PEDRO LEMEBEL Crónica de sus últimos días: un rebelde ante la muerte
PEDRO LEMEBEL Crónica de sus últimos días: un rebelde ante la muerte ¡ Buenas noches, Olmué! ", saludó 6 6 unsonriente Rodrigo Muñozal público. La veraniega noche del jueves22 de enero del 2015, el actor era el encargado del humor de la primera jornada del Festival del Huaso de Olmué de ese año. El actor se veía resuelto y sacó adelante su rutina sin complicaciones, arrancando buenas carcajadas del respetable. Sin embargo, su corazón estaba algo apretado por la salud de un amigo. Sabía que a Pedro Lemebel le quedaba poco tiempo. Pese a quesu estado de salud era crítico, de bido al avanzado cáncer de laringe, Lemebel no daba señales de querer tirar la toalla.
En su estadía en la clínica de la Fundación Arturo López Pérez, sus amigosiban a visitarlo no solo para estar con él, sino para tratartemas relacionados con la actividad creativa. "Él me hizo hacerle todo el monólogo en su pieza de la clínica, como dos o tres semanas antes", recuerda Muñoz a Culto.
Muñoz junto a la actriz Claudia Pérez visitaban asiduamente a Lemebel en la clínica, no solo por la amistad que los unía, sino porque se encontraban preparando la obra de teatro La ciudad sin ti, donde se dramatizaban algunas de sus crónicas.
Pese a su estado, Lemebel seguía muy involucrado en el proyecto, incluso la idea era que alcanzara a ver el estreno. "En la clínica ya estaba muy mal, pero entraba la Claudia y le hacía sus monólogos, luego entraba yo y le mostraba más o menos cómo iba a ser algunas de las escenas.
Incluso, él nos dibujó vestuarios, maquillaje, cosas que quería que hubiesen en la obra", reCuerda Muñoz. "Yo iba a verlo harto a la clínica -recuerda Claudia Pérez-. Le decía "mira, Pedro, queremos hacer esta crónica", él me decía léemela, y me empezaba a dirigir, y me decía, "acá más expresiva, aquí más íntima, acá te ponís una peluca y te maquillas", todo esto no lo hacía hablando porque no tenía voz, todo lo escribía ylodibujaba, fue unproceso superhermoso porque era como una explosión pirotécnica creativa, pero súper triste a la vez". Es que el cáncer no le quitó el sentido del humor ni sus ganas de vivir. Poco tiempo antes de fallecer, parasu cumpleaños 62, el 21 de noviembre de 2014, Lemebel hizo una fiesta.
Pérez y Muñoz acudieron a verlo y recuerdan que hizo gala de su sentido del humor. "Me acuerdo quenos puso a la Claudia y a mí cada uno al lado de él -recuerda Muñoz-. Yo de un lado y la Claudia del otro, yrecibíamosa toda lagente que iba llegando asucumpleaños.
Entonces los tres íbamos saludando a la gente y ahí se mandaba unos comentarios graciosísimos, él siempre tenía esa lengua filosa, entonces por ejemplo saludaba a la ministra de Cultura del momento, "hola ministra" y cuando pasaba, por detrás le decía "lo ha hecho pésimo", o recibía un cantante y le decía "este cantante me encanta", y por atrás "no se le entiende nada loque canta", y asíiba comentando de cada invitado que traía y nos reíamos, eran ataques derisa". Para ese cumpleaños, su amigo, el escritor Juan Pablo Sutherland le hizo un parti cular obsequio. "Le llevé de regalo una bolsa mexicana con una calaca", cuenta a Culto, sin embargo, el cronista no la aceptó. to, sin embargo, el cronista no la aceptó. to, sin embargo, el cronista no la aceptó. to, sin embargo, el cronista no la aceptó. to, sin embargo, el cronista no la aceptó. "Juampi muy bella, pero no quiero ningu "Juampi muy bella, pero no quiero ningu na imagen de una calaca cerca de mí", le dijo. Sutherland nosecomplicó, entendía perfecto lo que estaba ocurriendo.
Esque Lemebel no terminaba por aceptar la idea de que la muerte había posado su larga sombra encima de él. "Recuerdo que cuando Pedro fue ya diagnosticado con el cáncer dos años antes, cambió su estilo de vida y hubo señales respecto acuestiones quese presentaban como formas deenfrentarla -añade Sutherland-. Ya no usaba nada que fuera simbólicamente un posible gesto' con la muerte, de alguna manera conciencia de alejarse de cierta energía.
Sus históricos pañuelos con calacas en la cabeza no los usaba". El librero Sergio Parra, uno de los amigos más cercanos a Lemebel, también comenta algo similar. "Nunca quiso hablar nada del tema, no era un tema que buscara o se lo impusieran.
