Autor: ANDRÉS VELASCO:
“LA PRINCIPAL DIFICULTAD DE CHILE ES POLÍTICA”
“LA PRINCIPAL DIFICULTAD DE CHILE ES POLÍTICA” Andrés Velasco, exmi-nistro de Hacienda y actual decano en la London School of Economics. Cómo se ve, el exministro de Hacienda del primer gobierno de Michelle Bachelet, sigue con la actividad que lo caracteriza. Eso pese a que hace seis meses terminó el tratamiento médico por un cáncer que lo afectó, del cual se ha recuperado exitosamente, según los exámenes. Habiendo pasado ya por Argentina y Chile, el más importante de sus compromisos será la próxima semana en Lima, en la cumbre de la APEC. “Me toca hablar en un foro sobre las implicancias de las elecciones en Estados Unidos y en otras partes del mundo”, dice. Se trata de un tema que le preocupa, especialmente por la elección de Donald Trump. “La elección de Trump es una muy mala noticia para Chile y América Latina. Y me sorprende el diagnóstico más ambiguo de algunos colegas. Esto es porque el compromiso democrático de Donald Trump es cuestionable, al menos. Segundo, para los países pequeños como Chile, la incertidumbre es peligrosa. Y las incertidumbres geopolíticas son especialmente peligrosas.
Es muy posible, por ejemplo, que el apoyo de Estados Unidos a la democracia ucraniana se debilite o desaparezca. ¿Qué riesgos ve para Chile?Creo que en Chile no siempre dimensionamos el grado en el cual el mundo está revuelto. Desde 1945 que un Estado no había invadido a otro Estado en Europa. Y eso ocurre en un país que está cerca de las principales democracias de occidente. La amenaza de la invasión, la guerra y la violencia no es algo abstracto. Agregue el conflicto en el Medio Oriente donde el Primer Ministro de Israel podría entender la elección de Trump como una carta blanca para enfrascarse en un conflicto con Irán. Y perfectamente podría ocurrir que la dictadura china dijese “ah, pero mire, si invadir no tiene costo. Revisitemos el asunto de Taiwán”. ¿Y la realidad política en Chile cómo la ve? Hay quienes dicen que el país también está en crisis... Yo creo que la principal dificultad de Chile es política. No sé si lo llamaría crisis, es una palabra de la cual abusamos un poco, pero es evidente que cada día más nos cuesta llegar a acuerdos.
El asesor de Bill Clinton, James Carville, tenía razón cuando repetía, “es la economía, estúpido”. Hoy día, aquí y en muchos otros países, es la política. ¿Es la fragmentación de los partidos el principal problema?Mire, América Latina es única en el mundo en combinar un sistema presidencial como el de Estados Unidos, con un periodo de cuatro años, y un sistema proporcional para elegir el Congreso. Esa es la peor fórmula posible. Genera fragmentación y la consecuencia es la imposibilidad de formar mayorías. De los últimos cuatro o cinco gobiernos en Chile, prácticamente ninguno ha tenido mayoría. “¿Por qué es bueno que haya mayoría parlamentaria? Porque en un sistema presidencial tú no puedes gobernar si no la tienes. Y vuelvo al tema del descrédito a la política. Una explicación es que la gente dice que el Ejecutivo ganó la elección haciendo todo tipo de promesas y no las cumplió. Y la conclusión es que los políticos son mentirosos, cuando la verdad es distinta.
La verdad es que el gobierno que quisiera cumplir no lo puede hacer por tener minoría parlamentaria”. ¿Y hay una solución para esto?Varitas mágicas no hay, pero hay algunos pasos iniciales que creo que caen de maduro. Hay 22 partidos en el Congreso. Eso no ocurrió por el cambio climático, eso ocurrió porque cambiamos las reglas del juego de la política. Tiene que haber un plan mínimo para que un partido entre al Congreso. Tiene que haber un fin a los pactos electorales, mediante los cuales los partidos grandes mantienen artificialmente vivos a los partidos chicos. Tiene que haber cambios en las normas de financiamiento de la política, de modo que los fondos públicos se vayan a los partidos, no a los candidatos. Tiene que haber mejoras en la gobernanza interna de los partidos.
