Alimentación, actividad física y estimulación cerebral promueven la salud y función
Alimentación, actividad física y estimulación cerebral promueven la salud y función La clave y reto está en promover que los estilos de vida estén protagonizados por el autocuidado, aumentar los factores protectores y reducir los de riesgo de deterioro y enfermedad. de riesgo de deterioro y enfermedad.
Los pilares Y pilares son actividad física y alimentación. "Es importante la realización de actividad física, puesto que tiene repercusiones directas a nivel cardiovascular, que llega a todas las regiones del cuerpo igual que el sistema nervioso y cerebro", explicó el neurobiólogo Patricio Castro, académico de la Facultad de Ciencias Biológicas UdeC quien se ha dedicado a estudiar este fenómeno.
Al respecto, profundizó que cada vez que nos movemos se estimula el eje motor (músculo-esquelético) y hay implicancia metabólica que favorece la salud cardiovascular, repercutiendo en mejores marcadores como glicemia, triglicéridos y colesterol, y manejando riesgos. Y se activan otros mecanismos fisiológicos y producción de sustancias relacionadas al placer y relajo, con impacto directo sobre sobre funciones cognitivas, emocionales y salud mental.
Lo comprobó en un proyecto que investigó la correlación entre niveles de actividad física en universitarios y desempeño cognitivo: "vimos que personas con mejor aptitud cardiorrespiratoria se desempeñan mejor en las pruebas de memoria, por ejemplo". Además "nuestro cerebro humano es muy sensible a la alimentación en todas las etapas del ciclo vital", aseveró el especialista en ciencias biomédicas Ariel Ávila, académico de la Facultad de Medicina Universidad Católica de la Santísima Concepción e investigador de la Unidad de Neurobiología. Para llevar a cabo sus procesos el organismo requiere distintos nutrientes y el cerebro consume cerca del 20% del requerimiento de energía diario.
Pero, es vital tanto la cantidad como la calidad nutricional, pudiendo proteger al cerebro o exacerbar riesgos. "Una dieta equilibrada, rica en antioxidantes, ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales puede reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y Parkinson. Por otro lado, una dieta alta en grasas saturadas y azúcares puede incrementar el riesgo de desarrollar éstas y otras patologías cerebrales", afirmó. Sobre los omega 3 relevó que son cruciales para la formación de membranas celulares y sinapsis de las neuronas. Pescados grasos, nueces y semillas son ricas fuentes. pueden conducir a inflamación y resistencia a la insulina que afectan la función cognitiva. Junto a estos dos pilares se suma el comprobado beneficio de la estimulación al cerebro con actividades cognitivas y sociales. tivas y sociales.
Conocimientos para cuidar Conocimientos vitales de usar como herramientas y, dada la situación demográfica y epidemiológica, sostuvieron los científicos locales, urge concientizar en la población e impulOPINIONES Twitter @DiarioConce contacto@diarioconcepcion.cl Pescados grasos como el salmón son ricas fuentes de omega 3, ácido graso esencial para el organismo y de crucial papel para la salud y función cerebral. "Las vitaminas del Grupo B son esenciales para el metabolismo cerebral y la producción de neurotransmisores, y se encuentran en carnes, cereales integrales y verduras de hoja verde", añadió. Además, antioxidantes como vitamina E, vitamina C y flavonoides presentes en frutas y verduras protegen contra el daño oxidativo.
Y advirtió que grasas trans y saturadas presentes en alimentos procesados y fritos se asocian a inflamación y estrés oxidativo, y azúcares refinados Hábitos de autocuidado El neurólogo Juan Pablo Betancur y los investigadores Patricio Castro y Ariel Ávila abordaron medidas básicas para cuidar al cerebro: -Mantener una dieta saludable, que debe ser variada y balanceada y privilegiar frutas, verduras, granos enteros, carnes magras, pescados e hidratación suficiente con agua. -Realizar actividad física regular.
Un adulta sano debe acumular al menos 150 minutos de intensidad moderada a la semana. -Dormir en cantidad y calidad suficiente, sumando de 7 a 9 horas de sueño nocturno y reponedor. -Estimular al cerebro con actividades que desafíen la mente como leer, aprender cosas nuevas juegos de estrategia. -Reducir niveles de estrés con prácticas como meditación, yoga o respiración profunda. -Evitar el consumo de sustancias nocivas como tabaco, drogas y bebidas alcohólicas. Mantener relaciones sociales. sar hábitos saludables para cuidar, potenciar y preservar al cerebro, y vivir más y mejor.
Porque la evidencia demuestra que la esperanza de vida ha aumentado y también la prevalencia de estilos nocivos y patologías crónicas como dietas malsanas, sedentarismo, diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares que aparecen desde edades cada vez más jóvenes.
Ahí se debe actuar. "Debemos tratar de preservar al cerebro para que tengamos una buena vejez y el cuidado parte desde que se empieza a formar el sistema nervioso, que es a las 3 semanas de gestación, hasta que se consolida con todas las conexiones y sinapsis establecidas, lo que ocurre alrededor de los 30 años", aseveró el doctor Castro.
Si a lo largo de la vida se suman hábitos nocivos, estrés, desregulaciones metabólicas, enfermedades y uso de sustancias nocivas "la formación y consolidación se verán afectadas, lo que va a tener repercusiones en edades avanzadas en patologías como Alzheimer", dijo.
Un impactante ejemplo hay en los resultados recientes del laboratorio del doctor Álvarez: "en nuestro estudio, la exposición a una dieta alta en grasas desde el período prenatal resultó en una disminución significativa de neuronas excitatorias en la corteza, lo que sugiere que dietas ricas en grasas pueden predisponer a la descendencia a trastornos neurodegenerativos y cognitivos". Por eso el desafiante cambio para cuidar, potenciar y preservar el cerebro se aborda desde el inicial presente de la vida con la mirada en el futuro..