Autor: DANIELA SILVA ASTORGA
Nury González sigue la huella de su obra
Nury González sigue la huella de su obra ANEVARAROTCÉHEn una sala, 35 veladores equidistantes e iluminados por sus lamparitas retratan a sus dueños de manera tan elocuente que la presencia de esos cuerpos e historias se podría sentir. Son objetos los que hablan: libros, vasos, remedios, despertadores, radios, ceniceros. Todo lo que, en la máxima intimidad de una casa, simplemente queda ahí junto a la cama.
La instalación se llama “Sueño velado” y forma parte de la muestra que Nury González (1960), académica de la U. de Chile, inaugura este mediodía en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA). Se trata de una revisión de cuatro décadas de trabajo y fue curada por los historiadores del Arte Macarena Murúa y Diego Parra.
Ambos, junto con Paloma Molina, empezaron a examinar la obra de la artista en 2021, con el fin de construir un archivo, que ya está alojado en la web (NuryGonzalez. cl). “Sueño velado” fue montada por primera vez en 2009, en el marco de la Trienal de Artes Visuales. Y hoy, cuando la instalación vuelva a encontrarse con la mirada del público, no solo brindará luces de diversas biografías, también enrostrará el paso del tiempo. “Al reconstruir esta obra fue muy impresionante ver, por ejemplo, cómo ya no se ven teléfonos fijos, o despertadores. Ahora, todo eso es el celular. Vemos cuánto cambió el co-tidiano en quince años. Elijo veladores porque es el mueble menos editado de una casa. Es una muestra del inconsciente”, dice González, mientras afina el montaje. Su trabajo artístico, muy anclado en su herencia biográfica y en conceptos como cuerpo, territorio, éxodo y memoria, consigue encender el imaginario de quien observa. Las huellas de relatos, imágenes u objetos de la historia íntima propician conexiones con historias y preocupaciones colectivas de Chile y el mundo. HILVANAR LA MEMORIALa artista aclara que esta exhibición no tiene el subtítulo de retrospectiva.
Lo hace a favor de la precisión no hay aquí un mapeo completo ni cronológico, sí una selección marcada por ciertos ejes de sus exploraciones y su poética, pero al hacerlo termina revelando su sencillez: “Una retrospectiva es para alguien mayor, más consagrado”. Pero Varinia Brodsky, directora del MNBA, sostiene: “Con esta exposición se rinde homenaje a una trayectoria indiscutible.
Esta es la primera muestra individual de González en nuestras salas, y viene a enriquecer y fortalecer nuestra programación 2024, que busca dar espacio preponderante a las prácticas artísticas de mujeres en Chile”. El recorrido, que se despliega por toda el ala sur del primer piso, permite ya desde laprimera sección acercarse a los desplazamientos que González desarrolló a partir de los años 90, cuando comienza a usar hilo y bordado en reemplazo del signo gráfico. Y luego hace lo mismo frente a la pintura, utilizando capas y capas de tela. “Aquí se ve una muestra de todas las torsiones que hice. Al hacer esta revisión hacia atrás, me sorprendí al ver mi obsesión por el gran formato. Trabajaba en telas enormes, tan difíciles de montar”, apunta. Es el caso de obras como “Paisaje y memoria” (2012): un enorme paño de cortina proveniente del Ritz de Beirut emplaza un crudo fragmento de guerra y violencia. Otra instalación referencial es “Historia de cenizas” (1999), presentada en la Galería Gabriela Mistral y compuesta por distintas piezas; entre ellas, 77 fardos de huaipe.
No fue sencillo montarla otra vez, tal como le ocurrió con otros de los trabajos elegidos para “Hebra perdida”. En esta recuperación, González sintió el golpe de la pérdida de ciertos oficios que la proveían de materiales para su trabajo. “Fui a la que era la fábrica de huaipes y veo que ya no está operativa. Te das cuenta del paso del tiempo y de lo que ya no existe. Volver a mirar las obras que uno hacía fue sorprenderse; volver a conectar con las materialidades, con las soluciones.
Esto está así, cómo lo resuelvo, o si hay que restaurar, cómo lo hago”, relata la artista, que entre 2008 y 2023 se alejó un poco de sus propias exploraciones porque estaba a cargo del Museo de Arte Popular Americano. “Ahora recordé lo entretenido y lo potente del taller. Regresé al tacto, a los olores. Lo pasé muy bien. Fue bonito darme cuenta de que estas obras se sostienen y no han perdido su aura”, remata.
UNA DÉCADA DEL FORO DE LAS ARTESLa muestra de Nury González es una de las actividades más relevantes en el marco del Foro de las Artes de la U. de Chile, encuentro de creación artística y reflexión que este año cumple una década. Bajo el título de “Manifiestos”, la línea temática del foro “llama a los artistas a expresar sus puntos de vista respecto al presente y elfuturo.
Ante las diferentes problemáticas que atravesamos, como la crisis medioambiental o el debilitamiento de las democracias en el mundo, creemos que las y los artistas son actores clave para dar a conocer perspectivas creativas, reflexivas y sensibles sobre diversas temáticas”, explica Fernando Gaspar, director de CreaciónArtística de la universidad, que organiza este encuentro. El Foro de las Artes ya ha presentado varios trabajos en distintas disciplinas, pero aún queda programación interesante.
La instalación site specific “Obituario” estará en el pabellón de anatomía norte de la Facultad de Medicina de la universidad (Profesor Zañartu 1130) ycombina fotografía, sonido y texto para reflexionar sobre la muerte y los rituales funerarios. Bajo la curatoría de Carla Miranda y el trabajo del artista Rodrigo Bruna, esta instalación se podrá ver mañana, de 18:00 a 20:00 horas, y el sábado, de 11:00 a 13:00 horas. Toda la programación está en Forodelasartes. uchile. cl.. En 2021, la artista empezó a recuperar algunos de sus trabajos cruciales, y ahora los muestra en el Museo de Bellas Artes. “Hebra perdida” revisa 40 años de quehacer. Su exposición estará montada en el Museo Nacional de Bellas Artes hasta marzo.