Autor: EFE
El dilema de la IA es parte de las discusiones en la COP16
El dilema de la IA es parte de las discusiones en la COP16 Reunión comenzó esta semana en Colombia:La COP16 que se lleva a cabo en Cali, Colombia, es un escenario en el que la inteligencia artificial (IA) ha estado sobre la mesa, no solo por el uso que se le puede dar para ayudar a conservar la biodiversidad, sino también por la contaminación que supone su utilización.
Esta herramienta ofrece grandes oportunidades en un contexto global en el que la crisis climática se está acelerando, pues la IA se puede utilizar para profundizar conocimientos que faciliten la conservación, para hacer nuevos hallazgos científicos y proyecciones. Sin embargo, los sistemas de IA tienen un alto consumo energético y provocan residuos tecnológicos, entre otros asuntos.
Según un estudio publicado en 2019 por la U. de Massachusetts en Amherst (EE.UU. ), un modelo de IA puede llegar a emitir casi 284.000 kilogramos de dióxido de carbono, una cifra que es cinco veces mayor al nivel de emisiones de un auto durante toda su vida útil, incluyendo su fabricación.
El debate tendrá lugar en un contexto en el que el Presidente colombiano, Gustavo Petro, ha manifestado la necesidad de estudiar losriesgos de la IA, pues considera que esta tecnología “tiene la capacidad de la extinción humana”. Usos y retosUno de los beneficios de la IA para proteger la biodiversidad es el de un proyecto de Microsoft, que trabaja con la U. de los Andes de Colombia, el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, el Instituto Humboldt y los Laboratorios Planetarios PBC en el Proyecto Guacamaya. Esta iniciativa usa modelos de IA para monitorear la deforestación en la Amazonía y proteger la biodi-versidad del ecosistema a través de una combinación de imágenes satelitales, cámaras trampa y bioacústica.
Ante las críticas por la contaminación que provoca la IA, las grandes compañías tienen como principal reto hacer que su producción sea más sostenible y alinear esto con las iniciativas, como el Proyecto Guacamaya, que buscan garantizar la sostenibilidad del planeta.
Por esa razón, Juan Lavista, director y creador del AI for Good Lab de Microsoft, considera necesario “reducir el impacto”, es decir, “saber que la energía que seUn modelo de IA puede llegar a emitir casi 284.000 kilogramos de dióxido de carbono, una cifra cinco veces mayor al nivel de emisiones de un auto durante toda su vida útil, utiliza para estos módulos (de IA) venga de energía renovable”. El analista de inversiones sostenibles Samuel Thomas, de la multinacional británica Schroders, coincide en la necesidad de usar energías renovables para conseguir este objetivo y añade la importancia de mejorar la eficiencia de los modelos de IA. Considera, además, que se de-ben adoptar prácticas energéticamente eficientes, como virtualizar servidores, o mejorar los sistemas de refrigeración en los centros de datos, que tienen un alto consumo energético.
“La gran mayoría de las pruebas concluyen que el impacto medioambiental directo de la computación de la IA es en gran medida negativo”, expresa Thomas.. La inteligencia artificial puede ser de ayuda para conservar la biodiversidad, pero su uso también supone un grado de contaminación que no es menor, advierten expertos. Reunión comenzó esta semana en Colombia: P F A