Hay quienes dicen que ese problema, y el de la educación, surgieron de las reformas de Bachelet II.. .Yo no soy partidario de esas afirmaciones o catastrofistas o eufóricas que dicen que en un gobierno todo se hizo bien o todo mal. Creo que no es así en ese gobierno o en cualquier otro. Pero hay cosas cuyos resultados me parecen preocupantes. Yo creo que la Reforma Educacional tuvo consecuencias, por ejemplo, en el debilitamiento de los emblemáticos.
“Apoyo a Claudio Orrego sin un asomo de duda”. “El FA instaló en Chile una discusión en educación pero que al final era bastante inconducente”. ALLINIPALRAC“En el caso de la reforma al sistema electoral es distinto. Yo en su momento estaba y sigo estando, a favor del reemplazo al binominal.
Más allá de la potencial falta de representatividad, generaba otro problema, al centrar la competencia dentro de las coaliciones y no entre las coaliciones, lo que llevaba a que los elementos más radicales tuviesen una ventaja. Por lo tanto, la fragmentación y la polarización del Parlamento no empezó con esa reforma.
Ahora, el problema es que ese proyecto tuvo que pasar por el Congreso, hubo que preguntarles a los zorros respecto del destino de las gallinas y la fórmula que terminó siendo políticamente viable no era la mejor”. Y sobre la reforma educacional, ¿cree que imperó la ideología más que lo técnico?El FA instaló en Chile una discusión, que generó muchos titulares, pero que al final era bastante inconducente.
Hablamos mucho de si la educación era con lucro o sin lucro, de si era pública o privada, si se financiaba de este modo o del otro, pero no hablamos de cómo se enseña, de qué se enseña, de cómo se forma a los profesores, de cómo se incentiva a los alumnos. Por lo tanto, no tuvimos una reforma educacional, tuvimos una reforma al financiamiento de la educación sin que la estructura de la enseñanza se pensara, se reformara o se mejorara. “APOYO A CLAUDIO ORREGO”¿ Que pasó en las municipales? Se notó un voto hacia los moderados, pero los partidos de centro no fueron tan apoyados. Hubo un rechazo a los extremos. Ni a los republicanos ni al PC les fue bien. Eso es muy bueno porque uno empieza a ver también un fenómeno que en EE.UU. llaman volver a una política más normal, que no sea un intercambio de ataques y acusaciones. Mas allá de la moderación del voto. En Chile, ¿existe el centro?No hay encuesta que no revele que la gente siente que su afiliación es más bien de centro. Para decirlo en términos económicos, hay una demanda incipiente que exige o solicita más políticas de centro. Pero la oferta por parte del mundo político todavía sigue bastante desgranada. democrática, no entiendo nada de nada. Si hay un gran peligro en el mundo de hoy es la asonada antidemocrática de gobiernos como el de Maduro en Venezuela o de Putin en Rusia. Por eso me cuesta creer que el Partido Comunista pueda o deba ser parte de una coalición de centroizquierda.
Pero pareciera que la oferta existe, en el último tiempo han salido diferentes grupos como Amarillos, Demócratas... Yo celebro que haya partidos incipientes y grupos que estén dispuestos a dar una pelea que es muy difícil. Créame, yo lo sé porque fui parte de la fundación de un partido que tuvo dos o tres años de vida. Por lo tanto, sé lo importante que es esa tarea, pero no nos engañemos. En el actual clima político es una tarea cuesta arriba.
