investigadores comentan la Drutal pelea entre 005 conductores en Providencia “Hay una cierta normalización de la agresión como forma de resolver el conflicto?”
investigadores comentan la Drutal pelea entre 005 conductores en Providencia “Hay una cierta normalización de la agresión como forma de resolver el conflicto?” Investigadores comentan la brutal pelea entre dos conductores en Providencia "Hay una cierta normalización de la agresión como forma de resolver el conflicto" Lo que partió como algo muy pequeño terminó con una agresión totalmente desproporcionada.
DANIELA TORÁN lina González (29) iba caminando al Aso por calle Eleodoro Yáñez, en Providencia, cuando al llegar al cruce con calle Rafael Cañas se topó con la pelea de dos conductores que se habían bajado de sus autos y se enfrentaban, uno con una rama de un árbol y el otro con un bate de fierro. "Cuando vi que uno de ellos tenía un arma de fierro crucé la calle para tratar de intervenir y que no pasara a mayores.
Siempre que veo una agresión me meto, no soy de las personas que se corre o arrancan", dice la preparadora física que en ese momento se puso entre medio de ambos hombres y les pidió a viva voz que pararan.
Sus gritos y los de los enajenados conductores son los que se escuchan en el video que el contador Pedro Campos grabó con su celular desde el balcón de su oficina, ubicada en un edificio de dicha esquina. "Primero el conductor de la camioneta Mahindra le quebró la ventana lateral al Suzuki S-Presso blanco y después lo chocó por atrás. En eso el conductor del auto blanco devolvió la agresión quebrando el parabrisas delantero a la camioneta. Pero la respuesta del otro fue brutal. Le quebró todos los vidrios, espejos y luces al Suzuki y se subió a su camioneta para irse. Pero antes, el conductor del auto le tiró la rama y le trizó el parabrisas trasero a la camioneta.
En ese momento, el conductor de la camioneta retrocedió y chocó por el costado dos veces al auto, y huyó". Alina, quien infructuosamente trató de convencer a los automovilistas de que pararan se quedó hasta el final y conversó con Marcelo, el conductor del Suzuki, quien le contó que la pelea partió por un estacionamiento. "Me dijo que él le pidió al tipo de la camioneta que se corriera, que se echara para atrás para poder estacionarse frente a la oficina donde iba y así poder tener el auto a la vista desde la conserjería. Según él, fue ahí cuando el conductor de la camioneta se molestó. Entiendo que Marcelo recogió una rama para enfrentar al conductor con el fierro", dice Alina, quien es ciclista y lamenta que estos hechos sean cada vez más comunes. Como dato extra, el Suzuki no pertenece al conductor del video, sino que a una pareja que arrendaba el vehículo para solventar los gastos de la universidad de un hijo. un hijo. Un problema extra El conductor del auto hizo la denuncia a Carabineros.
Hasta el cierre de esta edición, no había avances. "Y probablemente no los habrá muy "Y probablemente no los habrá muy "Y probablemente no los habrá muy "Y probablemente no los habrá muy "Y probablemente no los habrá muy "Y probablemente no los habrá muy "Y probablemente no los habrá muy "Y probablemente no los habrá muy "Y probablemente no los habrá muy "Y probablemente no los habrá muy "Y probablemente no los habrá muy "Y probablemente no los habrá muy pronto", comenta Patricio Meza, abogado experto en Ley de Tránsito, de Grupo Defensa. "No existe un tipo penal ni una normativa en el Código Penal ni en la Ley de Tránsito que se ajuste a estos hechos, es decir, que proteja a aquellas víctimas de personas que por diferentes motivos reaccionan de manera tan agresiva en una situación vial. Falta una normativa que apunte a los conflictos que se pueden generar entre conductores cuando se producen en el contexto vial", afirma.
El abogado dice que para abordar una situación como la de Providencia hay dos caminos: "La primera es por la vía de los daños a la propiedad, que está tipificado de manera genérica en nuestro código penal. La pena asociada va de 61 días a 540 días de reclusión o una multa de 11 a 20 unidades tributarias mensuales. Esto va a variar según la magnitud del daño y si se llega o no a salidas alternativas o acuerdos reparatorios entre las partes.
