Autor: Flor ArbulúA. orarbuluamercuriovalpo.cl
Falta de infraestructura hídrica pone en jaque el desarrollo a futuro de la agricultura local
Falta de infraestructura hídrica pone en jaque el desarrollo a futuro de la agricultura local n 1925, cuando esE taba Arturo Alessandri Palma de Presidente, se firmó el primer decreto para la construcción de un embalse de cabecera en el Valle de Aconcagua. Ya en esa época, hace 100 años, había sequía y había necesidad de un embalse, y no se ha construido”, relata Javier Crasemann, presidente dela primerasección del Río Aconcagua.
Lo que podría ser una simple anécdota da cuenta de las deficiencias en equipamiento que existe en la región, asíco“La mamo enel resto del país. yoría de la infraestructura hírica construida en Chile esantigua, y nos cuesta mucho hacer grandes obras hidráulicas nuevas”, sostienen estesentido Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA). Comomuestra un botón: el embalse Las Palmas, ubicado enPetorca y que estará destinado aabastecer principalmente las necesidades deriego con un volumen total de 55 millones de m3 de capacidad, inundando una superficie total de aproximadamente 252 hectáreas, fue adjudicado en 2018; y en 2022 se detuvo para reevaluar la iniciativa tras advertirse que no habría suficiente agua para llenar la estructura. Recién entró areestudio el año pasado.
“La Región de Valparaíso tiene unalarga historia de decepciones con los embalses: el famoso Puntilla del Viento, que yaesinviable, lo que está pasandoconLasPalmas, olos proyectosenel río Aconcagua queson tan necesarios, pero están recién en etapas muy tempranas de estudios”, opina Walker. Es así como empiezan a surgir otras alternativas para hacer frente al tema, como las desaladoras y la reutilización deaguas grises.
LA CRISIS DEL AGUA Pero ¿ por qué preocuparse de pasado lloesto ahora? El año el llenado vió, lo que permitió del embalse LosAromos y de Peñuelas, mientras quelos deshielos ayudaron enla agricultura; y este año se espera que haya lluvias típicas. Pero lo cierto es que seguimos en crisis. En 2021, segúnla proyección oficial de la Dirección General de Aguas, se estimóunareducción del 50% enla disponibilidad hídrica delnorte y centro del país hacia 2060. Esto, debido a múltiples razones, entre las cuales Naciones Unidas Chile ha identificado los efectos del cambio climático; las presiones de las actividades productivas y extractivas; e infraestructura inadecuada. Sin embargo, hay una baja percepción del riesgoquese corre, pues “hoyen día eltema de la sequía es un problema del mundorural y no del mundo urbano”, asegura Crasemann. Desde su perspectiva “en el mundourbanonose hasentido lasequía, no ha habido ningún tipo de restricción, ningún audel costo del agua.
Por lo mento tanto, es un fenómenorural”. “Y tienes, por otro lado, el tema de la agricultura, en el que, si bien ha habidoinversiones importantes en cuanto a tecnificación deriego que permitan ahorrar agua, todos esos ahorros y esas eficiencias demandan un sistema más seguroo más estable en cuanto asu disposición”, manifiesta. EMBALSES MEDIANOS En este contexto, los embalses aparecen como una primera opción. Según la Comisión Nacional de Riego, estosson “para almacenarlas aguas quese pierden por escurrimiento y asíser aprovechadas durante los períodosen quese origine un déf cito paraaumentarla superficie regada.
Lasobras más comunes son presas de embalses deregulación anual o interanual y embalses de regulación corta”. Según se menciona ensupágina web, el Consejo de Ministros de la Comisión Nacional de un plan de obras Riego definió de acumulación que incluye las siguientes obrasenlaregión: La Chupalla, que está en factibilidad de desarrollo; Los Ángeles con diseño terminado; Catemuquesería el más grande con180 Hm3-, Cabecera y Pocuro que están perfilados; el mencionado Las Palmas y ampliación Los Aromos que ni siquiera ha comenzado su discusión.
“Yo no creo que la solución hoy en díaseaun embalse cabecera como el Puntilla del Viento, quese pensaba históricamente”, sostiene Javier Crasemann, pues “hay otras maneras de concebirlas soluciones de embalse, nosóloenla cabecera, sino también en partes medias del valle”. “Hay que pensar que en la Cordillera nieva, entonces los caudalesson altos en verano y eninviernoson muy bajos. Pero en la parte baja del río y en la desembocadura, el caudales grande en invierno y esbajo en verano, porque la lluvia es toda la parte baja”, explica.
Añade que “esa aguasevaal río, seva acumulando haciaabajoy va aumentando el caudal”, provocando que muchas veces esa agua “se aproveche poco”. Ejemplificaconque “elaño pasado, que llovió mucho, nosotros tenemosregistrados que fueron del orden de 880 millones de metros cúbicos que llegaron al mar, que podrían haberse aprovechado de mejor manera”. “La infraestructura tiene queser flexible o multipropósi1o, cosa que permita enfrentar distintas situaciones o solucionar distintos problemas”, sostiene, Desde su perspectiva, “hay muchas estrategias distintas para enfrentar el tema.
