Autor: Bernardo Donoso Riveros Profesor emérito PUCV
COLUMNAS DE OPINIÓN: La familia en la mesa
COLUMNAS DE OPINIÓN: La familia en la mesa O Columna La familia en la mesa afamilia tiene un espacio predilecto (esencial, sustancia), L necesario. El que primero vienea la mente es la mesa donde compartimos el pan. En ella sucede casitodo loreferidoalaexistencia. Es lugaro tiempo de unión y divergencia, de recuerdos y repaso dela historia común. Juntoal alimento y los aromas que a cada uno nos toca experimentar se comparten la imaginación y los sueños, los proyectos. Fluyen los dolores, los miedos, las angustias, la intimidad frente a las posibilidades y la elevación sobre lastravesías esperanzadoras. Se habla de latierracomún, de su transcurrir, las comparaciones de tiempos. En ella compartimos miradas opuestas sostenidas en la sangre común, nos quebramos y nos reencontramos. La mesa tiene ese imán de la esperanza unitaria. ¿Cómo será la mesa dela Patria, la de la familia de este lugar del mundo? Durante este semestre de 2025 seremos parte y también observadores. En instantes seremos centro y en otro borde distante. Como todas las mesas tiene hijos antiguos y nuevos, cercanos y lejanos, distantes y por descubrir. Hijos pródigos, luchas y abrazos.
Parece razonable invitarnos aser actores plenos, activos y entregados; abiertos y profundos; sostenedores con lossentidos activos de la libertad y la democracia; cultivar la reflexión sobre lo factible y asumir el conocimiento propio y ajeno (cercano y lejano); practicar la lectura del otro como lo hacemos en la mesa pequeña; intentemos una práctica de la cual seamos responsables del futuro.
No renunciemos al decisivo deber que teemos para cuidar la paz, la convivencia, la cohesión, para que Bernardo Donoso Riveros Profesor emérito PUCV esta mesa familiar tenga tal atractivo en su diversidad que valga la pena vivirla y que sea admirada desde las montañas y los mares como ese lugar único. Cada mujer esla madre de esta mesa. Cada hombre es padre deesta mesa. Cadajoven, cadaadolescente, cada niño sonel futuro. Posiblemente podríamos practicarla lecturagrupal para acercarnos al alma de los que nos hablan y nuestras conclusiones o aproximaciones nos pertenezcan porque la convicción tiene susento, tienereposo, está decantada, tiene historia, somoslibres. El derecho ala pregunta que pide razones, rigor y soporte, y no sólo superficialidad que se instala, aunque sea dicha con convicción.
Todos los miembros de la familia estamos invitados a cultivar habilidades en el espacio de las redes sociales para no ser títeres dealgunas prácticas burdas de noticias falsas y otras muy sofisticadas (incluyendo la inteligencia artificial usada indebidamente para la manipulación o el uso de voces sustraídas como es hoy noticiamundial). Másaún, desarrollar habilidades sobre comunicación parasometer a reflexión lo visto y escuchado. Tiempo complejo y de alto riesgo cuyo antídoto es la conversación para despejarlas espinas y llegar al trigo verdadero. El ejercicio delos deberes ciudadanos nos pide un fuerte compromiso, pues se trata de valores superiores que deben estar sometidos a resguardo. La familia pequeña es la gran posibilidad de custodiar el progreso. En la intimidad someter a análisis crítico tantas afirmaciones (incompletas, sesgadas) también dichas de buena fe. La invitación esaser parte con espíritu crítico puro. esaser parte con espíritu crítico puro. esaser parte con espíritu crítico puro..