Autor: Jorge Valderrama Gutiérrez
Héroes talquinos en el asalto y toma del Morro de Arica
Héroes talquinos en el asalto y toma del Morro de Arica Jorge Valderrama Gutiérrez Héroes talquinos en el asalto y toma del Morro de Arica A ntes de la formación del Batallón Talca por Decreto Nº 37 del 6 de marzo de 1880, numerosos talquinos ya estaban combatiendo en la Guerra del Pacífico en diferentes batallones y regimientos, entre los que se mencionan al joven teniente Miguel Emilio Letelier, uno de los primeros en incorporarse como voluntario al ejército en 1979, el que fue gravemente herido en el frente de batalla; al subteniente José Dionisio Cienfuegos, quien pereció también en batalla; al coronel Roberto Souper, quien fue al combate con 2 de sus hijos; al capitán Manuel Baeza, muerto en 1881 en una escaramuza en la sierra peruana de Pucará. Y por cierto, muchos, muchos otros.
Igualmente, en la que ha sido considerada una de las acciones militares más grandes y cruentas de la guerra, la Batalla de Tacna librada el 26 de mayo de 1880, el ejército chileno derrotó a los ejércitos aliados compuestos por tropas bolivianas y peruanas, por lo cual el Alto Mando nacional decidió capturar la plaza fortificada de Arica, considerada inexpugnable por el sistema de fuertes y de minas que la protegía.
La batalla comenzó la madrugada del 7 de junio de ese año, debido a que los soldados del Tercero de Línea fueron descubiertos antes de llegar al fuerte y, al escucharse el primer disparo, emprendieron el asalto a la carrera. Rompieron con corvos y bayonetas los sacos de arena de la base, con lo cual, se derrumbaron los superiores. Ya en el recinto del fuerte, hizo explosión el polvorín. Peruanos y chilenos volaron mezclados con las piedras. Los sobrevivientes, enfurecidos, pasaron a cuchillo a cuánto jefe o soldado peruano atraparon.
El morro cayó en 55 minutos, contados desde que alguien gritó: "¡ Al Morro, muchachos! ", a la par que el 3º y el 4º de línea, desobedeciendo una orden anterior del coronel Lagos, tomaron a sangre y fuego los fuertes del Este y Ciudadela, izando el pabellón patrio en la Plazoleta del Morro de Arica. El adalid del triunfo fue el coronel Pedro Lagos, quien había ascendido por méritos a la oficialidad, y quien comandó a 4.000 infantes. SIGUE EN LA PÁGINA 18 Dos recreaciones artísticas sobre el denodado combate por la conquista y posesión del Morro de Arica, acontecido el 7 de junio de 1880.
Derrota que los peruanos atribuyeron a falta de armamento y a una supuesta inferioridad numérica; la segunda pintura se exhibe en el Museo Nacional de Lima.. Héroes talquinos en el asalto y toma del Morro de Arica Como dato anecdótico, marinos extranjeros que conocían la plaza habían cruzado apuestas sobre la duración de la batalla, oscilando éstas entre tres días y dos semanas.
Así como el desembarco en Pisagua está considerado la más hábil concepción estratégica, desde el punto de vista táctico: ¡ Arica es la nota culminante en toda la historia militar de la República! Ese heroico acontecimiento histórico ha sido denominado Día de las Glorias de la Infantería, cuyo desenlace fue determinante para que el Ejército y gobierno peruano se rindieran y firmaran el Tratado de Ancón el 22 de octubre de 1883. Y en aquel desenfrenado escenario, participaron varios talquinos, de los cuales se realiza un breve perfil biográfico de 4 de ellos. Federico Gana Gaete Federico Gana Gaete nació en Talca, en 1845.
Hijo de José Miguel Gana y de Clotilde Gaete, ingresó al ejército el 14 de mayo de 1860 como soldado del Batallón Tercero de Línea, participando en las campañas de la Araucanía, alcanzando el grado de capitán en 1870. En la Guerra del Pacífico estuvo presente en el bombardeo de Antofagasta el 26 de mayo de 1879, y en la Batalla de Dolores el 19 de noviembre de ese año.
