Autor: GabRiel ZeGeRs mülleR, DIRECTOR REGIONAL DE INDAP
Columnas de Opinión: Trece familias, una cooperativa y un furgón
Columnas de Opinión: Trece familias, una cooperativa y un furgón En las góndolas de Puerto Natales, mientras los consumidores revisan lechugas que viajaron 3.000 kilómetros este invierno, trece familias de agricultores locales se preparan para cargar su producción en un furgón que acaba de cambiar su posición en el mercado.
Con recursos del Programa de Inversiones Asociativas del INDAP pudieron co-financiar un vehículo nuevo con capacidad para 2.000 kilos de hortalizas, herramienta que viene a coronar una década de trabajo cooperativo donde las mujeres llevan el 90% de la faena a cuestas. Este logro se enmarca en el renovado impulso que las políticas públicas están dando al cooperativismo como herramienta de desarrollo territorial. El trabajo coordinado entre INDAP, FIA, SERCOTEC y FOSIS -de distintos ministerios pero con una visión comúndemuestra cómo el Estado puede operar de manera articulada cuando existe voluntad política.
Tal ha sido el mandato del Presidente Gabriel Boric Font a todas las instituciones ligadas al fomento productivo, que surge de un diagnóstico histórico: mientras en el pasado cercano se veía al cooperativismo como un modelo marginal, hoy se reconoce su potencial para construir una economía social más justa y arraigada en los territorios. No es casualidad que el programa de gobierno haya puesto especial énfasis en fortalecer estas organizaciones, precisamente porque combinan eficiencia productiva con equidad distributiva.
El furgón -cofinanciado 70% por INDAP y 30% por la Cooperativadista de ser filantropía estatal: es un instrumento de trabajo que devuelve a la ciudadanía alimentos sanos por intermedio de dos supermercados locales y una sala de ventas propia en Natales, que suministra productos de excelente calidad gastronómica a 5 hoteles y restaurantes mejorando la oferta turística de la Provincia y que hoy además, está ofertando sus productos a través de Mercado Público, para que instituciones como JUNAEB o Gendarmería puedan acceder a verduras de producción local. Cada kilo transportado democratiza el acceso a alimentos sanos mientras fortalece la economía magallánica.
” El impacto se medirá en cifras concretas: dos toneladas de hortalizas frescas por viaje que llegarán a destino en tiempo y calidad; ingresos estables para familias que antes vivían en el vaivén del trato informal; y, sobre todo, el fortalecimiento de un circuito corto de comercialización que desafía las difíciles condiciones impuestas por la concentración de oferta y demanda en intermediarios de escala internacional.
En un país donde crece la preocupación de sus individuos por la composición, procedencia e incluso la sintiencia de los alimentos, los campesinos y campesinas de esta (y por cierto otras) cooperativas agrícolas, practican algo más radical: alimentar a sus vecinos. Su furgón no necesita etiquetas gourmet -transporta el peso concreto de nuestro camino a la soberanía alimentaria..