Autor: ELENA IRARRÁZABAL
Marcela Paz y las personas ciegas, una historia que cumple cien años
ELLA ERA “ESPECIALMENTE SENSIBLE AL SUFRIMIENTO AJENO”, DICE FRANCISCO CLARO HUNEEUS, UNO DE LOS HIJOS DE LA ESCRITORA:Varias generaciones de chilenos han leído las aventuras de Papelucho, pero no todos conocen otra valiosa dimensión de Esther Huneeus el verdadero nombre de Marcela Paz, la creadora del popular personaje, que beneficia hasta hoy a miles de personas.
En 1923, conmovida por los ciegos que circulaban en Santiago muchos de ellos mendigando para comer, la escritora decidió fundar, junto a un grupo de activas mujeres, un hogar para acogerlos, bajo la advocación de Santa Lucía (mártir romana y patrona de los ciegos). El primer paso fue la public a c i ó n, e n 1923, de un aviso en los diarios.
“A las personas que conocen o sepan de algún ciegoque necesite ayuda, se les ruega inscribirlo en la Sociedad Protectora de Ciegos Santa Lucía”. El Colegio de los Padres Franceses colapsó un frío 11 de junio con más de 500 personas ciegas. Muchas chocaban con los muebles, pues además llevaban guitarras o instrumentos con los que se ganaban el sustento diario. Todo el bullicio se apaciguó cuando Esther Huneeus subió al estrado y les solicitó a los asistentes su apoyo y oración para que este sueño se concretara. El Hogar para Ciegos Santa Lucía abrió en 1924. Veinte años más tarde se transformó en el Colegio Santa Lucía, el primero para no videntes de Latinoamérica. Hoy se llama Fundación Luz, pero mantiene el espíritu original. El colegio de La Cisterna tiene alumnos desde primero a octavo básico. Allí, 26 profesores especializados atienden a 170 estudiantes (36 son internos). También funciona una sede en Las Condes especializada en adulto mayor y otra en Santiago Centro. Asimismo, la fundación desarrolla talleres y cursos desde música hasta masoterapia para facilitar la inserción laboral y social. Incluyen desde el manejo del bastón guía hasta tiflotecnología (enseñar a las personas ciegas a usar tecnologías). En 2004 se creó la orquesta “Sonidos de Luz”, integrada por músicos ciegos o con baja visión. Interpretan jazz, tango, bossa nova y música folclórica y popular. “La Güeli, como la llamaban de cariño en mi familia, fue muy adelantada para su época e impulsó esta iniciativa a sus 22 años. Hoy sigue presenteimpulsó en 1924 la creación de un hogar para ciegos. ZULNÓICADNUFpleadores que acogen a ciegos. “Es algo novedoso y único, que beneficiará a personas a lo largo de Chile mediante un acompañamiento personalizado. Sus innovadoras metodologías lo posicionarán como un líder en la temática y un referente internacional”, señala Echeverría. Sofía Villavicencio, directora de la Fundación Luz, agrega que el nuevo centro ya atiende a 1.200 personas con fonoaudiólogos, psicólogos, trabajadores sociales, profesores de educación diferencial, kinesiólogos y terapeutas ocupacionales. Los hijos de Marcela Paz han velado porque los libros de ella estén disponibles en audiolibros y Braille.
Uno de ellos, el físico Francisco Claro Huneeus, relata que Marcela Paz “fue especialmente sensible al sufrimiento ajeno” y que el primer hogar de ciegos del país y la región “fue una labor que lideró con mucha pasión, por cerca de tres décadas”. Recuerda la búsqueda incesante de financiamiento. Para ello, “en un pequeño almacén de barrio, mi mamá vendía productos en beneficio de la institución”. También rememora el cariño que la escritora recibía de los ciegos que habían pasado por el hogar.
“A pesar de su limitada movilidad, venían a saludarla con frecuencia a nuestra casa”. Cien años después, los desvelos de Esther Huneeus y quienes han colaborado con esta iniciativa siguen dando frutos y requieren de apoyo para ayudar a más personas con esta discapacidad. nsu espíritu, pero la institución ha ido cambiando para adaptarse”, explica la bisnieta de Marcela Paz, Antonia Echeverría Ruiz, integrante del directorio de la Fundación Luz. Terapeuta ocupacional e investigadora sobre envejecimiento en la U. de los Andes, destaca que el centenario se celebró el jueves con la inauguración del primer Centro para la Discapacidad Visual de Chile, en La Cisterna. La idea es acoger desde la primera infancia hasta adultos mayores y a sus familias. Este acompañamiento implica apoyo para alumnos de colegios regulares que requieren refuerzo y estímulo y para adultos que han perdido la vista por accidentes u otras causas. Todas las atenciones son gratuitas. El centro también capacita a familias, instituciones educativas y em-. La creadora de “Papelucho” tenía solo 22 años cuando fundó en 1924 un hogar para personas ciegas o con visión limitada. El Hogar Santa Lucía fue el germen de la Fundación Luz, que cumplió un siglo e inauguró el primer Centro para la Discapacidad Visual de Chile.
ELLA ERA “ESPECIALMENTE SENSIBLE AL SUFRIMIENTO AJENO”, DICE FRANCISCO CLARO HUNEEUS, UNO DE LOS HIJOS DE LA ESCRITORA: “Hoy sigue presente el espíritu de mi bisabuela”, dice Antonia La educación es un pilar del trabajo de Fundación Luz. Su colegi Una joven Marcela Paz