La amante de Cartagena que se convirtió en la última “cristalera”
La amante de Cartagena que se convirtió en la última “cristalera” Desde muy niña, Patricia Mayorine comenzó a venir a la comuna yvio cómo germinó la población Cristalerías Chile, construida por los trabajadores de la fábrica donde laboraba su padre. De los antiguos propietarios, solo queda ella. os 1 Crónica cronica@lidersanantonio.cl patricia patricia Mayorine Valdebenito (68) comenzó comenzó a venir a Cartagena Cartagena para veranear, en la década de los 60. Ella y sus seis hermanos viajaban con sus padres, como partede partede un programa de veraneo veraneo que había en Cristalerías Cristalerías Chile, una prestigiosa fábrica nacional en la que trabajaba su papá.
Su padre fue un dirigente dirigente sindical, bastante apreciado por sus compañeros compañeros de faena y sabía mucho mucho sobre la confección de moldes, Cuando íbamos a dejarle dejarle el almuerzo a la fábrica fábrica se vejan los anaqueles con una cantidad incontable incontable de productos de vidrio ya terminados. Se veían flamantes”, rememora Patricia, Patricia, MARAdILLOSOS RECUERDOS La Cartagena de los años 60 era una experiencia emocionante para Patricia. Patricia. “Llegábamos en tren desde Santiago hasta la estación estación de la ciudad.
Aquí. pernoctábamos en la casa de reposo, con la que el sindicato de Cristalerías Chile tenía un convenio”. El viaje en ferrocarril era maravilloso, desde los carros seveía cómo el tren avanzaba a través de los campos de la zona rural de Santiago y Melipilla para comenzar lentamente a serpentear entre los cerros hasta bajar a la costa.
“El último tramo, que se realizaba realizaba muy cerca del mar, inundaba cada vagón de ese aire salino que, para nuestros espíritus santiaguinos, santiaguinos, era la señal indefectible indefectible de que Cartagena ya estaba cerca”. recuerda. Playa Chica tenía att protocolo y era estricto. No se podía fumar o comer. comer. era un evento social donde había una etiqueta EN PLAVACHRZA UNO DE SUS LUGARES FAVORITOS DE seTRICIAMAVORINE LOS TRAMJADORES DEL. ÜN SUS1VIENDAS DEVERANEOENCAk. ,ENA. Los integrantes del sindicato fundaron la población con la loable visión de dejarle algo a sus familias que trascendiera a sus propias existencias Ptricb Mayorine y protocolo que respetar. Según Patricia, la terraza terraza era una verdadera pasarela. pasarela. donde se congregaban congregaban los veraneantes y más de uno encontró allí su media naranja en aquel concurrido lugar. En más de una oportunidad, afirma, afirma, vio unjovencitobuenmozo, unjovencitobuenmozo, pero solo hubo amores platónicos y muchos muchos suspiros. Por esos años, no era extraño ver a destacados artistas nacionales dando un concierto desde la azotea azotea del Cine Diana. Esta vecina vecina recuerda haber bailado bailado al ritmo de un veintesñero veintesñero Buddy Richard, uno de los precursores de la Nueva Ola chilena. Misma cosa ocurrió con la recién creada Sonora Palacios. que acudía hasta la glamorosa glamorosa azotea del cine para tocar los éxitos de su primer primer long play.
UNA POBLACIÓN Tras la jornada de playa. el paseo por la terraza y la cena, cena, durante las conversaciones conversaciones de sobremesa. germmd germmd la idea de que el grupo grupo de cristaleros comprase un terreno en la misma comuna comuna para edificar sus propias casas.
Así, nacía lo que más tarde sería la población población Cristalerías Chile, Esta nieta deinmigrantes deinmigrantes italianos reflexiona sobre sobre la visión de su padre y trabajadores de la época, señalando que “los integrantes integrantes del sindicato fundaron fundaron la población con la loable visión de dejarle algo algo a sus familias que trascendiera trascendiera a sus propias existencias”. asegura. Una vez que la familia Mayorine tuvo su casa lisEa. comenzaron los veraneos veraneos más prolongados en Cartagena. Así, también creció el cariño por este lugar. lugar. La población Cristalerías Cristalerías Chile quedó emplazada emplazada entre los barrios Pudeto y Parque Miraf lores, era un lugar muy tranquilo, y se replicaba el espíritu solidario solidario que había nacido en la fábrica. “En 2006. yo venía a Cartagena todos los fines de semana y la casa en la playa era mi válvula de escape. escape. Un día cancelé una hora con el sicólogo que me atendía los viernes, ya que adelantaría un viaje al balneario. El profesional, que se llamaba Miguel Campos, cuando le comuniqué comuniqué mi ausencia, me comentó comentó que hacía años que no venía a Cartagena.
Yo no presté mayor atención a lo que dijo y con qué intención intención me lo manifestaba.. manifestaba.. Así que grande fue mi sorpresa cuando, al par de días, apareció tocando la puerta de mi casa en la población Cristalerías Chile”. Chile”. relata. “En cosa de días. días. el amor surgió y al poco poco tiempo nos casamos. Miguel y yo veníamos de viernes a domingo, el lunes lunes de madrugada tomábamos tomábamos el bus y regresábamos regresábamos a la capital”, agrega con nostalgia.
Con Miguel fuimos muy felices en Cartagena, pero fuimos testigos de la agonía del conjunto habitacional. habitacional. ya que muchos hijos de los trabajadores terminaron vendiendo y, los nuevos locatarios, desconocían desconocían el esfuerzo colectivo colectivo que hubo detrás de la conformación de la población población Cristalerías Chile. Hoy, soy la última cristalera cristalera de Cartagena”, confiesa confiesa con orgullo. O.