El 11 de abril de 1880 ascendió a Sargento Mayor Graduado, participando en la Batalla de Tacna, y guiando a sus soldados y oficiales en el asalto y toma del Morro de Arica el 7 de junio de aquel año. Como teniente coronel de Guardias Nacionales y segundo comandante del Regimiento Tercero de Línea, luchó heroicamente en las batallas de Chorrillos y de Miraflores el 13 y el 15 de enero de 1881. El 24 de mayo de ese último año fue nombrado comandante de esa unidad. Participó en las campañas de la sierra y el 28 de octubre de 1882 fue nombrado comandante del Batallón cívico Bulnes. En la Guerra Civil de 1891 apoyó al Presidente Balmaceda, batiéndose con arrojo en las batallas de Concón y Placilla como comandante del Batallón Linares. Con el triunfo de los revolucionarios sufrió persecuciones y fue dado de baja del ejército. Hacia 1911 aún residía en Santiago.
Juan Manuel Salamanca Hijo de Juan Manuel Salamanca Azócar -ilustrado personaje de la sociedad talquinay de doña Rosario Montero, Juan Manuel nació en 1855 en la aldea de Colín, Departamento de Talca, en una heredad de su familia.
Se educó en el Instituto Literario de Talca y posteriormente ingresó a la Universidad de Chile a estudiar Medicina con su hermano Clotario, siendo inspector en el Instituto Nacional de Santiago en 1874, paralelamente a sus estudios superiores. Recibió su título de médico en abril de 1879, incorporándose luego como cirujano primero del Regimiento Cuarto de Línea con motivo de la Guerra del Pacífico.
En dicho cargo presenció el bombardeo de Antofagasta (28 de agosto de 1879); participó en la Batalla de Tacna (26 de mayo de 1880); le correspondió actuar en el asalto y toma del Morro de Arica el 7 de junio de 1880; y posteriormente en las batallas de Chorrillos y Miraflores (13 y 15 de enero de 1881, respectivamente). Durante la ocupación del territorio peruano tuvo a su cargo el hospital de Guadalupe del Callao, ocupando el puesto de médico de Bahía de ese puerto en el cual impidió el ingreso de la temida fiebre amarilla. Igualmente, en esa etapa publicó una serie de artículos y escritos relacionados con higiene en el diario El Comercio del Callao. Por sus importantes aportes y servicios prestados a su patria fue justipreciado con dos medallas de honor y siete barras de oro.
En 1883, poco antes que terminaran las hostilidades, volvió a Talca, donde poco después fue nombrado médico de ciudad, prestando sus servicios profesionales a los heridos de guerra del Regimiento Movilizado Talca que llegaban del norte en un improvisado hospital.
Así también, en 1886 organizó -con Víctor Silva y otros connotados vecinosel Servicio Médico de Talca para combatir el cólera (llamado Viajero del Ganges). En 1891 acompañó al doctor Jenaro Contardo a curar a los heridos de las batallas de Concón y Placilla que fueron trasladados a Talca e instalados en la Casa de Ejercicios.
Militó en el Partido Radical y escribió las siguientes obras científicas: Monografía de la Fiebre Amarilla, 1882; Los Baños Termales de Catillo i descripción de las célebres vertientes denominadas Pozo del Anjel, Agua Purgante Pozo de San Juan de Dios, Agua María i Baños del Cajón, 1885; La Disentería, 1879; Ventajas de la Expropiación de las Termas de Chillan, 1890; y Apuntes sobre la Hijiene de Talca leído en el 4º. Congreso Científico, 1897. Además, es autor de un trabajo sobre Teratología relativo a un caso de hermafroditismo ocurrido en la cárcel penitenciaria de Talca. Además del diario El Comercio del Callao, colaboró en los periódicos El Nuevo Ferrocarril de Santiago, al igual que en La Libertad y Los Tiempos de Talca. Finalmente, integró diferentes entidades sociales y benefactoras de su ciudad, tales como la Liga Protectora de Estudiantes Pobres, el Consejo Provincial de Higiene, la Comisión Organizadora del Monumento al Regimiento Talca, y la Delegación Universitaria. Fue médico de La Igualdad, de la Sociedad de Artesanos, de la Sociedad de Empleados y de la Sociedad Española de Beneficencia, amén de miembro de la Junta Central del Partido Radical. Falleció en Talca el 9 de noviembre de 1927. Ángel Custodio Corales Ángel Custodio Corales nació en Talca en 1856, ingresando como sargento primero al Cuarto de Línea el 11 de abril de 1879. Así, ya en enero de 1880 -con 23 años de edadera subteniente.
