EDITORIAL: El aire que respiramos también necesita respeto
EDITORIAL: El aire que respiramos también necesita respeto El aire que respiramos también necesita respeto La Región del Maule ha sido históricamente reconocida por su riqueza natural y su gente trabajadora, pero hoy enfrenta una amenaza amenaza persistente que se agudiza con la llegada del frío: la contaminación contaminación del aire. Cada invierno, tras las primeras lluvias y la baja de temperaturas, los niveles de material particulado en el aire aumentan aumentan peligrosamente.
La causa principal es clara y está frente a nuestros nuestros ojos: el uso masivo de leña húmeda y el incumplimiento de las restricciones del Plan de Descontaminación Ambiental (PDA). Pese a las campañas de concientización, la realidad es dur& Muchos Muchos hogares aún utilizan leña que no cumple con los estándares de humedad permitidos, generando una combustión ineficiente y una gran cantidad de humo tóxico. Peor aún, hay quienes, a sabiendas de los episodios críticos de contaminación, encienden sus estufas de todos modos, ignorando las restricciones que buscan precisamente proteger nuestra salud. Después de días de lluvia, cuando el ambiente parece más limpio, es fácil caer en la falsa sensación de que podemos encender estufas sin consecuencias.
Pero en esos momentos, las condiciones atmosféricas atmosféricas suelen atrapar los contaminantes cerca del suelo, agravando los efectos para todos: niños, adultos mayores, personas con enfermedades enfermedades respiratorias y, en general, cualquier habitante de nuestras ciudades y campos. No se trata solo de cumplir una norma. Se trata de empatía, de respeto respeto por el otro y de tomar conciencia de que el aire que uno contamina contamina también lo respiran nuestros hijos, vecinos y seres queridos. Las autoridades tienen la tarea de fiscalizar y sancionar cuando corresponde, pero el cambio más profundo y duradero debe nacer desde la ciudadanía. Necesitamos avanzar hacia una cultura ambiental responsable, que valore la calidad del aire tanto como valoramos nuestros alimentos o nuestro descanso. Optar por leña seca certificada, considerar alternativas alternativas más limpias de calefacción y respetar las restricciones del PDA no es una molestia: es una muestra de compromiso con nuestra región y con las futuras generaciones. El invierno todavía no comienza. Aún estamos a tiempo de hacer las cosas bien..