Municipalidades y cambio climático
Municipalidades y cambio climático E I sorpresivo tornado en Puerto Varas y las remociones en masa ocurridas este año en Chinquihue son una muestra clara de que los efectos del cambio climático son cada vez más recurrentes en la región. Estos eventos, que alguna vez fueron una excepción, son ahora una realidad que obliga a los municipios a prepararse mediante planes de acción precisos. La geografia de la region, con laderas y un borde costero densamente poblado en varios lugares, hace que los desastres causados por las inclemencias climáticas sean una posibilidad constante cada año.
Mientras las remociones en masa son probables en las laderas y los incendios forestales acechan las periferias, en el plano de las ciudades se deja sentir la ausencia de planes maestros de aguas lluvia, que ya están desactualizados. La infraestructura actual no está diseñada para manejar las precipitaciones intensas que se registran en períodos cortos, lo que provoca inundaciones y colapsa la vida en las zonas urbanas. Con toda certeza, progresivamente estas materias comenzarán a ocupar cada vez más las preocupaciones y los recursos de los municipios. Esto exige que los estamentos del nivel central se involucren activamente en la etapa de preparación, para que los gobiernos locales no se vean solos ante un problema de magnitud. Con recursos limitados, las municipalidades necesitan el apoyo técnico y el financiamiento del Estado para poder llevar a cabo obras de mitigación, como la reforestación de cuencas o la construcción de muros de contención. El alto costo de estas obras, como señalan algunas autoridades, hace que sea imposible para una comuna asumir los gastos por si sola. Este desafio es urgente y requiere un involucramiento de todos los actores. Se necesita la colaboración activa de los municipios, con sus capacidades de planificación urbana, los organismos de emergencia como Senapred y Bomberos, y, sobre todo, las propias comunidades. El conocimiento detallado de sus entornos por parte de los habitantes es un insumo invaluable para la prevención y la acción oportuna.
La planificación para enfrentar estos fenómenos no debe ser vista como un gasto, sino como una inversión en la seguridad y en la vida de los habitantes de la región, para enfrentar un escenario que ya está aquí.
Es responsabilidad del Estado garantizar la seguridad de su población, y en Los Lagos, esto implica actuar sobre los efectos del cambio climático de manera coordinada.. Los desastres naturales ocurridos este año en la zona, como un tornado y derrumbes, son muestra palpable del nuevo escenario. E Editorial