Pero eso lo habíamos hablado muchos años atrás, cuando los dos bebíamos mucho alcohol dijimos que nunca hablaríamucho alcohol dijimos que nunca hablaríamucho alcohol dijimos que nunca hablaríamos de la muerte porque sabíamos que la cosa estaba ahí.
Ni siquiera hasta el final hablamos del tema". 000 Pedro Lemebel sabía que en el marco del Festival Santiago a Mil, se le iba realizar un homenaje, la "Noche macuca", un compromiso que el escritor había tomado con anterioridad con los organizadores del evento programado para el miércoles 7 de enero del 2015. "Frente a ese momento, Pedro ya noestaba en condiciones de realizarlo -recuerda Sutherland-, pero en algún momento surge la idea de aprovechar ese espacio disponible para homenajearlo. Esa idea le encantó y comenzó a trabajar con la Conti (Constanza Farías) amiga y productora-sonidista, quien acompaño a Pedro en las presentaciones por muchosaños.
Sabíamos además que sería un homenaje en vida y en nuestro fuero interno no deseábamos que fuera el último". deseábamos que fuera el último". Sin la autorización médica, Lemebel no podía asistir, así lo recuerda Claudia Pérez. "Pedro habló con el médico y le dijo "quiero ira esta celebración que me van a hacer" y el médico le respondió "oye, si no estás en un hotel, estás en un hospital, yo te tengo que dar de alta para poder salir. Si tú te vas, esta cama seocupa', y nolo autorizó. Ahí nosotros pensamos que, filo, lo hacemos sin Pedro". Parra no estaba de acuerdo con que el cronista fuera al homenaje. "Le dije que iba aser peor, que iba a ser un gasto de energía. Además, con el humor que teníamos, le dije *Pedro, ¿para qué vas a ir? Vas a vera toda esa genteque vaa quedar viva.
Tevaa dar rabia la cantidad de huevones que van a quedar vivos, y tútevasa morir, notiene ninguna importancia". Pero Lemebel no se iba a dar por vencido tan fácil. "Pedro se puso de acuerdo con una enfermera, no sé qué le dijo, pero en el hospital todos lo querían mucho -dice Pérez-. La enfermera le dijo 'yo le doy dos horas y usted enfermera le dijo 'yo le doy dos horas y usted "600 LONBDGL Crónica de sus últimos días: un rebelde ante la muerte En a madrugada del viernes 23 de enero del 2015, falleció el destacado cronista y artista visual producto de un cáncer de laringe.
En sus días finales, lejos de achacarse, trató de ma det ntenerse lo más vital que pudo, involucrándose en una obra atro, asistiendo a un homenaje que se le hizo y recibiendo la visita de Michelle Bachelet. Tras fallecer, su velorio y funerales fueron masivos. A 10 años de esos hechos, sus amigos cercanos fueron masivos.
A 10 años de esos hechos, sus amigos cercanos los Por Pablo Retamal Navarro recuerdan a Culto.. PEDRO LEMEBEL Crónica de sus últimos días: un rebelde ante la muerte tiene queir y volver", entonces llamó alos amigos le llevaron ropa, maquillaje y partió". Sutherland cita quiénes se encargaron del Operativo: "En ese pequeño grupo de amigos íntimos que sacaron a Pedro de la clínica con gran sigilo, se encontraban José Luis Salomón (Pepe) junto a Héctor Núñez (A: Sound) y Joanna Reposi". "Había un taco en el GAM entonces sacaron la silla de ruedas y lo bajaron porel estacionamiento, casi secae -cuenta Pérez-. En el teatro dondese hizo esta presentación hay una rampa que sube al escenario, entonces Pedro como que emergió. Ahí el público se puso a gritar y yo creo que estuvo diez minutos ovacionándolo. Fue hermoso, él tuvo esta cele bración en vida, sintió el amor y el cariño de su gente que lo amaba, de sus amigos, de sus fans. Fue muy emocionante". Sergio Parra no asistió al evento. "Estaba muy enojado porquesabíaque esolo iba a dejar muy mal. Y así fue. Al otro día fui a verlo y estaba muy deprimido. Lo pasaron bien los y estaba muy deprimido. Lo pasaron bien los y estaba muy deprimido. Lo pasaron bien los y estaba muy deprimido. Lo pasaron bien los amigos y todo eso, y no sé si lo habrá disfrutado". 000 Poco después, el 21 de enero, Lemebel recibió una v inesperada: la entonces presidenta Michelle Bachelet.
Días antes, la mandataria le había mandado una carta al escritor, pero luego decidió ir a saludarlo personalmente. "Me llamó al mediodía y me comentó que iba Bachelet a verlo y que fuera para allá -dice Parra-. Yo le dije que no podía porque estaba solo en la librería, no po día arrancarme. Me preguntó "¿ y quéledigo?", yo le contesté: "no le contestes nada, dile que estás enfermo". Se rio y me dijo queeso ibaa hacer. Estaba muy contento, fue una visita que él consideró muy importante.
