Autor: JOSÉ TOMÁS TENORIO LABRA Corresponsal en España
Con precio a niveles récord, la vivienda ya limita dónde se puede estudiar y trabajar en España
Con precio a niveles récord, la vivienda ya limita dónde se puede estudiar y trabajar en España ARBALOIRONETSÁMOTÉSOJ Como Pepa Blanco (21), quien hasta el año pasado estudiaba Biología Marina, en Valencia, pero debió abandonar luego de que en la Comunidad Valenciana el precio de la vivienda subiera 45% en tres años, y el arriendo de la pieza en la que vivía se volviera impagable.
“Ahora estoy viviendo de nuevo en Jaén (Andalucía), con mis padres, y trabajando para ahorrar y tratar de retomar la carrera pero con unos precios de alquiler que no dejan de subir, quizás hasta tenga que buscar un nuevo plan”, explica la joven. Existe la opción de las residencias universitarias, pero en el caso de las privadas también han subido sus precios y se volvieron “prohibitivas” para “los estudiantes de familias comunes”, según Blanco. Mientras que las residencias públicas son escasas y están repletas.
“Esto es un problema no solo desde el punto de vista de lo que es potenciar el sistema educativo, sino que también en términos de atracción de talento de otros países, algo que sabemos que es muy importante” por los beneficios que trae a España, afirma Raymond Torres, director de coyuntura económica del centro de análisis Funcas. Empleos imposibles de aceptar En el campo laboral, la crisis de la vivienda afecta la atracción de talento por parte de las empresas. El Banco de España alertó de que la dificultad para acceder a viviendas a precios más bajos está limitando “la capacidad de crecimiento económico” del país.
A fines de junio, la mayor confederación sindical de España, Comisiones Obreras, presentó un informe en el que aseguró que una disminución de un 30% en el precio de la vivienda generaría hasta 410.000 nuevos puestos de trabajo durante los próximos cinco años, en una nación con la mayor tasa de desempleo de toda la Unión Europea, cercana al 10,5% de la población activa. “Yo a fines del año pasado recibí una oferta de una consultora en Madrid, donde tenía algunos contactos.
Estaba feliz porque era algo que quería hace un tiempo, pero al momento de ver sitios para irme a vivir me di cuenta de que no iba a ser posible”, explica Sergio Albán, abogado originario de Granada.
Pisos de 30 metros cuadrados por unos 900 o 1.000 euros, en mal estado, y en barrios muy alejados del centro donde se encuentra la mayoría de las empresas, es la oferta que pudo encontrar Albán. “El salario que me ofrecían no estaba mal, pero si quería vivir en un lugar donde me sintiera algo más cómodo y que tampoco pido mucho, tenía que destinar hasta un 70% de mi salario. Tuve que rechazar la oferta”, asevera.
“La crisis de vivienda puede convertirse en un cuello de botella para la economía”, dice Raymond Torres, debido a que “reduce la movilidad laboral y dificulta la integración de nuevos trabajadores que necesita la economía española”. El experto advierte que “los sectores más afectados potencialmente por la crisis de vivienda tienen que ver con servicios de alto valor añadido, nuevas tecnologías, sectores más punteros (... ), por lo que la crisis de vivienda también afecta la composición del crecimiento económico”. Abel Carrillo (18) se oye resignado al aceptar que no podrá estudiar la carrera que quiere, en el lugar que quiere, a pesar de contar con los principales requisitos: tiene el puntaje necesario en la prueba de selectividad para optar al grado de Empresa Internacional en la Universidad de Barcelona, e incluso cree que podría lograr alguna beca. Su limitante no es académica: para este joven de Sevilla es imposible encontrar dónde vivir en una de las ciudades con las viviendas más cara de toda España. En un escenario marcado por el costo récord de los arriendos en el país, la situación alarma al sector educativo y también al laboral.
Si ya el año pasado la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, advertía que “la crisis de la vivienda está afectando también al derecho a estudiar una carrera universitaria”, en los últimos meses han sido los rectores de las principales universidades quienes alertaron de que el tema es el principal factor limitante para los futuros estudiantes.
Con arriendos de piezas en torno a los 600 euros que incluso alcanzan los 900 euros, en plazas muy demandadas como Madrid o Barcelona, la crisis de la vivienda plantea un desafío para muchos estudiantes y sus familias: solo en 2024, los arriendos en toda España subieron un 11,5%. Las alzas son más acentuadas en los principales polos urbanísticos, que concentran las grandes universidades de España.
“Por lo que me sale una habitación en Barcelona, en un piso que probablemente compartas con unas ocho o 10 personas, acá en Sevilla podría alquilar todo un piso (departamento). Es ridículo y a la vez frustrante, porque para mí y mis padres nos es imposible pagar algo así todos los meses, sumado a lo que cuesta hacer la vida viviendo fuera de casa”, afirma Abel Carrillo, quien debió optar por una carrera del ámbito económico en su ciudad. “Pero no es lo mismo. El prestigio de la universidad es otro, los contenidos no son los mismos. Empezaré la carrera sabiendo que tuve que cambiar mis objetivos por algo que no es responsabilidad mía”, dice. Obligados a abandonar los estudios A otros les pegó la crisis cuando ya habían iniciado sus carreras. n Coliving y vivienda incluidas Las mismas empresas han tenido que buscar soluciones.
En Málaga está el caso de las compañías del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), un referente europeo en el desarrollpo tecnológico y que representa un 8% del PIB de la región, pero que debido al alto costo de la vivienda en la ciudad abrirá este año zonas de coliving para albergar a cientos de nuevos trabajadores en departamentos de bajo costo.
En las islas Baleares, hoteles, restaurantes y otros comercios turísticos tienen problemas para captar empleados para la temporada del verano (boreal). Con un arriendo promedio de más de 1.600 euros en las islas, las empresas del sector incluyen el alojamiento como parte de los nuevos contratos.. Las universidades advierten que este fenómeno afecta negativamente a los estudiantes, y a nivel laboral preocupa su impacto en la economía debido a los problemas que genera para captar talento. El país vive un incremento sostenido del costo de los arriendos: n Coliving y vivienda incluidas Las mismas empresas han tenido que buscar soluciones.
En Málaga está el caso de las compañías del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), un referente europeo en el desarrollpo tecnológico y que representa un 8% del PIB de la región, pero que debido al alto costo de la vivienda en la ciudad abrirá este año zonas de coliving para albergar a cientos de nuevos trabajadores en departamentos de bajo costo.
En las islas Baleares, hoteles, restaurantes y otros comercios turísticos tienen problemas para captar empleados para la temporada del verano (boreal). Con un arriendo promedio de más de 1.600 euros en las islas, las empresas del sector incluyen el alojamiento como parte de los nuevos contratos. JÓVENES PASAN por fuera de agencias inmobiliarias en España. El alto precio de la vivienda es una de las razones citadas por quienes deciden salir del país.