Usted fue parte de la centroizquierda, ¿cómo la ve ahora, asociada a la izquierda más extrema? ¿ Es una renuncia?Yo, como ciudadano de la República de Chile, agradezco a los miembros del Socialismo Democrático que le hayan puesto talento y quilla a este Gobierno. Que haya continuado, por ejemplo, la tradición de que todos los ministros de Hacienda, gobierne quien gobierne, son personas altamente preparadas, experimentadas y comprometidas. Por lo tanto, mi preferencia personal es que Chile transitara hacia una coalición, alianza o al menos una conversación entre el mundo de la socialdemocracia y los otros mundos de centro.
Incluyendo la Democracia Cristiana, los grupos liberales, partidos emergentes como Amarillos y Demócratas. ¿Por qué no Evopoli? No espero que ocurra en las próximos 24 horas, pero me gustaría pensar que esa es una conversación posible.
En esa lógica, el Partido Comunista, el Frente Amplio, ¿deberían quedar fuera?Cuando yo veo al Partido Comunista emitiendo opiniones sobre la dictadura venezolana o retirándose de la sala cuando se dirige al Congreso chileno el líder de la Ucrania¿ Cómo evalúa al Gobierno hasta ahora?No voté por este Gobierno. Tampoco voté por José Antonio Kast, por supuesto. Pero hay al menos dos cosas que destaco. Primero, que el Presidente Boric es un demócrata. Y esto, que podría parecer una obviedad, merece ser subrayado pues muchos gobernantes de la izquierda más contestataria de America Latina no lo son.
Entonces que este Gobierno, que probablemente es el más de izquierda que hemos tenido en la historia de Chile, sea puntillosamente democrático en casa, y que sea valientemente pro democracia en el continente, me parece notable. “Lo segundo, es que es un gobierno donde los principales ministerios están en manos de personas serias y capaces. En Hacienda. En el Ministerio de Interior. En la Segpres, en la Cancillería”. ¿Y ve falencias?Yo creo que la gran dificultad es que al interior de la coalición gobernante hay pareceres muy distintos en asuntos centrales.
Entonces, incluso antes de hablar de los acuerdos con la oposición, hay que ver en qué temas puede haber un acuerdo al interior de la coalición. ¿Qué tan complicado puede ser el caso Monsalve? ¿ Cree que pueda tener un costo para el Gobierno?Yo espero que el principal costo, si la justicia así lo decide, sea para las personas directamente involucradas. Esto es un caso cuya raíz no está en la política, sino en lo penal.
Me preocupa que parte de la oposición use esta dura e ingrata coyuntura para atacar y debilitar a la ministra del Interior, de modo que sus perspectivas presidenciales se aminoren.. “Es evidente que cada día más nos cuesta llegar a acuerdos”, dice el exministro de Hacienda, que, a su vez, defiende la gestión del gobierno y, especialmente de Mario Marcel, pese a las cifras. “Este es un gobierno que en materia fiscal ha sido serio”. Además, asevera que la elección de Donald Trump “es una muy mala noticia para Chile y América Latina”. | M. BAKIT y B.
SILVA “Razones personales y laborales”. Son los motivos por los que el economista y actual decano de la Escuela de Políticas Públicas de la London School of Economics ha estado estas últimas semanas en Sudamérica, alejado de su hogar habitual en el Reino Unido.
DOMINGO 10 DE NOVIEMBRE DE 2024 —Pero, ¿no tiene ella ningún tipo de responsabilidad?—Yo no me siento calificado para opinar sobre temas estrictamente jurídicos y legales, pero me parece que centrar el debate sobre quién llamó a quién y a qué hora, cuando estamos primero ante una acusación de tal gravedad, no es lo medular. —Evelyn Matthei es la candidata mejor posicionada hoy. ¿Le parece una buena representante para la centroderecha? —Yo la conocí cuando integraba la comisión de Hacienda del Senado. Siempre me pareció informada y capaz. La gran dificultad que le veo a futuro tiene que ver con cómo se forman mayorías. Es muy improbable que a Chile Vamos le alcancen solo sus votos para gobernar.