Si hubo lesiones a personas nos encontramos frente al delito de lesión, que puede tener una pena mayor dependiendo del tipo de daño". Mauro Basaure, profesor de Sociología de la Universidad Andrés Bello e investigador del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (Coes), comenta que este tipo de agresiones viales no son propias de Chile ni de Santiago, sino que se trata de un fenómeno internacional que se llama road rage (ira al volante), extremallama road rage (ira al volante), extremaEl momento Y en que el conductor de la camioneta quiebra los vidrios del auto. 1 O N $ Ñ Z Z ES damente conocido y que comenzó con la masificación del automóvil en los años ochenta. "No restamos hablando de personas especiales o con algún trastorno. De lo contrario, la ira vial no sería algo tan común. Esta banalidad de la violencia no se explica porque son personas especialmente violentas.
Hay una serie de factores individuales, contextuales, culturales que hacen que las personas comunes y corrientes lleguen a reaccionar de esa manera". ¿Cuáles serían estos factores? "En la cultura occidental estamos muy expuestos a modelos de violencia, hay mucha falta de sanción, hay una cierta normalización de la agresión como forma de resolver el conflicto. En el ámbito vial hay un factor extra que es la territorialidad objetiva, esa que va más allá del cuerpo, donde el vehículo se transforma en una extensión tuya, de tu identidad.
Entonces, si alguien se te pone al frente y no te deja pasar o se te cruza es como que te está faltando a ti el respeto y uno reacciona a la frustración de que no te respeten en tu espacio vital, que en realidad no es tuyo, porque es tu auto. Esto no sería común ni no hubiera tantos vehículos. Otro factor del que pocos hablan es que las personas están durmiendo menos.
Está comprobado por estudios que las personas con menor cantidad de sueño son más irritables". Para la socióloga Teresa Pérez, doctora en Estudios Americanos y docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago (Usach), influye el contexto simbóEl problema no conductores protagonizaron una es la violencia. El problema es que nos acostumbramos a ella. Rafael Gumucio El pasatiempo americano los norteamericanos lo llaman con ternura "el pasatiempo americano". Ritualizado, lento, lleno de reglas, exige paciencia y resignación. Pero tiene un elemento que lo conecta con las pasiones más primitivas: el bate. Un arma noble en el diamante, pero perfecta para destruir cualquier cosa fuera de él. Confiábamos en que, como deporte, el béisbol jamás prendería en Chile. Pero no contábamos con sus bates.
Esta semana, en plena Providencia, dos E béisbol es un deporte tan aburrido que E béisbol es un deporte tan aburrido que E béisbol es un deporte tan aburrido que E béisbol es un deporte tan aburrido que pelea de proporciones casi mitológicas. Uno de ellos, frustrado o simplemente salvaje, baja de su auto con un bate de béisbol. Le revienta los vidrios al otro vehículo, y luego lo embiste varias veces con su propio auto. La escena está grabada -hay link, hay video, hay viral y tiene todo lo que le pedimos hoy a una historia: violencia, caos y cero consecuencias. No quiero hablar aquí de lo violentos que nos hemos vuelto -eso ya lo sabemos, lo repetimos como mantra cansado-, sino de lo permisivos que somos. La violencia ya no indigna: se acepta, se espera. Gente así -con bates, con autos, con rabia crónica abunda. Y les sale barato ser así. A lo más una detención menor, una multa, un tuit irónico. No hay castigo real, ni social ni legal. La responsabilidad de frenarlos es, paradójicamente, de nosotros, no de la ley. Porque la ley, sola, no alcanza. Pero preferimos acostumbrarnos. Nos parece normal. Como el taco. Como el ruido.
Como el miedo. lico y discursivo de "crisis de delincuencia" y exacerbación del cambio cualitativo de la delincuencia y los discursos de injusticia de las víctimas. "Chile tiene mayores índices de 'miedo * que los países de la región y la victimización es muy diferente al Índice de personas que sí han sufrido algún acto violento o de delincuencia.
Según la Fundación Paz Ciudadana, el temor llega a 90%. Este ambiente simbólico y discursivo exacerbado puede estar generando predisposición de huida o afrontamiento, porque da la sensación de que ante tal caos y temor, hay que responder por cuenta propia y de inmediato, antes que paralizarse. El ambiente es estresante. La falta de acuerdos políticos y los escándalos políticos también generan una sensación de inestabilidad. Todo lo anterior son estresores que pueden activar este estado de sobrerreacción"..