hambre y saciedad. La constante actividad diaria, los ritmos laborales y la falta de herramientas para controlar la ingesta emocional desvían la atención durantelas comidas, lo que incrementa el apetito y las sensaciones negativas, favoreciendo transgresiones alimentarias. Estas, mantenidas en el tiempo, pueden llevar al desarrollo de enfermedades crónicas, muy prevalentes en nuestro país. Es crucial aprender a identificar las emociones que desencadenan una ingesta compulsiva y reconocerlos alimentos que utilizamos para calmarlas. Solo así se pueden crear estrategias personalizadas para mejorar nuestra relación con los alimentos y tomar decisiones más conscientes. Un aspecto clave es involucrarse en todas las etapas del acto de comer: desde la compra y preparación hasta la masticación de los alimentos. Estos pasos básicos ayudan a la síntesis de hormonas y neurotransmisores que regulan este proceso. Sentir el olor yla textura de los alimentos y presentar el plato de manera atractiva pueden ayudar a recuperarlas señales básicas de control en esta área. ñales básicas de control en esta área..