Autor: César Cifuentes
El nuevo escándalo financiero de Boric: Corfo, la caja chica del gobierno
El nuevo escándalo financiero de Boric: Corfo, la caja chica del gobierno Las recientes revelaciones sobre los multimillonarios traspasos desde Corfo al Ministerio de Hacienda en 2023 confirman lo que la ciudadanía ya intuía: este gobierno ha hecho un desastre con las finanzas públicas.
No es solo que se equivocan en sus proyecciones o que insisten en un modelo económico inviable, sino que ahora se han apropiado de los fondos de Corfo sin transparencia y sin un destino claro. $3,4 billones de pesos, el 4,5% del presupuesto del país, fueron retirados para tapar los hoyos fiscales de una gestión que no sabe administrar. El gobierno de Gabriel Boric se ha caracterizado por la improvisación y la falta de criterios sólidos para manejar los recursos del Estado. En 2023, la Dirección de Presupuestos (Dipres) y el Ministerio de Hacienda solicitaron varias transferencias extraordinarias a Corfo, argumentando problemas de caja y un nivel de endeudamiento copado.
Sin embargo, a diferencia del gobierno de Sebastián Piñera, que en 2020 recurrió a Corfo para obtener fondos y enfrentar la pandemia global con medidas sanitarias y económicas concretas, ahora el gobierno ha extraído recursos sin una justificación clara ni un destino preciso. En plena crisis sanitaria, el traspaso de US$1.000 millones fue necesario para mitigar el impacto del Covid-19, mientras que ahora el gobierno ha triplicado esa cifra sin transparencia ni explicaciones claras.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, reconoció en las actas de Corfo que los recursos del litio ya se habían agotado en la primera solicitud de febrero de 2023, por lo que la nueva transferencia de US$1.500 millones en noviembre se realizó vendiendo activos financieros de la corporación, reduciendo su patrimonio y debilitando su capacidad de autofinancia-miento. El vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, se abstuvo de aprobar la operación, advirtiendo que implicaba un riesgo para la estabilidad de la entidad. Ahora la pregunta es para todos los chilenos: ¿ hasta cuándo seguiremos tolerando que la mediocridad se apodere de Chile? Fuimos un país exitoso, con excelentes resultados económicos y profesionales destacados. Hoy, estamos muy por debajo de todo eso. Tenemos un presidente que nos produce vergüenza, con un modelo económico que en lugar de impulsar el desarrollo está hundiendo al país. Nuestro sistema educativo también está en crisis: los profesores han perdido autoridad y los nuevos profesionales carecen de conocimientos básicos.
Ingenieros mecánicos y en electricidad automotriz que no distinguen un motor diésel de uno bencinero; técnicos superiores en ma nten i m iento, eg resados de universidades estatales, que desconocen la ley de Ohm. ¿Qué estamos haciendo con nuestro país? El desinterés y la delincuencia siguen en aumento. Chile dejó de ser un país seguro porque nuestras autoridades han debilitado a Carabineros y las fuerzas del orden. Tenemos parlamentarios respetables, pero también muchos que dejan mucho que desear. ¡Basta de votar por la incompetencia! Ya no podemos seguir eligiendo al simpático, al conocido o al que promete lo imposible. Es momento de elegir a los más capacitados, a quienes realmente puedan hacer bien la pega. Chile necesita liderazgo, responsabilidad y capacidad.
No podemos permitir que el desgobierno y la negligencia sigan destruyendo lo que tanto costó construir. ¡Es hora de despertar, de exigir cambios reales y de recuperar el Chile que alguna vez nos hizo sentir orgullo!.