Y me preocupa que el voto dirimente al final sea el voto del Partido Republicano y sean ellos los que pongan la música. —¿ Y del otro lado, en la izquierda o centroizquierda, ve a alguien dispuesto a tomar el liderazgo? ¿ La expresidenta Bachelet nuevamente? —No sé quién va a ser el candidato o candidata, tampoco sé por qué medio esa candidatura se va a dirimir. Lo que sí es evidente es que prácticamente todas las coaliciones gobernantes en América Latina en los últimos 20 años han tenido grandes dificultades.
El voto anti incumbente hoy día en el mundo es lo que manda. —¿ A quién apoya en la llamada "madre de todas las batallas” en la RM? —A Claudio Orrego sin un asomo de duda. Un gobernador tiene que gobernar y él ha dado muestras altísimas de que es capaz de hacerlo. Segundo, trae a la política una meta de relacionarse con todo el mundo que es constructiva, no identitaria o la de la descalificación.
“SER MINISTRO HACIENDA NO ES FACIL” —¿ Está en un momento complicado el ministro Marcel? El Imacec no fue el que esperaba, se vio obligado a recortar su presupuesto... —Ser ministro de Hacienda en Chile nunca es fácil. Pero su tarea es que las cuentas públicas estén ordenadas y este es un gobierno que en materia fiscal ha sido serio. Ahora, lo que sí es cierto, pero que va mucho más allá del Gobierno y de la gestión de Mario Marcel, es que la capacidad de crecer en Chile cayó dramáticamente.
Cuando la Comisión de Expertos no gubernamentales emitía sus pronósticos respecto al crecimiento futuro de Chile, ese número en la década de los 2000 oscilaba en torno al 5% o 4,5%. Hoy día, dependiendo del año, ese número está por debajo del 2%. Eso significa que en 20 años Chile perdió más de la mitad de su capacidad de crecer. —¿ A qué se debe? —Es un fenómeno que va más allá de un gobierno particular. Va ligado al estancamiento de nuestra diversificación exportadora. El gran salto de Chile se dio cuando Chile pasó a tener muchas más exportaciones y muchas más empresas exportando, frutas, celulosa, salmones. Ese salto no ha vuelto a darse.
“En 20 años, Chile perdió más de la mitad de su capacidad de crecer”. —Este Gobierno tenía un sesgo anti crecimiento en un principio, ¿no? O al menos con respecto a los Tratados de Libre Comercio. —Afortunadamente, ese sesgo anti libre comercio lo metió en un cajón y parece que le pusieron llave. —¿ Pero el sesgo anti crecimiento usted lo ve? —Yo creo que en la campaña se dijeron muchas cosas, varias de las cuales yo no comparto, pero hay que ser generoso.
Yo me atrevería a decir que había economistas en el mundo de la izquierda y del Frente Amplio que tenían un diagnóstico distinto respecto al crecimiento, que enfatizaban más la inversión pública, en la diversificación exportadora. Y ese no es un diagnóstico 100% errado. Pero la dificultad es que ha resultado imposible ponerlo en práctica, en alguna medida, por la barrera política.
Todo eso requiere un cambio legal. —De cara a las próximas elecciones presidenciales, ¿qué tan importante deberá ser el concepto de crecimiento en los programas? —Yo no creo para nada en el diagnóstico de que Chile no crece porque nos falta voluntad.
Las candidaturas pueden prometer lo que quieran prometer, pero en un régimen político en el cual los Presidentes no tienen mayoría parlamentaria, los anuncios de campaña, aunque sean hechos con muchos decibeles y con mucha convicción, valen poco o nada.
La voluntad en la democracia esimportante, pero los votos lo son más aún. —¿ Es normal que al ministro de Hacienda le hayan obligado a recortarlo? —La discusión del presupuesto dura dos meses, precisamente para que pueda haber una negociación entre el Gobierno y el Parlamento. Que esa negociación culmine con cambios al proyecto original del ejecutivo no tiene nada de raro o novedoso. Ocurre todos los años. M