COLUMNAS DE OPINIÓN: Crisis de pedagogía en Chile
COLUMNAS DE OPINIÓN: Crisis de pedagogía en Chile Wilta Berrios Oyanadel Educadora Educación en palabras simples Crisis de pedagogía en Chile Es preocupante ver como cada día menos jóvenes quieren estudiar la carrera de pedagogía, actualmente encontrar un docente de algunas asignaturas es muy complejo y más aún cuando se debe reemplazar, por algún motivo, al profesor titular de las horas.
La disminución de matrícula en carreras universitarias evidencia una crisis estructural, ya que la carrera en sí tiene una percepción social, económica y cultural muy particular dentro de la profesión docente y de la sociedad en general.
Dentro de las razones de por qué los jóvenes no quieren estudiar pedagogía, es necesario comenzar con un análisis profundo y multidimensional que considere estos factores, de tal manera de poder, en parte, ir adelantando un tema que va a complejizar a la población que más requiere apoyo, los niños.
En primer lugar, nos encontramos con un contexto histórico y social de lo que ha sido la profesión docente, su rol es fundamental en los establecimientos y a pesar de ello, en las últimas décadas la percepción ha cambiado radicalmente.
Lo que alguna vez fue visto como un acto de mucha vocación y compromiso, respetado por todo un país, actualmente ha sido desvalorizada hasta llegar al punto de ser visto como un trabajo en condiciones precarias y con muy poca valoración, a tal punto que muchos padres indican a sus hijos que no estudien pedagogía; cualquier otra carrera, menos ser profesor.
La percepción que hoy tienen los jóvenes sobre ser profesor es vista como un trabajo en condiciones precarias y que bajo todas las aristas que presentan mejor, dejan esas complejidades para otros trabajos en donde la remuneración es un papel importante y que además ofrece mayor estabilidad emocional. Las condiciones laborales son otro factor importante que no deja de ser importante a la hora de elegir la carrera.
Para estar en un lugar donde prácticamente pasas todo el día, contratos temporales, carga excesiva de trabajo y pocas posibilidades de ascenso o desarrollo profesional, ha generado un escenario desmotivador para jóvenes quienes han considerado la pedagogía como una opción viable, tal cual actualmente muchos docentes han sido quienes han mantenido el alma de la educación, porque un profesor lo es.
Todas las noticias que se ven a través de las redes o medios de comunicación, en donde un profesor se ve enfrentado a muchos desafíos antes de hacer su trabajo, que es enseñar, guiar; ha dejado de manifiesto que la disciplina, de toda índole en los estudiantes, ha sufrido un enorme deterioro al interior de las salas de clases.
Esto ha hecho, en su gran mayoría, que los más antiguos en el tema tomemos con fuerza el tema de la educación y que a pesar que no siempre tengamos un impacto positivo en la sociedad, sigamos adelante.
De acuerdo a esto, es que se hace fundamental que hoy frente a las elecciones nacionales de este año se coloque realmente la educación en primer lugar, mirándole desde una perspectiva diferente al resto de las políticas nacionales, para educar se requiere un giro constante y se debe poner especial atención en preparar para una carrera con habilidades digitales, inclusiva, diversa y desde el liderazgo en gestión emocional, asociado a ello el tiempo para preparar una clase para estudiantes que se merecen una atención individual y no tan colectiva y uniforme como en décadas anteriores. «Formar a un(a) profesor(a) es una inversión. Cuando las autoridades apuestan por educación, también abren puertas de posibilidades a muchos niños». W.B.O., Educadora, San Felipe, Chile..