Benjamín Vicuña Mackenna escribió: "En las campañas del norte se encontró en las siguientes acciones de guerra: en los bombardeos que el monitor Huáscar hizo a Antofagasta el 26 de mayo i el 28 de agosto de 1879; i en el mes de noviembre de ese año en el desembarco de Pisagua; i el 2 i el 19 en la batalla de San Francisco; en la batalla de Tacna el 26 de mayo de 1880 i en el asalto i toma de Arica el 7 de junio de ese año.
Después de expedicionar de Pisco a Ica, se encontró en la batalla de Chorrillos el 13 de enero de 1881 en la cual fue (sic) muerto". Dos balazos en el pecho terminaron instantáneamente con su vida. Los funerales del oficial del Cuarto de Línea, se transformaron en todo un simbolismo en su ciudad natal. Aquel día 30 de abril de 1880 las naves de la iglesia Santo Domingo, ubicada en 2 Sur esquina 1 Poniente, estaban desbordantes de gente. Según dio a conocer el diario talquino La Libertad, entre los asistentes estaban el juez Galvarino Gallardo; el intendente subrogante, Adolfo Armanet, y numerosas personalidades. Después del responso, la multitud se encaminó hacia el Cementerio Municipal encabezada por el Batallón Cívico, al mando del teniente Agustín Arzón y del subteniente Justo Pastor Avaria.
Una vez allí, José Raimundo Valenzuela elogió al héroe, recordando su actuación en el Comité Manuel Rodríguez en 1879, cuando llamaba al pueblo a enrolarse en el Ejército y resaltando su congruencia moral, ya que al cambiar su levita de caballero por la chaqueta azul y pantalón rojo del soldado del Cuarto de Línea predicó con el ejemplo.
En el camposanto, durante los responsos, se reiteró que en Arica fue uno de los primeros en escalar el morro; y en el balneario de Chorrillos guió a sus hombres espada en ristre, hasta que dos balas le impactaron.
Después sólo se escuchó su voz: "¡ Seguidme! ¡Venguemos El segundo comandante del Regimiento Tercero de Línea, Federico Gana Gaete, luchó con denuedo junto a sus hombres y oficiales en pos de la conquista del valioso peñasco; asimismo, el subteniente Ángel Custodio Corales fue uno de los primeros en escalar el abrupto promontorio; en tanto que el cirujano primero del Regimiento Cuarto de Línea, Juan Manuel Salamanca, fue justipreciado con dos medallas de honor y siete barras de oro, tanto por su participación en la toma del morro, como por importantes servicios prestados a la patria; y el teniente Lucindo Bysivinger Vergara -a las órdenes del coronel Pedro Lagoslideró el asalto y toma de los fuertes que protegían el risco, entonces convertido en inexpugnable fortaleza peruana VIENE DE LA PÁGINA 17. - - - - - Héroes talquinos en el asalto y toma del Morro de Arica a la Patria!". Palabras con las cuales encontró su tumba y su apoteosis. Lucindo Bysivinger Vergara Lucindo Bysivinger Vergara nació en Talca el 28 de enero de 1857. Fueron sus padres don Juan Bysivinger y la señora Úrsula Vergara. Por línea paterna su familia era oriunda de Alemania del sur. Sus primeros estudios los realizó en el colegio de don Adrián Araya, profesor que continuó dándole sus lecciones hasta que se incorporó en calidad de soldado distinguido al Regimiento Buin primero de línea, en 1868. En 1871, a las órdenes del general José Manuel Pinto, emprendió la campaña de la Araucanía. Al estallar la Guerra del Pacífico en 1879 marchó al norte con el grado de teniente de su regimiento, a la campaña del litoral de Bolivia.
El 28 de agosto de ese año se encontró en el combate de Antofagasta, librado por el blindado Huáscar de la Armada del Perú y los barcos chilenos Magallanes y Abtao, además de las fortalezas en tierra, a las órdenes del general Erasmo Escala.
Participó, además, en el combate y toma del puerto fortificado de Pisagua el 2 de noviembre del mismo año, marchando después al campamento de Dolores, combatiendo en la batalla de San Francisco el 19 del mismo mes y año, a las órdenes del general de brigada Manuel Baquedano.
