y salud fe
y salud fe del invierno, solemos centrarnos en los resfríos o el aumento de enfermedades respiratorias. Sin embargo, poco se habla de cómo el frío impacta la salud femenina de forma integral: desde el ciclo menstrual hasta el estado emociohal. Durante los meses fríos, muchas mujeres experimentan alteraciones hormonales que pueden traducirse en ciclos menstruales irregulares, mayor dolor o síntomas premenstruales intensificados. La menor exposición a la luz solar disminuye la vitamina D y la serotonina, afectando el ánimo y aumentando la fatiga. Además, el uso de calefacción y la baja humedad ambiental resecan la mucosa vaginal, favoreciendo infecciones como candidiasis o cistiti: No se trata de exagerar, sino de visibilizar. El cuerpo femenino responde al entorno, y el invierno es un entorno hostil si no se toman medidas. Promover el autocuidado --hidratación, alimentación rica en vitamina D, ejercicio, abrigo adecuadono es solo una reco'mendación, es una necesidad. Como profesionales de la salud, debemos incorporar esta mirada debemos incorporar esta mirada estacional en nuestras consultas. Evaluar el estado emocional, educar sobre higiene íntima y fomentar hábitos saludables puede marcar una gran diferencia. El invierno no debe ser una amenaza para el bienestar femenino. Con información, prevención y acompañamiento, podemos transformarlo en una oportunidad para cuidarnos mejor. Macarena Arriagada Belmar Directora de Obstetricia U. Andrés Bello, sede Viña del Mar.