Editorial: La discapacidad y nuestras prioridades
Editorial: La discapacidad y nuestras prioridades L os resultados de la cuarta entrega del Censo 2024 revelan con nitidez una realidad que por años ha permanecido bajo el radar del diseño de políticas públicas: la discapacidad ya no puede ser considerada un asunto sectorial, sino estructural. En la Región de Antofagasta, el 8,3% de la población mayor de cinco años -casi 50 mil personasdeclaró vivir con alguna discapacidad. A nivel nacional, se trata de casi dos millones de personas, el 11,1% de ese grupo etario. Estas cifras no solo confirman lo evidente: también exigen una transformación profunda en la manera en que organizamos nuestras ciudades, servicios y prioridades. La discapacidad aumenta con la edad. Más del 28% de los adultos mayores de 65 años en la región está en esta situación, lo que refleja los efectos del envejecimiento poblacional sobre los sistemas de salud, transporte y cuidado. Pero reducir este fenómeno solo a un tema demografico sería un error.
Porque las personas con discapacidad enfrentan cotidianamente un entorno diseñado sin ellas: calles intransitables, edificios sin accesos, servicios públicos sin adaptaciones, y una sociedad que muchas veces sigue viendo la discapacidad como una condición excepcional o asistencial, no como parte inherente de la diversidad humana. Antofagasta concentra el mayor número de personas con discapacidad (30.704 ), seguida por Calama y Tocopilla.
Pero cuando se observa la proporción respecto del total de habitantes, aparecen realidades especialmente críticas: en Ollague, el 16,4% de su población está en esta situación; en Tocopilla, el 12,3% ; y en Mejillones, el 11,6%. La accesibilidad no puede ser una adaptación tardía ni una excepción sujeta a presupuestos de último minuto. Debe ser parte del diseño inicial. La planificación urbana no puede seguir pensándose para un ciudadano ideal.
La inclusión significa que todas las personas tienen derecho a vivir en una ciudad que no las excluya.. La planificación urbana no puede seguir pensándose para un ciudadano ideal, cuando uno de cada diez chilenos vive con alguna limitación funcional. E Editorial La inclusión significa que todas las personas tienen derecho a vivir en una ciudad que no las excluya.