Marchó al puerto de Ilo el 23 de febrero de 1880; el 8 de abril de ese año marchó sobre Locumba y desde allí a Tacna, donde se encontró en la batalla de ese nombre el 26 de mayo, a las órdenes del general Manuel Baquedano.
El 28 del mismo mes sobre Pachía, a las órdenes del coronel Pedro Lagos, en persecución del enemigo; el 2 de junio marchó a Arica, y el día 7 se encontró en el asalto y toma de los fuertes del morro, a las órdenes del coronel Pedro Lagos. Hizo la expedición al norte del Perú a las órdenes del capitán de navío Patricio Lynch, desde el 3 de septiembre hasta el 10 de noviembre del mismo año. Asimismo, la Cámara de Senadores y la de Diputados resaltaron su servicio a la patria en noviembre 15 y 17 de 1880, respectivamente. Finalizada la Guerra del Pacífico, en 1891 fue ascendido a coronel de Guardias Nacionales y nombrado prefecto de policía de Santiago. Soldado pundonoroso, de lealtad a prueba de todo sacrificio, dio toda clase de garantías a la capital en el curso de la revolución de 1891. Sirviendo con elevado carácter este delicado puesto, en aquellas circunstancias tan graves, cayó envuelto en la bandera de la Constitución y de la lealtad con el gobierno del Presidente Balmaceda.
En su calidad de jefe leal tuvo que ser escoltado por el senador Agustín Edwards para protegerlo del torbellino revolucionario que no lo respetó en la derrota, conduciéndolo a la cárcel donde se le mantuvo en calidad de preso político desde el 6 de octubre de 1891 hasta 1893, cuando la Corte de Apelaciones de Santiago decretó su libertad. Fue condecorado con una medalla de oro por las leyes de 1880 y de 1882, dictadas por el Congreso, por las campañas de Perú y Bolivia, y ascendido a Sargento Mayor de Ejército. Por decreto supremo el 27 de septiembre de 1887, fue nombrado primer ayudante y secretario de la Comandancia General de Armas de Ñuble. El 24 de septiembre de 1888 fue nombrado comandante del Cuerpo de Inválidos de Curicó. Estando a disposición del comandante general de armas de esa ciudad, desde el 29 de marzo de 1890 hasta el 15 de abril de 1891, formó el batallón Gendarmes de Curicó. Falleció en Santiago, el 6 de marzo de 1906. Epílogo La Guerra del Pacífico terminó en 1883 con la victoria de las fuerzas chilenas. El conflicto tuvo como principal consecuencia la anexión a perpetuidad de Tarapacá y Antofagasta por parte de Chile, que incluyó Tacna hasta 1929. Bolivia perdió su litoral y Perú debió soportar una ocupación militar por tres años.
Durante la segunda mitad del siglo XX, el conjunto folclórico Los 4 Cuartos musicalizó e interpretó la tonada La toma del Morro, cuyos versos, en parte, declaman: "La arena cubre el silencio de las pisadas resueltas. /Tres regimientos marchan hacia la muerte, hacia la gloria. / Con sangre el Morro espera. /Esa madrugada teje su historia. /Ya vienen subiendo el Morro los tercero de línea;/y el 4º en el flanco izquierdo toca a degüello, los corvos brillan;/y entre los estampidos, voces que gritan: "¡ Vamos pa´rriba!". "¡Vamos pa´rriba!". Sargento Mayor Graduado, Federico Gana Gaete, quien guió a sus soldados y oficiales en el asalto y toma del Morro de Arica, el 7 de junio de 1880. Al doctor Juan Salamanca Montero, cirujano primero del Regimiento Cuarto de Línea, también le correspondió actuar en el asalto y toma del Morro de Arica el 7 de junio de 1880. Capitán Manuel Baeza, muerto en 1881 en una escaramuza en la sierra peruana de Pucará. Del libro: Águilas inmortales. Historia del Batallón Talca. Sargento Mayor, Lucindo Bysivinger Vergara, hijo de padre alemán y madre talquina, formó el batallón Gendarmes de Curicó. El 7 de junio de 1880 participó en el asalto y toma de los fuertes del Este y Ciudadela, del morro, a las órdenes del coronel Pedro Lagos..