Cuando llegué ala tarde a verlo estaba muy feliz, se sintió considerado". Sutherland complementa: "Ninguno de sus amigosestuvimos en aquella escena presidenamigosestuvimos en aquella escena presidenamigosestuvimos en aquella escena presidenamigosestuvimos en aquella escena presidencial... por los comentarios de las auxiliares y las enfermeras presentes, la visita no fue extensa, duró minutos", escribe Sutherland en su libro Lemebel sin Lemebel (Alquimia, 2024). No fue la única visita que tuvo del mundo político, pues también llegó elentoncespresidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, junto a la diputada Karol Cariola. "Me pidió que lo acompañara -dice Parra. Me pidió que lo levantara, lo pusiera presentable, y esperó a Teillier con silla de ruedas fuera de la pieza, no quería que lo viera acostado.
Ahí estuvo conversando con Teillier, superrespetuoso, tiraban tallas, seacordaron de la Gladys Marín". Pedro Lemebel falleció a la 01.00 del viernes 23 de enero del 2015. "Yo estuvecon él hasta las 22.30 del día anterior -recuerda Parra. Ala 1.30 me llamó Carmen Soria, me dice quemurió Pedro y que me pasa a buscar. Con ella fuimosal hospital. Había llegado la familia, ya habían llevado a Pedro a la morgue.
Bajamos a la morgue, vi su cuerpo, estaba con jamos a la morgue, vi su cuerpo, estaba con jamos a la morgue, vi su cuerpo, estaba con jamos a la morgue, vi su cuerpo, estaba con » Pedro Lemebel falleció el 23 de eneo de 2015, a las 01.00 horas. una bata. Después nos fuimos con la Daniela (Mardones, su sobrina) al departamento de Pedro a buscar la ropa para vestirlo. Ya sabíamoslo queibaa llevar. Le pusimos el traje con el que hacía sus lecturas, su chaqueta y pantalones.
Lo vestimos la Daniela y yo". Mientras lo vestía, Sergio Parra comenzó a cantarle una canción que a Lemebel le gustaba mucho: Walk on the wild side, de Lou Reed. "Tuvo una fijación con esa canción, le causaba alegría -apunta-. Después de que lo vestimos, le diun besoen los labios, la Daniela también. Nos despedimos de él y nos fuimos.
Lo depositaron en la urna y lo llevaron a la iglesia". En rigor, no era el primer lugar al quese pensó para velar el cuerpo. "Carmen Soria hizo gestiones con el Museo de la Memoria, con el Museo de Bellas Artes y con el MAC, que no resultaron, terminó en la Iglesia de la Recoleta Franciscana. A él le gustaba esa parroquia, y fue lo mejor también", cuenta Parra. Tanto el velorio como el funeral fueron k k *(Lemebel) nunca quiso hablar nada del tema (de la muerte), no era un tema que buscara o se lo impusicran. Ni siquiera hasta el final hablamos del tema" Sergio Parra, amigo de Pedro Lemebel multitudinarios.
La crónica de La Tercera de ese día señala que llegaron cerca de 600 personas a despedirlo a la Recoleta Franciscana, y que destacaba la presencia de personalidades del mundo de la cultura como la ministra del ramo, Claudia Barattini, la escritora Pía Barros, los actores Claudia Pérez y Rodrigo Muñoz, entre muchos otros. Estuvo Illapu entonando la canción El necio, deSilvio Rodríguez, una de las favoritas del escritor. Cerca de las 13.30 horas, el féretro -acompañado de una multitud fuetrasladado al Cementerio Metropolitano, donde se encontraba enterrada su madre.
Rodrigo Muñoz recuerda ese momento por una razón particular. "Se me acercó un enfermero y me dijo que unos días antes de su muerte, Pedro le había pedido quele prendieran la tele para ver el Festival de Olmué.
Fue muy emocionante saber que él estaba pendiente de su amigo, aunque estaba a punto de morirse". Juan Pablo Sutherland también recuerda esos momentos. "Al pasar los años, lo único que puedo decir es la algarabía popular por despedir a uno delos suyos y la capacidad que tenía Lemebel para conectarse transversalmente con la cultura popular chilena.
Tanto el veloriocomo los funerales fueron la expresión de su nomadismo cultural, marica, político, social, contracultural, under, en todos los momentos de su trayectoria". Sergio Parra, ubicado al margen de cualquier cosa que implique el legado de Pedro Lemebel, hace una reflexión final: "Para nadie fue fácil la muerte de Pedro, porque estaba en la oreja de las personas con su voz. Fue muy difícil para mí. Ahora estoy distanciado detodo ese mundo "lemebeliano'. Lo que me hace muy bien, porque recuperé a mi amigo". O muy bien, porque recuperé a mi amigo". O muy bien, porque recuperé a mi amigo". O.