ANIL SADARANGANI, DIRECTOR DE INNOVACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES:
ANIL SADARANGANI, DIRECTOR DE INNOVACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES: “Chile está en una posición única para convertirse en un líder en innovación científica a nivel mundial” que se puede comercializar y genera un valor. Creo que se ha derribado el mito académico de que no se puede obtener un beneficio económico de la ciencia. Sobre todo en las nuevas generaciones”. En EE.UU. las ideas se comparten con todo el mundo.
Afortunadamente, hay masa crítica para empezar a cambiar eso”. Rodeado de matraces y tubos de ensayo, un científico clava una rodilla en el suelo y le vanta una mano hacia el cielo, tal como lo hacía en su momento Marcelo Salas tras anotar un gol. Esa imagen ilustra la portada de “Innovadores científicos chilenos”, el libro que hoy presenta Anil Sadarangani, doctor en Biología, MBA y director de Innovación de la Universidad de los Andes. “Eso resume un poco la idea del libro, que busca celebrar los casos de innovación de base científica que tenemos en Chile. Que estos científicos sean motivo de orgullo nacional. Veo una deuda en reconocer a nuestra ciencia y a las personas que la llevan más allá de las publicaciones científicas: la convierten en startups con impacto en la sociedad”, dice el autor. De hecho, el proyecto nació al constatar que en los casos que se usan en la academia son, mayoritariamente, foráneos y había un déficit de estudios de casos locales.
El libro, entonces, reflexiona sobre cómo impulsar más startups de base científico-tecnológica y repasa la historia de proyectos como Kura Biotech, Symbiox, Cells for Cells, NotCo, Andes, Crystal Lagoons, Levita Magnetics y Phage Lab, entre otros. ¿Detecta rasgos comunes entre quienes lideran los emprendimientos que analizó? “Algo que he visto es que muchos partieron con una calidad científica muy buena y supieron dar el paso al costado para luego contratar a una persona con más habilidades comunicacionales y comerciales, para poder tener un calce mejor con los inversionistas y con el mercado. Este modelo híbrido, con un director científico y un CEO comercial, es clave”. Llama la atención lo duro que es el diagnóstico con que parte el libro. Señala que la economía chilena se enfoca en “industrias poco innovadoras”. “Es un diagnóstico que compartimos todos quienes trabajamos en comercialización de la ciencia. Chile es muy competitivo en minería, en salmonicultura y en la industria forestal. Pero eso no significa ser innovador, que se relaciona con cómo agregar valor a esas materias primas”. Suele haber una tensión en Chile entre ciencia y negocio. ¿Ve un cambio? “Sí, de todas maneras. Y estos emprendedores se han dedicado decir que su ciencia es muy buena, También acusa poca colaboración. “A los científicos nos enseñan a estar en nuestro mesón trabajando en nuestro proyecto sin compartir mucho, por miedo a que nos roben la idea.
Pese a este diagnóstico, el libro acaba con optimismo. ¿Cómo se explica? “Bueno, el libro fue un trabajo de dos años y en ese tiempo he visto voluntad, sobre todo del mundo privado, de meterse en esto. Chile está en una posición única para convertirse en un líder en innovación científica a nivel mundial. Y hay iniciativas muy valiosas, como Sofofa Hub, en que grandes empresas se vinculan con este ecosistema. Y noto un genuino interés, al igual que desde los fondos de inversión de riesgo.
En eso, NotCo nos ha hecho muy bien, porque no tuvieron inversionistas locales y muchos sintieron que se farrearon una oportunidad”. ¿Pero es realista ser un líder en este tipo de innovación si el diagnóstico es que nuestras industrias son poco innovadoras? “Partí escribiendo el libro pesimista, pero dos años después, terminé mucho más optimista. Veo a las empresas y sus directores hablando de esto, lo que no pasaba hace tres o cuatro años.
Esto va a permitir que las grandes empresas generen tracción, porque si ellas empiezan a buscar startups, eso sí va a mover la aguja”. “Innovadores científicos chilenos” es el título del libro que presenta hoy este doctor en Biología con un MBA. En él, destaca a quienes dieron el complejo paso de pasar del laboratorio al mercado. MANUEL FERNÁNDEZ B.. “Innovadores científicos chilenos: la conquista de un nuevo mundo”, es editado por Catalonia.