De celebraciones.en la calle a no salir de sus Casas: cómo viven hoy los vecinos de la “casa de seguridad” en Estación Central
De celebraciones. en la calle a no salir de sus Casas: cómo viven hoy los vecinos de la “casa de seguridad” en Estación Central Los investigadores realizaron diversas pericias al interior del inmueble desalojado, pues se hallaron cuerdas y restos biológicos. Décadas atrás, en la calle Piloto Pardo de Estación Central, como en muchos otros lugares, la vida en comunidad era algo habitual.
Los vecinos se conocían de años y en ocasiones especiales como Navidad, Año Nuevo o algún cumpleaños, todos los residentes sacaban sus mesas a la calle y compartían entre ellos, "como una gran familia", recuerdanElena y Alejandra, vecinas del sector.
Sin embargo, la añoranza de recuperar esa antigua vida de barrio se fue disolviendo con el pasar de los años, mientras se hacía inevitable llegada de "nuevos habitantes". Hoy de los vecinos originales de esa calle --que alberga alrededor de 21 viviendas--, solo se mantienen cuatro familias y el resto serían inmigrantes. El jueves recién pasado, una propiedad de uso industrial, ubicada en esa misma calle, a la altura del 300, fue desalojada por la Policía de Investigaciones (PDI), Carabineros y seguridad municipal.
Habría sido el refugio por "varios años" de bandas vinculadas con organizaciones criminales transnacionales, como Los Pulpos, de origen peruano, y grupos asociados al Tren de Aragua, que nace en Venezuela. n Riñas con baleados y apuñalados, según residentes El operativo se desarrolló cerca de las 8:00 horas, a solo unas cuadras del sector de la comuna conocido como la "pequeña Caracas". Elenacomenta que esa propiedad inicialmente fue una fábrica de vajilla y posteriormente se arrendó a una compañía dedicada al rubro de los valores. Sin embargo, tras la muerte de los dueños, el inmueble quedó sin ocupantes y a poco andar "nuevos vecinos" llegaron. Inmigrantes peruanos se tomaron la propiedad y desde ese entonces la música hasta altas horas de la noche le habría arrebatado la tranquilidad al barrio. A ello se sumaron riñas que, en muchas oportunidades, concluían con personas baleadas o apuñaladas. Entre los residentes dicen que incluso hubo hace un tiempo un intento de incendio: desconocidos rociaron con líquido acelerante la fachada y le prendieran fuego. Esa práctica es utilizada comúnmente en Perú, se usa para amedrentar a sus víctimas en casos de extorsión, especialmente a comerciantes o empresarios, de acuerdo a publicaciones de prensa de ese país.
Una de las residentes --que no quiso ser identificada-recuerda: los extranjeros tenían un perro que ladraba a todo aquel que pasaba por esa calle y, en una oportunidad, el hermano de una vecina se encontraba paseando a su mascota y los gruñidos la alertaron. La mujer dice que tuvo su primera y única interacción con esas personas, ya que los increpó por la situación.
Una semana después, su auto, un Nissan V16, fue robado desde la puerta de su casa, a plena luz del día, por lo que debió comprar cámaras de seguridad y alambrado. n Un tiroteo: sale un grupo de "inquilinos" y entra otro La "tranquilidad" no llegó hasta diciembre de 2024, afirman Alejandra y Elena. Según ellas, un grupo de hombres atacó a tiros la propiedad. Esa misma noche, quienes vivieron ilegalmente ahí por casi una década abandonaron la casa, y no fue hasta el día siguiente que se instaló un nuevo grupo. Eran venezolanos, dicen, y a diferencia de los ciudadanos peruanos, mantenían un bajo perfil e incluso, parecía que no querían llamar la atención, calma que igualmente las inquietaba. A comienzos de semana, el lunes, se notificó el desalojo. Había 13 personas que estaban arrendando piezas al interior del inmueble. La mayoría eran venezolanos, había un chileno, un peruano e incluso, dos menores de edad. Tres días después, cuando se hizo el operativo, la casa estaba completamente abierta y sin moradores. Se hallaron en el lugar diversos elementos asociados a delitos, entre ellos, cuerdas y restos biológicos, que corresponderían a sangre, los cuales quedaron en manos de las policías para sus respectivas pericias.
Mediante una declaración pública, la municipalidad informó que en esa edificación se cometía "tráfico de drogas, porte de armas" y "posiblemente secuestros y torturas". El alcalde de la comuna, Felipe Muñoz, aseguró que "en Estación Central hemos realizado desalojos de inmuebles que no cumplen con condiciones mínimas de habitabilidad y que se han convertido en focos de delitos e incivilidades". En la misma línea, Juan Pardo, subprefecto de la PDI, dijo que "personal especializado ingresa y, efectivamnete, encuentra elementos que podrían tener relación con alguna comisión de delito (... ) posteriormente, el Ministerio Público instruye que la PDI realizar el trabajo del sitio del suceso". n Las características de la "casa de seguridad" La residencia contaba con una sala de reuniones, una oficina y aproximadamente 17 dormitorios, de los cuales uno habría funcionado como "sala de tortura", de acuerdo a los antecedentes reunidos en el marco del procedimiento. Según mencionaron desde el municipio, su interior estaba en buen estado, mantenía una cocina en óptimas condiciones y dos accesos, uno por el frontis y otro por la parte trasera.
Una vecina confirmó que aquel inmueble cuenta con una conexión con la vivienda colindante por la parte de atrás, la cual da hacia General Velásquez, lo que en ocasiones le podría haber facilitado el escape al grupo.
Todas esas características apuntan a una "casa de seguridad", la que, según la PDI, se define como el lugar en que operan bandas criminales que escogen ciertos inmuebles para la comisión de ilícitos diversos. n Un cambio para los vecinos de Piloto Pardo Elena, una de las residentes originales, describe el barrio como "seguro y tranquilo", ya que el sector está habitado por una gran cantidad de adultos mayores.
Pese a la llegada masiva de inmigrantes a la zona, agrega, estos en su mayoría son personas "tranquilas" y "trabajadoras". La mujer asegura que la casa desalojada era el problema y de aquella venía la mayor cantidad de conflictos.
Un día después, dijo a través de un mensaje de Whatsapp: "Volvió la tranquilidad". No obstante, otros vecinos comentaron que desde la noche del jueves, nuevamente desconocidos han estado "rondando" la casa, e incluso, se les vio móviendo las rejas que fueron colocadas por las autoridades, para ver si podían entrar.
Primero fue ocupada por peruanos y luego por venezolanos: Primero fue ocupada por peruanos y luego por venezolanos: De celebraciones en la calle a no salir de sus casas: cómo viven hoy los vecinos de la "casa de seguridad" en Estación Central De celebraciones en la calle a no salir de sus casas: cómo viven hoy los vecinos de la "casa de seguridad" en Estación Central SOFÍA FARÍAS G. Desde 2022 hasta la fecha, se han realizado 35 intervenciones de propiedades "tomadas" en esa comuna. En muchas ocasiones, las viviendas son utilizadas para cometer delitos o se convierten en foco de incivilidades. DELITOS La exfábrica se utilizaba para tráfico de drogas, porte de armas y se pesquisa si también secuestros y torturas..