Uno esla recargaartificial de acuíferos, otro esembalseslaterales; y en conjunto tenemos que mejorar la comunicación o la conexión de estas distintasinfraestructuras”. AYUDA DE LA DESALADORA Elanuncio de que Antofagasta y Mejillones estánsiendo abastecidassólo conaguadesalada, esalgo visto como “muy positivo”, por parte del presidente de la SNA, Antonio Walker, puesto que “el abastecimiento de agua potable para las personas es muy importante, y cuando las ciudades están abastecidas, disminuye la tensión respecto al uso de agua para otros fines”. En este sentido, considera que “sin duda que ayuda” al mundo agro. “El uso del agua desalada para la agricultura tienemuchas ventajas, puesesuna fuente de agua confiable, sinembargo, el principal problema es el costo del proceso”, sostiene.
Javier Crasemann asegura, en tanto, que la desaladora “es una solución, perono paralaagricultura”, sino que “para Esval, parala minería, quetienenelespacio para poder financiar esas inversiones tremendas”. “Experiencias como la de Antofagasta y Mejillones, la planta de Caldera, y todas las plantas que utiliza la industria minera permiten que en Chile se desarrolle un mayor conocimiento y experienciaen el manejo de este tipo de plantas, lo que ayuda a generar agua a menor costo”, añade, por su parte, Walker.
La semana pasada, el subsecretario de Obras Públicas, Danilo Núñez, sostuvo que la desalinización era un proceso quese estaba mirando con interés para Valparaíso. ¿Cómo serviríaesto enlo concreto ala agricultura? “A corto plazo, creemos que abastecer a las grandes ciudades como las del Gran Valparaíso conagua desalada, es una excelente manera dereducir la competencia por el uso del agua”, responde el presidente de laSNA. “Tenemos una Superintendencia de Servicios Sanitarios congran experiencia en supervisar alas empresas sanitarias, por lo que incorporar estas nuevas fuentes no debiera ser complejo.
Eso, permitiría que el agua de la Cordillera sea utilizada principalmente por la agricultura, lo que conlleva una mejor producción, más segura, lo que permite mantener vivoel motor del mundo rural, que esla producción agrícola, y los precios de los alimentos más bajos, beneficiando atoda la población”, añade.
“A mediano plazo, podríamos buscar modelos de financiamiento con aval estatal u otros mecanismos que permitanalos agricultores firmarcontratos de abastecimiento de agua desalada que sea benefiiosos paraellos y paralos desarrolladores de estas plantas”, detalla Antonio Walker. LAS AGUAS GRISES “Creoquela tremenda solución quedebería haber para agricultura, en esta cuenca, sobre todo, eselagua servida tratada”, afirma el presidente dela Primera Junta de Vigilancia del Aconcagua, Javier Crasemann. “Esval vierte al mar del orden de100 millones de metros cúbicos anualmente de aguas grises, semi tratadas. Y esaagua perfectamente podría ser la moneda de cambio del agua quenos exigen, enelfondo, como derecho humano al agua”, sostiene.
Algo que “en realidad” no lo ve así, pues “es un derecho urbano al agua, porqueno esque sea parala persona, sinoquees pararegar eljardín, para ellavado deautos, para las industrias, que también cae dentro delo que se considera derecho humano”, critica.
“Creo que debería considerarse que se tenga el derecho preferente las personas, las sanitarias, los APR, sobre el agua fresca, de todas maneras; pero que tenga una moneda de cambio que, amijuicio, debieseser las aguas grises para la agricultura en la parte baja del valle, lo más cercanoa la costa, cosa que no le saquen demandaalrío”, detalla.
Esto, es algo que “nosotros lo hemos planteado en varias ocasiones, en distintas instancias, que debiese sernecesario ese camino, pero no hay mucha oreja, Esval considera que esas aguas son de ellos, porlo tanto, ellos son libres de hacer lo que quieran”, dice. Para Walker, “es necesario que las autoridades regionales ynacionales empujenlasinversiones hídricas, porqueel agua essinónimo de desarrollo local, cuidado de nuestros ecosistemas y, sobre todo, es fundamental paralos habitantes”, os finaliza. La desaladora local eEsteañose espera que la planta desaladora Aguas Pacífico de Puchuncaví comience a funcionar. Ésta será multipropósito, es decir, abastecerá de agua a distintos tipos de usuarios desde agua potable a las industrias, pasando por algunos APR.
“Esperamos que la planta de Puchuncaví, que pasa por zonas agrícolas en Quillota, Olmué y llega hasta Colina, genere esquemas de negocios que sean adecuados a la realidad dela producción agrícola, y a costos que permitan acceder a esta nueva fuente de agua”, comenta el presidente de la SNA, Antonio Walker.. REGIÓN. Ante falta de embalses, se asoman las desaladoras y el uso de aguas grises como alternativas para el sector. EL EMBALSE LAS PALMAS EL AÑO PASADO ENTRÓ EN REESTUDIO, PORQUE NO HAY SUFICIENTE AGUA PARA LLENARLO.