Autor: NÉSTOR BECERRA YOMA Profesor titular Universidad de Chile

CARTAS: IA e inconsistencias en Fondecyt
Señor Director: La inteligencia artificial (IA) es uno de los temas más urgentes y estratégicos del mundo actual. Chile ha tratado de no quedarse atrás: ya cuenta con una polftica nacional y un plan de acción en TA. Sin embargo, algo no está funcionando bien. El programa Fondecyt Regular de ANID cumple un rol clave financiando gran parte de la investigación científicatecnológica y formación de especialistas en el país. Pero tiene un problema: no puede priorizar ninguna disciplina, aunque algunas sean claramente más estratégicas hoy, como la TA. Para postular a estos fondos, uno de los criterios principales es la "productividad" del investigador, medida a través de 10 publicaciones seleccionadas por cada postulante.
Pero en el grupo de Ingeniería 2 —que concentra gran parte de la investigación en TA en Chile—, el puntaje depende de la disciplina asociada a cada revista científica en la que se publicó el artículo, según la ANID.
Sin embargo, no se entrega a priori la lista de disciplinas o revistas que se consideran mejor evaluadas. ¿ El resultado? Disciplinas clave, como la sismología, vital para un país sísmico como Chile y hoy profundamente entrelazada con desarrollos en TA, terminan sorprendentemente en desventaja. En el concurso Fondecyt Regular 2025, por ejemplo, artículos sobre sismología simplemente no podrían haber alcanzado los puntajes más altos en productividad en Ingeniería 2, aunque fueran en revistas de altísimo nivel. Más grave aún: se ha detectado que el mismo artículo científico puede contar para un investigador y no para otro. Estas inconsistencias generan dudas sobre la equidad del proceso. Y si alguien detecta una arbitrariedad y pide que se revise el fallo, la respuesta es final: no hay derecho a apelación. Esto no parece ser un tema de falta de recursos. De hecho, ANID ha aumentado su personal respecto de su antecesora Conicyt, como lo señaló su directora en una reunión reciente con sociedades científicas. En un momento en que el mundo corre a toda velocidad hacia la TA, Chile no puede permitirse dejar en segundo plano la investigación que le dará las herramientas para enfrentar los desafíos del futuro.