Rol de las universidad y la influencia de la política
Rol de las universidad y la influencia de la política virtuar la noble misión educativa y de investigación. Es fundamental que las universidades -especial y urgentemente las públicasse conviertan en verdaderos motores de desarrollo regional. Esto implica que las instituciones en regiones subdesarrolladas deben priorizar el impacto en su entorno inmediato, es decir, “en el barrio”, en su co"munidad local.
En lugar de imitar el modelo de las grandes universidades que seenfocan en resolver los grandes problemas mundiales, las instituciones regionales deberían dedicarse a identificar y trabajar en las problemáticas más urgentes y cercanas a su contexto.
De esta forma, la investigación y la docencia se convierten en herramientas para el desarrollo y la transformación de la realidad local, permitiendo ala comunidad participar activamente y beneficiarse de los proyec-tos de investigación que impulsan su propio desarrollo.
Por otro lado, resulta inadmisible que las universidades se conviertan en una suerte de “bolsas de trabajo” para poloqueticos que han perdido eleccionesLa revelación de los altos sueldos de profesores vinculados a la política ha reabierto el debate sobre cuál debe ser el verdadero rol de las universidades en nuestra sociedad.
Esta situación poneen evidencia un gravísimo problema que subyace en las prácticas de algunas universidades, que más allá de los montos, cuestiona la esencia misma de la misión académica y científica de nuestras instituciones de educación superior. El politólogo C. Bellolio ha sostenido en una entrevista que la presencia defiguras políticas en la academia podría ser beneficiosa debido a algún aporte que podrían ofrecer. Sin embargo, esta visión no sólo es errónea, sino peligrosa. La función primordial de una universidad es, ante todo, la generación de conocimiento a través de la docencia y la investigación. Nose trata solo de impartir clases, sino decrear un espacio dondella crítica, la reflexión y el avance científico sean protagonistas. Cuando se prioriza la contratación de personajes con trayectorias políticas por sobre la meritocracia académica, se correel riesgo de des-buscan refugio temporal. Estas prácticas, más que contribuir al fortalecimiento académico, atentan contra la autonomía y la calidad de nuestras instituciones educativas. La contratación de figuras políticas, independientemente de su sector o afiliación, tiende apolitizar el espacio académico, degradando su labor científica y, en muchos casos, desviando recursos que podrían destinarsea investigaciones y proyecla sociedad. En defitos que aporten a nitiva, la verdadera reflexión quedebemos hacer es cómo nuestras universidades pueden y deben-ser espacios de excelencia, dedicados a la docencia, la investigación y la integración con el medio.
Necesitamos instituciones que respondan a las necesidades de su entorno, quese conviertan en referentes de conocimiento y desarrollo, y quese alejen delas prácticas clientelistas que tanto daño han hecho a la academia y, en última instancia, a la sociedad en su conjunto. Rodrigo Muñoz Ponce Presidente del Colegio de Abogados de Arica y Parinacota.