En la frontera norte, la academia florece
En la frontera norte, la academia florece Duranteaños, el extremo norte de Chile ha sido visto desde el centro del país como una zona periférica, lejana y con desafíos particulares. Hoy, sin embargo, se alza como un territorio de transformación profunda, donde la academia avanza con fuerza, sentido territorial y mirada de futuro. Un ejemplo emblemático de este desarrollo es Arica, que seprepara para albergar elmayor centro de inteligencia artificial con fines públicos de América Latina. Impulsado por la Universidad de Tarapacá en conjunto con el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), el proyecto considera la instalación de una supercomputadora deúltima geúneración, cuyofuncionamienose planea pueda concretarsea finales de 2025.
Este complejo, que cuadruplica el poder de cómputo de los centros actuales en Santiago, tiene como uno de sus objetivos el desarrollo del modelo Latam GPT, un sistema de lenguaje artificial pionero, entrenado con datos científicos latinoamericanos y diseñado para responder a las realidades lingúísticas y multiculturales del continente.
Setrata de una apuesta decidida porconvertira la región en unreferente internacional deinteligencia artificial pública, con infraestructura abierta, orientada al desarrollo científico, a la formación de capital humano avanzado y a la creación de políticas públias con enfoque territorial. Iquique, por su parte, se consolida como el polo académico delas ciencias sociales en la región.
Con una población de poco más de 230 mil habitantes, nuestra ciudad cuenta con dos doctorados de alto nivel en esta área: el Doctorado en Ciencias Sociales de la UTA. y el Doctorado en Estudios Dr. Jairo Lucero Pantoja, académico Escuela de Derecho, Universidad de Tarapacá Iquique dad de Tarapacá, en Antropología, Educación, Historia y Psicología, los cuales fortalecen un ecosistema académico decreciente impacto nacional einternacional. La región de Tarapacá es unespaciomulticultural, rico en recursos naturales, y marcado por una movilidad humana constante. Esta realidad no constituye una carga, sino una oportunidad: el desafío ético y político de garantizar los derechos de todas las personas que habitan el territorio, promoviendo cohesión social, integración respetuosa y políticas públicas inclusivas. Las universidades delamacrozona norte no solo forman profesionales: están construyendo soberanía del conocimiento, justicia territorial y futuro.
Este desarrollo académicoactúacomo estrategia dearticulación territorial, rompe conlaidea en queviviren una zona extrema limita el acceso aoportunidades, y demuestra que ya noes necesario migrar aSantiago para acceder a educación pública de alta calidad, con visión regional y proyección internacional, En esta frontera, la academia florece comosemilla de un Chile más equitativo, diverso e interconectado.
Y en este floreci'miento, emerge una propuestaineludible: la creación de un centro de investigación social deexcelencia, un "Max Planck del sur", que, desde Iquique -del sur", que, desde Iquique -del sur", que, desde Iquique -del sur", que, desde Iquique -Fronterizos de la UNAP. Aellos centro de América del Sur, arse suman otros cuatro docto ticuleel pensamiento crítico y rados impartidos desde la eldesarrollo delas ciencias sofrontera norte por la Universi ciales del siglo XXI..