Siguiendo los pasos del maestro Jorge Peña Hen
Siguiendo los pasos del maestro Jorge Peña Hen Por René Martínez Rojas Lo del viernes en la catedral serenense fue una noche espectacular, que de alguna manera intuía el maestro Guillermo Castellón, «por la importancia que se le dio al concierto desde un principio», dijo tras la presentación.
Fue, diría, el corolario de estos 25 años de historia, que cumplen este 15 de abril, ante una iglesia repleta que aplaudió la obra Acción de Gracias de Gabriela Mistral, basado en el poema homónimo de la poetisa, con los arreglos y música justamente de don Guillermo, pronto a cumplir 70 años. Pero no fue fácil ganarse los vítores.
Para ellos, la temporada de conciertos termina en febrero y recién volvieron a sus actividades el 12 de marzo «y ahí, a veces, debemos partir de cero, ya que algunos niños se han cambiado de colegio, otros han salido de la enseñanza media y otros se van a otras ciudades, entonces pasan algunas semanas y recién sabes con quiénes contarás y cuál es la nueva orquesta que va a tener que empezar a educar», cuenta. Al principio era un caos «y me ponía nervioso», pues encontraba que se le iban los mejores músicos, los que preparaba por cuatro o cinco años.
Sin embargo, el tiempo le fue enseñando «y comencé con otras estrategias pedagógicas de aprendizaje, así que me vi en la necesidad de aprender a hacer arreglos más fáciles e integrar a los chiquititos a tocar las partes difíciles, como pasó esta vez con varios temas que son Siguiendo los pasos del maestro Jorge Peña Hen Guillermo Castellón, gestor cultural y director de la Orquesta de Niños del Valle de Elqui, ha dedicado su vida a la enseñanza y la música, especialmente rescatando a los niñitos de menos recursos sociales, económicos y culturales. muy complejos de tocar si uno no lleva tiempo haciéndolo.
Pero junto con los profesores de instrumentos lo conseguimos». Una técnica que llama la atención, particularmente de músicos, quienes los han visitado y se preguntan cómo es que el profesor Castellón consigue que niños que están hace dos meses practicando, apenas tocando las cuerdas, toquen, por ejemplo, el lago de los cisnes. ALMA MATER Han sido 25 años de altos y bajos, «nunca parejos», asegura. Y claro, porque han tenido «tiempos extraordinarios» como los años anteriores a la pandemia y al estallido social.
En este periodo ha creado varias orquestas, algunas ya desaparecidas, aunque continúa funcionando la orquesta Gabriela Mistral de Vicuña que formó en 2002, también la Orquesta de Niños del Valle de Elqui, de la comuna de Paihuano, y hace poco formó la del Colegio Domingo Santa María de Vicuña.
Y siguiendo los pasos del maestro Jorge Peña Hen, «siempre con la misma idea y filosofía, que es rescatar a los niñitos más pobres, a los de menos recursos sociales, económicos y culturales, o por la lejanía del centro de la ciudad, así que por eso que en Guanaqueros, La Higuera y en Rivadavia tuvimos orquestas, aunque la de Paihuano es el alma mater de todas». En ninguna orquesta de las que ha formado se les ha cobrado a los niños y niñas un peso por usar un instrumento, ni cuando se corta una cuerda o se echa a perder, «y cuando los necesitan, ahí están para ocuparlos y cuidarlos». Siempre han tenido la colaboración de la municipalidad de Paihuano a través del Departamento de Educación, «que paga los honorarios de los cinco profesores que trabajan conmigo, además de mi sueldo como funcionario de educación, y tenemos una sala que es un privilegio y que cualquier orquesta en Chile o en el mundo quisieran tener». Se encuentra en la escuela Gabriela Mistral de Montegrande, que es inmensa y de uso exclusivo de la orquesta, «donde nadie más entra ahí, ni siquiera se hace el aseo, solo nosotros.
Es que somos muy cuidados en eso, porque tenemos un patrimonio en estos 25 años cercano a los 50 millones de pesos en instrumental». Pese a las complejidades que a veces ha debido enfrentar, su vida ha estado ligada a la música, la que continúa compartiendo y enseñando con los más vulnerables, tal como lo hizo el músico Jorge Peña Hen y como quedó demostrado el viernes en la catedral, dando inicio al año mistraliano que culmina el próximo 10 de diciembre..