Con la herencia de cuatro generaciones trabajando bajo tierra, hoy abre paso a las mujeres en minería
Con la herencia de cuatro generaciones trabajando bajo tierra, hoy abre paso a las mujeres en minería Aunque su bisabuelo, su abuelo y su padre fueron mineros, ella tardó un tiempo en seguir la tradición. Hoy, Bárbara Mori es la única mujer jefa de unidad Mina de la Gerencia de Operaciones en Chuquicamata subterránea. “Mi primer acercamiento a la minería fue con mi papá.
Trabajó 30 años en minería minería subterránea en empresas colaboradoras, colaboradoras, en construcción, manejando camiones dumper, equipos de levante, LHD, cargando cargando explosivos o manejando transporte personal”, recuerda Bárbara Mori (33), la única mujer jefa de unidad Mina de la Gerencia de Operaciones en la mina subterránea subterránea de Chuquicamata.
Recuerda que tenía unos seis años cuando “mi padre se quedaba en el campamento campamento de Sewell, y para mí era tan triste que se fuera de casa, que me aferraba a la puerta para que no se marchara. Me imagino imagino que debe haber sido duro para él ir a trabajar fuera y dejar a su familia.
Yo no lo entendía, pero a su vuelta me recompensaba recompensaba trayéndome una olla con nieve”. La vocación minera había partido antes, con su bisabuelo, quien empezó en Braden Copper Company (El Teniente) acarreando mineral en burro.
No obstante, su primera opción no fue la minería estudió tres años Medicina, pero los genes ganaron y se tituló como Ingeniera Civil en Minas en la Universidad de Santiago, convirtiéndose, además, en la primera profesional de la familia.
Para ella, ser minera fue aceptar el desafío de viajar y trabajar en condiciones extremas, y como mujer, implicó “romper “romper esquemas y abrir caminos, inspirando a más mujeres a creer en sus capacidades capacidades para poder aportar a la diversidad e inclusión en la industria minera desde lo femenino”. Partió en el programa de graduados de la división Chuquicamata de Codelco, en 2021.
Recuerda que “lo más difícil que me ha tocado vivir, luego de terminar el programa, programa, fue ser responsable de 50 personas, debiendo tener conversaciones difíciles y, en ocasiones, también tomar decisiones difíciles”. Hoy habla con mucho entusiasmo de su unidad de trabajo: “En Chuqui subte somos somos la gerencia operativa a nivel país que logró el mayor porcentaje de dotación femenina en la industria minera, alcanzando un 35%, y lo que más me enorgullece es que cada una de nosotras fue seleccionada seleccionada por sus capacidades y no para cumplir cumplir un número”, cuenta Bárbara. Reconoce que este desarrollo profesional profesional le ha traído penas y alegrías, “pero por sobre todas las cosas, demasiado crecimiento. crecimiento. Mi profesión no ha implicado un cambio familiar grande.
Mis padres y mi hermano al principio me extrañaban mucho, mucho, pero siempre han estado felices por mí, porque saben que amo lo que hago”. VALOR 7 1 L4 UJ Con la herencia de cuatro generaciones trabajando bajo tierra, hoy abre paso a las mujeres en minería. - - -