EDITORIAL: Polémica salida de ministro
EDITORIAL: Polémica salida de ministro E n una decisión sin precedentes, el Presidente de la República removió la semana pasada al ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, como consecuencia de la división del oficialismo en dos listas parlamentarias; Valenzuela era el único miembro del gabinete militante de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), la que acordó levantar una fórmula parlamentaria distinta a la mayoritaria en la alianza gubernamental. El mandatario había defendido la idea de consensuar una sola lista de candidatos de la DC y la izquierda al Congreso.
Según ha explicado Valenzuela, el Presidente Boric le comunicó que "no podía tener" en su equipo a un ministro "que haya apoyado las dos listas"; el ahora exministro dijo que abogó internamente por una lista unitaria, pero que las condiciones para materializarla eran muy difíciles.
Consultado si acaso consideraba su salida una "represalia" por la decisión de su partido, Valenzuela contestó: "Claro, así fue". El líder de la FRVS, el diputado Jaime Mulet, acusó "hostilidad" del Presidente con el partido; a su juicio, la conformación de dos listas constituye un "acto de soberanía partidaria" ante el cual "no le corresponde al Gobierno meterse". En este contexto, la salida del ministro parece más propia de un régimen parlamentario, donde el Gobierno depende del apoyo de los partidos representados en el Parlamento y estos entran, abandonan o son marginados del Ejecutivo en bloque; el exministro Ricardo Solari ha afirmado que el caso de Valenzuela es "raro" y sorprendente.
La FRVS y Acción Humanista no han dejado el oficialismo y han asegurado que continuarán respaldando la postulación presidencial de Jeannette Jara; de hecho, Valenzuela ha indicado que ambas formaciones apoyarán al Gobierno "hasta el último día". En opinión del exministro Nicolás Eyzaguirre, no se entiende, en un régimen presidencial, "castigar" a un ministro por lo que haga su partido; el analista electoral Pepe Auth opinó que la destitución ha sido "una reacción desproporcionada". El exdiputado recordó también que Valenzuela no dimitió en noviembre del año pasado, para asumir una candidatura parlamentaria, porque el mandatario le pidió que se quedara en Agricultura.
En ese marco, el exsenador y expresidente de la DC Ignacio Walker ha observado que Boric, al castigar a la FRVS, ha sobrepasado una "regla no escrita" del presidencialismo desde 1990 hasta ahora: "Los gobiernos nunca se inmiscuyen en los temas electorales, que son patrimonio exclusivo de los partidos". Diversas voces han subrayado, además, los múltiples episodios en los cuales parlamentarios de los partidos más grandes no han acompañado en el Congreso las iniciativas del Ejecutivo, sin que Boric ejerciera la responsabilidad de ordenar a la alianza gubernamental. Ciertamente, la facultad constitucional de nombrar y remover a los ministros es una atribución connatural del presidencialismo.
Sin embargo, las razones invocadas para la salida de Valenzuela evidencian imprudencia del Gobierno en su apuesta por intervenir en la configuración de la fórmula parlamentaria, y, como efecto colateral, la destitución de un ministro sin atender el examen de su gestión. "Las razones invocadas para la salida de Valenzuela evidencian imprudencia del Gobierno en su apuesta por intervenir en la fórmula parlamentaria". Polémica salida de ministro.