No ignorar lo que el territorio sabe
No ignorar lo que el territorio sabe Oo Columna Ricardo Díaz Lx 5 Gobernador Regional Noignorar lo que el territorio sabe conoce lo que las regiones han aprendido con esfuerzo, desde el terreno. Y menos aún se valora que ese conocimiento acumulado, probado y compartidoha dado formaa innovaciones institucionales concretas. La Región de Antofagastaesejemplo de ello.
Nuestra historia productiva no solo ha sostenido la economía del país; también ha generado aprendizajes únicos que hoy permiten diseñar políticas públicas desdeel territorio, conuna mirada más justa y eficienE los debates sobre desarrollo nacional, pocas veces se re"Es tiempo de te. Ignorar esa experiencia viva no solo es injusto.
Es elevar el debate. memresraénco, De dejar fuera los Bajo ese principio, nuestra región ha liderado cálculos menores y iniciativas inéditascomo la pensar en serio el Estrategia Minera de Antod lo del país Es quearticulaatodos 'esarrollo del pais ¡ ossectoresvinculadosa la desde sus minería con un propósito entro común: mejorar la calidad de vida de quienes habi mos esta tierra. También fuimos pionerosenavanzar hacia una retribución equitativa para los territorios. A esose suma un modelo inédito en el país: la producción delitio bajo un contrato de arrendamiento con Corfo, que destina un porcentaje de las ventas a los gobiernos locales. Este mecanismo hasido clave para financiar proyectos de inversión públicacon pertinencia territorial. Proyectos que nacen delas públicacon pertinencia territorial. Proyectos que nacen delas propias necesidades de nuestras comunidades. Poreso, creemos que la descentralización debe avanzar, no retroceder.
Y ese mismo principio debiese guiar la discusión sobreel recienteacuerdo entre Codelco y SQM, quenosolo garantiza la continuidad de la producción delitio en el Salar de Atacama, sino que asegurala mantención de recursos descentralizados que hoy atienden necesidades reales de nuestra región. En momentos donde se alzan voces exigiendo mayor poder para las regiones, este es el momento de demostrar coherencia. Algunas críticas al acuerdo parecen más motivadas por elajedrez político o intereses particulares que por un compromiso real con el desarrollo regional.
Poco se ha dicho del capital humano que se ha formado en tomoallitio -y al cobre-en casitreinta años; del rol estratégico que han asumido nuestras universidades en investigación aplicada y formación técnica; dela gobernanza quese ha construido desde lo local con visión de futuro. Porque el valor de la continuidad operacional no es solo económico: es social, institucional y humano. Es parte del capital social que hemos construido. Y lo que deberíamos estar discutiendo escómo este contrato puede convertirse en un modelo replicable para otras industrias estratégicas. Estiempo de elevar el debate. De dejar fuera los cálculos menores y pensar en serio el desarrollo del país desde susterritorios. Partir de cero, en este caso, sería desconocer lo que la Región de Antofagasta ha construido con esfuerzo y visión. También sería ignorar una oportunidad única para aumentar la participación del Estado en ellitio y consolidar una vía efectiva de descentralización fiscal..