Autor: Por Sergio Urzúa
COLUMNAS DE OPINIÓN: Policías, droga y "limones"
COLUMNAS DE OPINIÓN: Policías, droga y "limones" En la clásica película de Scorsese, "Los Infiltrados" (2006), la mafia infiltra la policía de la manera más efectiva: uno de los suyos se gradúa de la academia policial y termina en la prestigiosa unidad de investigaciones especiales. Así se corroe la institución por dentro. Di Caprio, Damon, Nicholson y Wahlberg se lucen. En Chile, uno creía que sus personajes solo existiesen en la pantalla grande, pero las cosas han cambiado. La corrupción y tráfico de drogas en las policías, y para qué decir las FF.AA., ya no son solo propios de Hollywood. El país está perdiendo la batalla contra la delincuencia y el crimen organizado. Por lo mismo, ha tomado fuerza la necesidad de incrementar rápidamente la dotación de las fuerzas de orden y seguridad.
Tome, por ejemplo, algunos de los planteamientos de las candidaturas a la presidencia: duplicar la formación anual de carabineros, cuadruplicar el personal del GOPE, doblar la participación de la población en el servicio militar, sacar miles de nuevos policías a la calle y la lista continúa. Todo pues, para desbaratar la función de producción de los criminales, se requieren más, pero muchos más, agentes. Es una cosa obvia. Y los datos validan la idea. El 2022 había en Chile 230 carabineros por cada 100.000 habitantes, tasa que sugiere cerca de 45 mil efectivos a nivel nacional. Es un número modesto, además disminuido por el estallido y la pandemia.
Y si bien la flexibilización de los requisitos de admisión a Carabineros (2022) aumentó el número de postulantes a la institución, el impulso parece insuficiente frente al tamaño del problema y no cierra las brechas con otros países (cifras de las Naciones Unidas indican que Chile se ubica dentro del 40% de países con menores tasas de personal policial). Así, la pulsión política tiene fundamento: ¡ que miles de jóvenes se entrenen para ser policías ya!, ¿cierto? Pero momentito, hay un "pequeño" riesgo. Hace 55 años, en un famoso artículo, George Akerlof describió el vicio que afecta al mercado de "limones" (The market for "lemons"). Es un problema simple. Imagine que va a la feria.
Siempre amarillos por fuera, el locatario que sabe de la mala calidad de sus limones puede hacerlos pasar por buenos, eng a ñ a n d o a l o s consumidores, desincentivando la oferta de limones de calidad y dañando a todo el mercado. ¿Qué tiene que ver esto con la formación policial? Mucho. Como en "Los Infiltrados", aprovechando la urgencia y la asimetría de información, postulantes "limones" pueden ser aceptados, graduarse de policías e infiltrar el sistema. ¿Ficción? Los casos en la prensa sugieren otra cosa. Akerlof obtuvo el Nobel de Economía (2001) por su contribución y Scorsese el Oscar a mejor director (2007) por aplicarla a la pantalla grande. En Chile, todo candidato debería leer el artículo o ver la película. Obvio que es necesario engrosar las fuerzas de orden y seguridad, pero hay que hacerlo con mucho cuidado. Abrir las puertas de la formación de par en par, sin dejar fuera a los "limones", puede abrir un espacio a los narcos que después no podremos cerrar. C O L U M N A D E O P I N I Ó N Policías, droga y "limones" Chile está perdiendo la batalla contra el crimen. Si desea comentar esta columna, hágalo en el blog Por Sergio Urzúa. - -